Conforme los días pasan nuestras necesidades aumentan, y nuestras deudas también. La jornada laboral se torna pesada por las miles de preocupaciones económicas que rodean nuestra mente y pensamos: ¿será que llegó el momento de pedir un aumento?

Sabemos que esta acción genera muchas veces un poco de nervios, vergüenza, estrés o ansiedad. Sin embargo, hacer la petición resulta justa y necesaria. Según un estudio realizado en 2011 por la consultora Accenture, la cual encuestó a más de 3 mil empleados de 29 países, determinó que sólo el 44% de las mujeres y el 48% de los hombres solicitaron un aumento, pero de quienes se arriesgaron 85% obtuvo una respuesta positiva.

¿Qué nos quiere decir esto? En primer lugar, que debemos dejar a un lado los miedos y atrevernos, hablar con nuestros jefes o empleadores sobre nuestras necesidades y aspiraciones, y escuchar lo que ellos están dispuestos a retribuirnos por nuestras labores. Antes de pensar en irte o cambiar de empleo por el salario, evalúa primero las opciones que tienes en el lugar que te encuentras.

 

«Si tengo claro que mi aporte valida o justifica el incremento salarial puedo avanzar en la fórmula basada en ¿cuánto contribuyo?, ¿cuánto he de cobrar por ello?”, expuso la especialista y profesora de Comportamiento Humano en la Organización de IESE Business School, Mireia Las Heras.

Por eso, antes de ir hablar con tu jefe, te damos algunos consejos para negociar un aumento sin morir en el intento:

  • Analiza, ¿por qué lo mereces?: antes que nada, respóndete si tus labores se corresponden con tu salario actual, qué te hace especial como trabajador o si el flujo de trabajo es mayor a lo que acordaste en un principio. ¿Haz sido un empleado destacado y que se esfuerza por realizar un trabajo de calidad? ¿Los resultados de mis acciones dentro del trabajo ameritan este aumento?

  • Establece cuánto estás dispuesto a solicitar: primero asegúrate de investigar cómo y cuánto se está pagando por tu trabajo en el mercado laboral, a partir de allí, establece un monto consciente y razonable.
  • Que los resultados hablen por sí solos: tu desempeño y tus acciones en el empleo dirán por sí mismos si el aumento te corresponde. La idea es demostrar con hechos por qué eres una herramienta beneficiosa y con mucho por ofrecer a la empresa.

  • Hazlo en el momento correcto: antes de hacer cualquier petición analiza cómo está la situación en la organización para la que trabajas, si lo haces en un mal momento para empresa el aumento no ocurrirá. Si por su parte, haz identificado el momento ideal, en el que la carga de trabajo está ligera aprovecha la oportunidad.
  • Discreción ante todo: evita por todos los medios divulgar o comentar tus intenciones con otros compañeros, porque podría generarte inconvientes o incluso que te lo nieguen.

 


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