Cuando nos sentimos enamoradas nuestra pareja se convierte en un «adonis», un hombre increíble, hermoso, detallista, amoroso y respetuoso, y no existe «nada» que pueda romper con esa imagen de él. Incluso, tendemos a idealizar a nuestro compañero e ignoramos algunas situaciones que bajo ninguna circunstancia toleraríamos, nos olvidamos de que nada es perfecto y que existen acciones que van en contra de nuestros principios, que son un atentado contra nostras mismas. Es por ello que, a veces, resulta difícil reconocer cuando estamos envueltas en una relación tóxica.

Cuando hablamos del amor sabemos que no hay ningún manual con instrucciones para tener la «relación perfecta», que además es una completa utopía, digna de los cuentos de hadas. Sin embargo, esto no es motivo para estar en un amorío que no le aporta nada a tu vida, al contrario, te resta y te daña muchísimo. Así que, por ti y por él, di ¡adiós a las relaciones tóxicas!

Renuévate, te mereces una vida plena y amar sanamente, porque el amor no duele, sino que te hace feliz y le aporta bienestar a tu ser.

Ahora, ¿quieres saber cómo decir adiós a una relación tóxica?

  • Reconoce que te hace daño: como en todo problema el primer paso es reconocerlo. Quita la venda de tus ojos y observa a tu alrededor, mira todo lo que te has privado de hacer por «amor». El amor no restringe, no limita, al contrario, te impulsa y te hace volar lejos. ¡Que nadie corte tus alas!
  • Deja el miedo atrás: salta el charco, deja las barreras a un lado y atrévete a salir de tu zona de confort, hay un universo increíble de posibilidades al frente de ti. Pide ayuda si lo consideras necesario, los amigos y la familia siempre serán una gran cura contra el temor de tomar una decisión, o de verte «solo». Recuerda a veces es mejor estar solo que mal acompañado.
  • Corta todo de raíz: ponle un punto y final a esa relación insana. Deja a un lado cualquier tipo de contacto con la otra persona, no le escribas, ni contestes a sus mensajes y llamadas, no los busques por las redes sociales y tampoco preguntes por él a sus amigos. Al principio no será fácil, porque este tipo de amoríos tienden a desarrollar cierto nivel de dependencia, sin embargo, es mejor trabajar en nuestra fuerza de voluntad y practicar alguna actividad para mantenerte entretenida, enfócate en otras cosas, puede resultar de gran ayuda.
  • Dedícate el tiempo que necesites: luego de salir de una relación tóxica lo mejor que puedes hacer es dedicarte tiempo para ti misma. Muévete, analízate y descubre lo que quieres hacer, por y para ti. Establece nuevos nortes y recupera tus ilusiones.

Aunque creas que salir de este tipo de relaciones es caso perdido, la verdad es que no lo es. Sí puedes hacerlo, todo es cuestión de valentía, fortaleza y mucha autoestima. La puerta está frente a ti y adivina, tú tienes la llave.

 

 


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: