Mario Moreno, en sus dos facetas, personaje y ser humano, fue el mayor defensor de lo justo en la sociedad. Cantinflas marcó la diferencia de la comedia en Latinoamérica, y vio nacer el cine mexicano.
¿Quién era Mario Moreno?
Conocido como el Charlie Chaplin de México, Mario Moreno fue uno de los pioneros que contribuyó al nacimiento de la época de Oro del Cine Mexicano. Fue Cantinflas, su máscara como comediante, la que le ganó tanta popularidad; pero como en el teatro, Thalía y Melpómene, musas de la tristeza y la alegría; el actor en la vida real era muy diferente a su puesta en escena.
El personaje de Cantinflas, era un reflejo de los habitantes comunes de los barrios, que cuando hablaba, mediante la confusión lograba sus objetivos. El periodista Carlos Monsiváis describe el estilo que Mario Moreno imprime en su personaje como “la manipulación del caos”.
Pero lo más notorio de su personalidad fue el interés por defender siempre lo que le parecía justo. Incluso fue el principal representante, desde 1944, del Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica (STIC), cargo que asumió con fiera resolución.
“Era un hombre que mundanamente no era simpático, era desagradable”, dice la escritora Guadalupe Loaeza. “Mario Moreno era un personaje muy siniestro, con una ambigüedad muy evidente. Sus colegas no lo querían”.
Sin embargo, hay otros que tienen una visión muy distinta de Mario. Como aquellos que trabajaron con él al inicio de su carrera y dicen, por ejemplo, que repartió entre lustrabotas y vendedores de periódicos su primer sueldo ganado en un teatro formal, el Garibaldi.
Otros recuerdan cuando en las elecciones presidenciales de los años 70’s, miles de personas votaron por Cantinflas como su candidato, como forma de anulación del voto, al colocar el nombre del personaje en la parte de atrás de la papeleta en signo de desacuerdo con los aspirantes que participaban en la contienda electoral.
Mario Moreno, un genio cómico
Su actuación era, primeramente, fruto de la soltura y la agilidad, y de cómo le sacaba provecho a las situaciones más disparatadas y extraordinarias que brotaban con maravillosa sencillez.
De Mario Moreno tal vez no pasen a la historia del arte cinematográfico películas que no tienen, para algunos, nada de extraordinario. Pero por otro lado, su personaje, su figura, su personalísimo estilo interpretativo y su singular sentido del humor ocupan ya, por méritos propios, un lugar notable en el firmamento del séptimo arte como interprete cómico latinoamericano.
Imagen de Telemundo.com
Se baja el telón
Muere a causa de cáncer de pulmón el 20 de abril de 1993. Miles de personas se reunieron en un día lluvioso para su funeral, un evento nacional que duró tres días. Sus cenizas yacen en la cripta familiar de la familia Moreno Reyes, en el Panteón Español de la Ciudad de México.
Fue homenajeado por muchos jefes de Estado y por el Congreso de los Estados Unidos, que mantuvo un minuto de silencio por él.
El 10 de octubre de 1980, en una ceremonia, como suele hacerse con todos los famosos, se le otorgó a “Cantinflas” una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, ubicada en el número 6438 Hollywood Blvd. Este es uno de los celebres homenajes que recibió Mario Moreno, en reconocimiento a su larga trayectoria profesional, y logros para el cine latinoamericano.
Dato curioso
Una de sus películas más simbólicas es Si yo fuera Diputado, en la que Cantinflas se desempeña como barbero y suele recibir lecciones de leyes de un anciano vecino, quien le propone asesorarlo para que defienda a los desfavorecidos del barrio en los tribunales. Tanto es el éxito alcanzado, que obtiene los votos necesarios para ser diputado.
“A pesar de ser tan pollo, tengo más plumas que un gallo y sobre todo, tengo ganas de hacer justicia y darle al pueblo lo que el pueblo necesita”, expresa Cantinflas en el cierre del discurso en el film.
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