Gucci, el primer show de Milano Fashion Week, solo se puede describir de la siguiente manera: 

«Una fiesta fabulosa de disfraces, donde todo el mundo puede venir… y vino»

En lo que fue una excéntrica comparsa de 120 atuendos, se vio mucho de todo y nada nuevo en realidad. Sí, esto es una continuación de la temporada pasada, pues sigue fiel a la estética desmesurada, «mucho de un todo» y carente de concepto. Estampados abrumadores: flores, guacamayas y tigres, todo adaptado en siluetas relacionadas con diferentes épocas históricas, etnias y culturas. Con decirles que un modelo salió con un arco y flecha en su mano. 

Gucci

Esto no es necesariamente malo, pero si fue muy fatigoso ver a una mujer de los 70’s tras de una chica tipo Chanel, seguida por una modelo Victoriana, luego una vestida como la reina Isabell II en los 60’s y después a un modelo vestido con un pijama tipo de bebés con un tigre estampado en el medio. 

Cuando se desconstruyen los atuendos la propuesta es interesante, honra a una Italia inventiva y es fiel a los estampados de los archivos de Gucci. Se inspiró esa Londres un poco «Kitsch» y resulta interesante a pesar de verse, en este caso, un tanto igual. 

La presentación tuvo lugar en los nuevos headquarters de Gucci, el ‘Gucci Hub’, se mezcló el desfile de hombres y mujeres, la pasarela fue un túnel tubulado hecho con vidrio plexi, este formaba un círculo en cuyo punto final se ubicó una pirámide con una veleta encima. Todo ambientado en tonos lilas, era como estar dentro de una cueva morada.

Gucci

 Luego, tuvimos a Alberta Ferretti, quien presentó una colección sublime, haciéndole un homenaje a la “Serenisima”: Venecia. Vestidos de chifón con estampados del «Gran Canal», hoodies con máscaras del carnaval de Venecia y capas con la Piazza San Marco. ¿Por qué me gusto? porque si bien mantuvo una narrativa exagerada y ostentosa, ofreció también un concepto, hubo de nuevo «mucho de todo», pero fue un todo con un sentido. 

Alberta Ferretti

Luego estuvo una de mis marcas favoritas No. 21 de Alessandro Dell’ Acqua. Lo que me fascinó de esta marca fue el cambio de colores, esta vez con tonos rojos más fuertes, cortes asimétricos, estampados y transparencias complementadas con metálicos, fue una colección joven. Una de las cosas más interesante fueron las camisas cortas al cuello, que eran tapaba por un vestido tipo jumper donde una fina línea de piel se hacía ver. Esta silueta «nueva» me pareció que era cautivadora, siempre e incontestablemente: algo nuevo, siempre es bueno.

Alessandro Dell’ Acqua

Y esto solo fue el primer día, por lo que cabe decir que Milano, sin duda, se mantiene flamante y dinámica en su moda, interesante y marcando increíbles las tendencias. Esta ciudad es dueña de mi corazón, su vocación por el diseño y la moda nunca deja de inspirarme, a su vez me llena de infinita alegría. 

Gabi Ramos


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: