El destino de Paulette Goddard está en su belleza. Esa belleza irresistible que reside en su amplia frente, sus grandes ojos y la manera en que estos armonizan con una sonrisa indescifrable: un tanto pícara, otro tanto irónica.

Esa belleza se hizo evidente muy pronto en la vida de Paulette. Nacida en Nueva York el 3 junio de 1910, con solo 13 años debutó como modelo publicitaria y miembro del elenco de Ziegfeld´s Follies, un exitosísimo espectáculo musical de Broadway que presentaba coreografías y sketches cómicos. Durante los próximos 3 años, Goddard hipnotizaría al público con su gracia y su talento.

Cartel de Zigfeld´s Follies, 1912

Cartel de Zigfeld´s Follies, 1912

Hermosa, y ahora también famosa en el este de los Estados Unidos, llamó la atención del millonario Edgar James, mucho mayor que ella, con quien se casaría a sus tiernos 17 años de edad. Como podía esperarse, aquel matrimonio fue todo un fracaso… Aunque, bien visto, quizá no lo haya sido tanto para Paulette, quien recibió de su ex marido alrededor de 375 mil dólares en compensaciones una vez consumado el divorcio.

Libre de nuevo, Goddard se mudó a Los Ángeles: se había propuesto hacer carrera en Hollywood. Durante sus primeros años no obtuvo más que papeles muy secundarios, irrelevantes. Sarcásticamente, comentó: “La vida fue fácil siendo rubia. No tenía que pensar, no tenía que hablar. Lo único que tenía que hacer es estar ahí”.

Pero pronto su irresistible belleza se encargaría de poner a la fortuna otra vez de su lado. Era el año de 1932 cuando, en una fiesta, le presentaron al ya reconocido director de cine Charles Chaplin, quien de inmediato quedó fascinado por aquella rubia de enormes ojos claros.

Desde entonces se les veía juntos en todas partes. En 1936, de la mano del genial Chaplin, Goddard inscribiría su nombre en la historia del cine al protagonizar Tiempos modernos. Sin embargo, entre el público y en la industria del espectáculo lo que se escuchaba eran murmullos: Paulette y Charles ¿estaban casados o no?

Hay que recordar que aquellos eran los años del Código Hayes, una especie de normativa por la que se regían las producciones de Hollywood y en la que se establecía, de manera tajante y precisa, cuáles contenidos eran considerados

Paulette Goddard y Charles Chaplin

Paulette Goddard y Charles Chaplin

inmorales y dañinos para sociedad estadounidense y, por tanto, no debían mostrarse en pantalla bajo ningún concepto.

En el Código Hayes podían leerse cosas como las siguientes: “El carácter sagrado de la institución del matrimonio y del hogar será mantenido. Los films no dejarán suponer que formas groseras de relación sexual son cosa frecuente o reconocida (…) La posible belleza de un cuerpo desnudo o semidesnudo no impide la inmoralidad de su exhibición en el film”.

Así, pues, los rumores acerca de si Chaplin y Goddard estaban casados eran algo más que un simple tema de chismes.

Finalmente, en la noche de estreno de El gran dictador (1940), y para alivio de la pudorosa sociedad estadounidense, la pareja confirmó que eran marido y mujer desde 1936, cuando secretamente contrajeron nupcias durante un viaje a China.

El matrimonio, sin embargo, duró poco: se separaron en 1942.

Por 1938 Goddard decidió probar suerte en el casting para interpretar el personaje de Scarlet O´Hara, en Lo que el viento se llevó (1939). Y era la favorita, pero su divorcio y su relación todavía poco transparente con Chaplin ya le había ganado una irreversible mala reputación ante la opinión pública norteamericana, por lo cual a último momento el papel le fue adjudicado a Vivien Leigh.

De todas formas, los 40 fueron los años dorados de Paulette Goddard. Contratada por Paramount, protagonizaría éxito tras éxito: Al fin solos (1940, con Fred Astaire), El castillo maldito (1940, con Bob Hope), Piratas del mar Caribe (1942, de Cecil B. DeMille), Sangre en Filipinas (1943, que le valió una nominación al Óscar), La bribona (1945), Memorias de una doncella (1946, de Jean Renoir) y Los inconquistables (1947, con Gary Cooper).

«No hace falta ser Freud para saber que la persona más fascinante del mundo, seas actor o no, eres tú misma” – Paulette Goddard

Paulette contraería matrimonio dos veces más: con el actor Burgess Meredith y con el novelista alemán Erich María Remarque, con quien estuvo unida desde 1958 hasta la muerte de él, en 1970. Sin embargo, a lo largo de toda su vida muchos fueron sus amantes: Howard Hughes, Gary Cooper, Aristóteles Onassis, George Gershwin, John Wayne, Aldous Huxley y John Houston.

Fallecido su último esposo, se retiró al pueblo de Ronco, Suiza, junto con sus dos grandes aficiones: los coches de lujo y las obras de arte. Solo muy contadas veces se volvería a dejar ver en público.

Murió el 23 de abril de 1990, a los 79 años de edad, a causa de un paro cardíaco. No tuvo hijos.

Goddard en Modern Times, 1936 8b14ad80af25864abf73aa898cdddf1271bf7a6c33810c99e291fdc1e9d8b51a


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