Desde que nacemos tenemos tiempo para desarrollar distintas actividades. Al cumplir el primer año de vida ya caminamos, o estuvimos cerca. A los dos años ya hablábamos, o pronunciábamos palabras con mayor claridad y, al crecer, hicimos y aprendimos muchas cosas más. A los 7 ya íbamos a la escuela, a los 15 a la prepa y a los 20 ya estábamos en la universidad. Ahora bien, es común saber o tener una guía de las cosas que podemos hacer o no, dependiendo de los años que tengamos. Pero, hay situaciones que no tenemos realmente muy claras, por ejemplo: ¿Ya estoy lista para una mastografía?

En primer lugar, es importante saber que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el más común entre las mujeres de todo el mundo y representa el 16% de todos los cánceres femeninos. Esta enfermedad ha aumentado, sobre todo en los países desarrollados, donde la mayoría de los casos se descubren en etapas avanzadas.

En uno de los informes presentados por la organización se estimó que durante 2004 murieron 519.000 mujeres a causa de este mal. Por su parte, la tasa de supervivencia ante esta afectación varía en el mundo, 80% o más en América del Norte, Suecia y Japón. Aproximadamente 60% en países de ingresos medios y 40% o menos en países de bajos recursos, los cuales no cuentan con programas de detección precoz, ni servicios para el tratamiento correcto.
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¿A qué edad debemos hacernos una mastografía?

¡Buena pregunta! Actualmente, esta temática es fuente de debate en distintos lugares del mundo. La Sociedad Americana del Cáncer (ACS) recomienda que las mujeres mayores de 40 años deberían practicarse anualmente una mamografía, aún y cuando estén en buen estado de salud. Mientras que la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), establece que este tipo de pruebas debe realizarse obligatoriamente a partir de los 50 años, o de los 45 en el caso de que se trate de una persona con antecedentes familiares de cáncer de mama de primer grado.

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Un estudio del National Cancer Institute (NCI) de Estados Unidos, determinó que las mujeres menores a 40 años no obtendrían mayores resultados de una mamografía, incluso si presentan algún antecedente por familiares cercanos. El examen de detección ha sido efectivo en mujeres mayores de los 40 o 50 años.

En la investigación se explicó que las mastografías corresponden a radiografías de las mamas de las mujeres. Cuando esta se utiliza para la comprobación de cambios en las mamas en féminas que no presentan síntomas, se les llama “mamografía de detección”. Cuando se utiliza para la comprobación de cambios mamarios en mujeres con síntomas, recibe el nombre de “mamografía de diagnóstico”.

El Dr. Peter Mace, subdirector médico del British United Provident Association (Bupa), entidad creada en el Reino Unido con más de seis décadas de vida y que está presente en más de 190 países, a propósito del informe del NCI, concluye que con este estudio se ha demostrado que en mujeres menores de 40 años esta prueba no resulta útil y que podrían los daños superar los beneficios. “No solo se trata de la preocupación y la angustia que un resultado “falso positivo” puede generar, sino también del daño potencial causado por la radiación y el resto de pruebas invasivas e innecesarias”, aseveró.mamografiamujer

La autoexploración y las mamografías son las herramientas más útiles para encontrar bultos sospechosos en las mamas. En general, la técnica de la mamografía facilita la detección de pequeños bultos, difíciles de predecir mediante la palpación del pecho. Por ello, es importante asistir al médico y que las mujeres con más de 40 años se realicen una mastografía para despejar cualquier duda.

¡No esperes más, tócate y chequéate antes que te toque!

 


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