Ángeles Batista celebra 10 años de su blog “Botica Pop”, un proyecto de moda y belleza que vivió importantes hallazgos en la apertura de la narrativa blogger. Para mi, uno de los proyectos más profesionales que vi.

En una entrevista exclusiva, Ángeles Batista nos llevó por importantes momentos de su blog y de lo que editorialmente pasaba en México cuando los bloggers ocuparon un lugar en las salas de prensa. Botica Pop apostó por reseñas y reflexiones sobre la moda y belleza claras, confiables, informadas y bien escritas.

Vivió los cambios paulatinos de una comunidad que se reunía para hablar de moda en cafés o casas, logró hacer un podcast de moda con dos amigas bloggers y se comenzó a conectar con otras plataformas de social media para impulsar sus contenidos. Cumplir 10 años es muy significativo para Ángeles que ha tenido que dar batalla de los followers y la credibilidad de la audiencia.

Hoy damos un vistazo un tanto nostálgico sobre algunos sucesos interesantes en la vida de un blog de moda en México. ¿Qué ha cambiado? ¿Cómo se movía esta comunidad cuando estalló todo? ¿Qué perspectivas de contenido de moda tenemos hoy en día? ¿Qué blogs son lo que realmente prosperarán en una red repleta de propuestas?

E N T R E V I S T A

-¿Cuál fue el primer post que escribiste?

-El primero que publiqué era sobre una página (de lo más ordinaria) que servía para descargar audio de YouTube en formato mp3. Lo único que tengo que decir en mi defensa es que a Spotify le faltaba un mes para ser lanzado y varios años para llegar a México.

Las primeras eran o salidas para tomar algo o encuentros para hacer cosas concretas como grabar un video o algo así. Luego dejamos de hacer citas formales porque nos encontrábamos con frecuencia en los eventos de prensa.

-¿En aquel entonces a qué bloggers admirabas?

Carmeron» de Devil Wears Prada, Ari Ferret de Fashionísima y Mónica Parga de Miss At la Playa, españolas las tres. Carmeron sigue escribiendo su blog, ahora en Vogue.es, Ari desapareció su sitio en 2017 y Mónica ganó una beca Fulbright y se ha convertido en una magnífica periodista.

-¿Quiénes fueron tus primeros amigos blogger en México?¿Todavía los conservas?

-Sí, a todos. De hecho, algunos de ellos pasaron de «amigos bloggers» a amigos de la vida y después de 10 años se siente como que son mis amigos de toda la vida. Con otros tengo menos contacto, pero siempre sabemos más o menos en qué anda cada quién.

-¿Tenían actividades o reuniones? ¿Cómo era su comunidad fuera de la red?

-No al principio. Las reuniones empezaron como un año después. Las primeras eran o salidas para tomar algo o encuentros para hacer cosas concretas como grabar un video o algo así. Luego dejamos de hacer citas formales porque nos encontrábamos con frecuencia en los eventos de prensa. La comunidad vivía de la misma manera dentro y fuera de la red: nos leíamos unos a otros, nos pasábamos información, nos conseguíamos contactos o invitaciones, nos hacíamos espacio en las oportunidades que empezaban a surgir. Era muy lindo, yo solía decir que no éramos competencia sino justamente una comunidad, pero es que éramos en verdad muy pocos.

-¿Qué blogs mexicanos admirabas? 

-Creo que a todos los que existían entonces: Guapología, Tarde o Temprano que llegó un poco después y el de @Aldonautico que ya no existe. El de Aldo me gustaba especialmente porque leyéndolo aprendí mucho de moda, tema del que no sabía casi nada cuando abrí Botica Pop.

-¿Alguno de estos cumple 10 años como tú? 

-Guapología cumple años unos meses antes que Botica Pop y Moda Capital cumple 10 en 2019. Y me parece que son los únicos así de longevos. Mi blog, por cierto, no está ni de cerca tan activo como esos dos que mencioné.

-¿Recuerdas los primeros eventos a los que te invitaron?

-El primero, de hecho, lo recuerdo perfecto: era el showroom para mostrar la nueva temporada de una marca de zapatos. ¡Al salir me tomó por sorpresa que quisieran hacerme un regalo! El segundo era una fiesta de lanzamiento de un teléfono: como no confirmé a mi acompañante no lo dejaron entrar y entonces yo tampoco entré. En ese tiempo no conocía las dinámicas de los eventos para prensa ni entendía muy bien cuál era mi papel en todo eso. Y eso que cuando empecé a recibir invitaciones ya había logrado «crashear» algunos eventos, incluyendo algún desfile en las semanas de la moda de entonces (como DFashion).

-¿Con qué revista femenina impresa hecha en México te quedas?

-Uy, qué pregunta tan difícil. No le soy fiel a ninguna y ya casi no leo revistas impresas, solo los puntos com y siempre las versiones extranjeras. Encuentro que las mexicanas tienen poco contenido original y aún menos contenido original que las distinga como mexicanas. Quiero decir, ¿qué sentido tiene un editorial de belleza producido en México con puras modelos rubias? Eso ya me lo dan los sitios web de las revistas extranjeras.

La mayor reinvención si acaso ha sido que muchas editoras comenzaron a verse y a comportarse como fashion bloggers, así sea por necesidad de la marca a la que representan.

-¿Y extranjera?

-¿Rookie Mag cuenta como revista femenina impresa? Cuando viajo me gusta comprar revistas en inglés y tengo predilección por las de Condé Nast, aunque también gasto más de lo que debería en las de chismes de celebridades. Son mi souvenir y me recuerdan qué estaba pasando cuando hice determinado viaje: lo que estaba de moda, qué película se estrenó, de quién se estaba divorciando Brad Pitt… ese tipo de cosas.

-¿Cómo era en aquel entonces el mundo editorial? ¿Crees que ha cambiado a lo que es ahora?

-Hace 10 años yo no conocía el mundo editorial y comencé a conocerlo «de oídas» al mismo tiempo que comenzó el ascenso de los medios digitales en general, primero de los blogs y después de lo que llamamos influencers. Creo que el principal cambio es que las revistas impresas perdieron su lugar en la jerarquía de los medios de moda y ahora tienen que competir por los presupuestos contra todo lo que sucede en digital, incluyendo, por supuesto, a los influencers. Aunque me parece que las revistas siguen conservando su importancia a los ojos de las marcas, también me parece que la mayoría no han sabido reinventarse. La mayor reinvención, si acaso, ha sido que muchas editoras comenzaron a verse y a comportarse como fashion bloggers, así sea por necesidad de la marca a la que representan. Algunas lo hacen genial y otras tienen cuentas de Instagram que claramente son solo una obligación.

Los influencers, en teoría, tienen importancia individual; en teoría lo que ellos dicen influye en lo que sus seguidores hacen, pero no estoy tan segura de que esto sea cierto.

-¿En qué han cambiado tus coberturas locales a lo que eran antes?

-Para empezar, hay muchas más herramientas disponibles. Cuando empecé Botica Pop no había Instagram. Cuando empezó Instagram yo aún no tenía un smartphone. Menciono Instagram porque me parece que fue la plataforma que causó los cambios más grandes. Al principio, cuando iba a una pasarela, tomaba fotos de todos los looks, elegía las que habían salido más o menos decentes y las publicaba en un post, acompañadas por un texto. Ahora las coberturas de pasarela son cinco slides en Instagram Stories. Ahora publicar más material cuesta menos trabajo, aunque también es material más crudo. Lo que más me gusta de las herramientas actuales es que se puede transmitir mejor cómo es vivir el evento, en el momento. Esto para las fiestas, por ejemplo, es estupendo.

-¿Qué es para ti un influencer en México?

-No me gusta la palabra «influencer». Creo que fue el resultado de buscar una palabra genérica para nombrar algo que a nadie le termina de quedar muy claro qué es. Al principio, los bloggers teníamos algo en común: un blog. Pronto hubo quién hacía un trabajo similar, pero sin tener blog. Además yo afirmo que la importancia de los bloggers era colectiva, un conjunto de nuevas voces en un sistema antes cerrado. Los influencers, en teoría, tienen importancia individual; en teoría lo que ellos dicen influye en lo que sus seguidores hacen, pero no estoy tan segura de que esto sea cierto: hay mujeres con cientos de miles de seguidores en Instagram que no pueden hacer que 10 000 de esos seguidores vayan a ver sus videos de YouTube. Ahora, con las celebridades es distinto, pero precisamente la palabra influencer se usa mucho para nombrar a alguien que justamente no es una celebridad.

-¿Qué extrañas de toda la movida de blogs que surgió hace 10 años? 

-¡Extraño conocerlos a todos! Bueno, cuando éramos como una docena no era difícil conocerlos a todos, pero incluso después siempre me daba el tiempo para saber más o menos en qué andaba cada quién. Ahora es imposible seguirle el paso al medio que, por cierto, está tremendamente saturado.

Yo nunca viví de ser blogger, pero ser blogger me consiguió todo lo que tengo ahora.

-¿Crees que los blogs tengan larga vida? 

-Sí. Pero dependiendo del tema. Tengo una amiga súper viajera que suele decir «amo a los blogueros», porque cuando decide irse de viaje a algún destino, por más exótico que este sea, los mejores consejos termina encontrándolos invariablemente en algún blog. Creo que los bloggers y youtubers que dan consejos prácticos o que hacen tutoriales van a existir muchísimo tiempo más. En cuanto a los influencers como tal, no sé en qué van a mutar, pero así como los conocemos no les doy más de cinco años de buena vida.

-¿Se vive de blogger? 

-Yo nunca viví de ser blogger, pero ser blogger me consiguió todo lo que tengo ahora. Gracias al blog cambié de giro profesional, obtuve mis primeros trabajos freelance y conocí a muchas personas que después me llamaron para distintos proyectos. Hubo un tiempo en el que sí llegué a ganar dinero directamente por el blog, pero nunca tanto como para vivir directamente de eso. Creo que en México ese ha sido el patrón, en mayor o menor escala: la mayoría consiguieron otras cosas, algunas enormes, gracias a sus blogs. También conozco a quién sí vive de su blog, pero hasta donde sé son minoría.

-¿Hoy qué haces? 

-Estoy cumpliendo ocho años de freelancear en medios digitales. Principalmente, hago contenidos para redes sociales para diferentes marcas. He hecho community y content management para marcas de belleza y de moda, pero también para programas y canales de televisión. Hago redacción para sitios web de marcas de consumo y para start-ups. También he hecho producción de contenidos desde redacción de artículos hasta dirección creativa de fotografía (mi esposo es fotógrafo, así que solemos hacer mancuerna en esto). Voy combinando diferentes proyectos conforme aparecen, a veces duran meses, a veces son puntuales. A veces me cuesta encontrar tiempo para bañarme y a veces me puedo poner a ver Netflix toda la mañana. Y también soy mamá.

-¿Qué escuchas? 

-Podcasts, montones de horas de podcasts. Cuando lavo platos o cuando voy en el metro o cuando camino a la escuela de mi hija para recogerla, escucho un podcast. Los descubrí en serio a principios de este año y me parecen una movida súper interesante, mucho mejores que YouTube e infinitamente mejores que Instagram.

-¿Si tuvieras que quedarte con 5 cuentas de Instagram cuáles serían?

-Con las de mi esposo y amigas y con la de Eva Chen. O sea @hombresconsombrero, @bere_jh, @guapologa, @cardcaptor79 y @evachen212. Instagram me aburre, pero sí me gusta para ver qué están haciendo mis amigas y Eva Chen es la única celebridad que me divierte en serio.

-¿Qué proyectos online en México te gustan actualmente?

-Malvestida es uno de mis favoritos. En Estados Unidos hubo una evolución muy padre de blogs temáticos a medios de comunicación más en forma que aquí sucedió a escala muy pequeña. Para mi Malvestida representa la evolución que debieron haber tenido los blogs en México, casi nadie está haciendo lo que Ale Higareda con su sitio. También me gusta CoolhunterMx, porque los leo desde el principio de los tiempos.

Los contenidos editoriales de moda en formato digital todavía están en pañales en México, así que van a tener que crecer, mejorar y adaptarse mejor a los canales de distribución actuales.

-¿Qué pasó con los podcast con Tarde o temprano y Guapóloga?

-La vida. Originalmente lo empezamos porque Bere de Tarde o Temprano nos convenció, ella decía que los podcasts eran el futuro. Y sí eran. Bere siempre sabe detectar los movimientos cuando están empezando. Ahora bien, nuestras primeras temporadas fueron producidas en un estudio profesional, con un productor profesional que ahora trabaja en proyectos muy grandes, pero por cosas de la vida perdimos contacto con él. Luego Guapóloga se fue a vivir a Los Ángeles y Bere se fue a Suecia y fue cuando decidimos, años después de aquel podcast profesional, producir una versión artesanal grabando vía Google Hangouts. Solo que sin nadie que se haga cargo de la parte técnica se vuelve muy complicado todo, especialmente porque todas tenemos nuestras propias ocupaciones. Además es difícil encontrar un horario que nos venga bien… ¡estamos hablando de tres husos horarios diferentes!

-¿Cómo visualizas el futuro de los contenidos editoriales de moda en México?

-Creo que esos contenidos no se han terminado de mudar a internet, los medios impresos se resisten. Así que para empezar creo que eso va a tener que suceder. Pero los contenidos editoriales de moda en formato digital todavía están en pañales en México, así que van a tener que crecer, mejorar y adaptarse mejor a los canales de distribución actuales. Hay algunos proyectos interesantes, ya totalmente digitales, pero me parece que también les hace falta madurar, crecer y con ello conseguir mejores presupuestos y entonces estar en posibilidad de hacer cosas más grandes. Creo que el reto para los medios de moda en México es que están compitiendo contra YouTube. Somos un país donde la audiencia consume muchísimo contenido de YouTube y, por lo tanto, su atención está totalmente en otro lado.

-¿Todavía lees blogs?

-Ya casi no. Todavía me interesa mucho el tema de moda y belleza, pero ahora leo más periodistas y menos bloggers o leo semanarios o sitios web que no son blogs. También leo mucho más de otros temas y escucho podcasts. Cuando son las semanas de la moda paso más tiempo que de costumbre viendo Instagram Stories, eso sí.

-¿Qué planes hay para Botica el próximo año?

-El plan eterno es reactivar mi frecuencia de publicación y siempre tengo esperanzas de «este año sí» volver a publicar tan prolíficamente como antes. También quiero empezar a escribir más de dos temas concretos: maternidad y moda sustentable.

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-¿A dónde llevas a comer a un extranjero en México?

-Mmmmh. Depende qué tan aventurero sea el extranjero. Las opciones van desde El Cardenal para los menos aventureros hasta el mercado de Jamaica para los más. El Vilsito puede ser un punto intermedio. 

-¿Recomiéndame una marca de belleza mexicana?

-Pai Pai. Me encantan sus labiales, la calidad, sus tonos y sus empaques. Y sus inspiraciones, por supuesto.

-¿Qué desmaquillante usas?

-Voy cambiando dependiendo de lo que tenga disponible en casa, lo que haya llegado en el último kit de prensa, básicamente. En este momento estoy usando uno de la línea Genius de Algenist, el Ultimate Anti-Aging Melting Cleanser. Es un aceite que al contacto con el agua se convierte en leche. Me gusta, porque es desmaquillante y limpiador, pero además mejora el aspecto general de la piel, dejándola más humectada, flexible y luminosa. Ay, esto quedó como tremendo comercial, pero si pudiera mostrarles el envase verían que casi me lo terminé porque me encantó.

-¿Qué sombra de ojos es la que mejor te ha funcionado?

-Tengo todas las paletas de edición especial de Givenchy desde 2012 y muchas de sus sombras de catálogo y realmente no necesito más. Las tengo porque trabajo para la marca, pero me alegra que sea una marca de tan buena calidad, de verdad no tienen un solo cosmético malo.


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