Cerca de un tercio del día es lo que gastamos en estar conectados en las pantallas. El Digital 2024: Global Overview Report indica que los internautas de todo el mundo destinan en promedio 6 horas y 40 minutos para navegar, por lo que el concepto de tecnoestrés engloba a los usuarios que, ante el uso excesivo de tecnología, entran en períodos de ansiedad y desgaste mental. La paradoja es: ¿la hiperconectividad te hace más eficiente o merma tu productividad?

Concepto de persona que sufre de ciberenfermedad y adicción a la tecnología

¿Sufres de tecnoestrés?

“Nuestro sistema nervioso no está diseñado para la hiperconectividad constante. La velocidad del cambio, la sobreinformación y la falta de pausas generan una carga emocional que el cuerpo interpreta como amenaza. Como resultado llega el agotamiento y la baja productividad, pero en realidad no es la Inteligencia Artificial lo que nos estresa, sino la manera inconsciente en la que convivimos con el panorama tecnológico”, explica José Mársico, fundador de Body Systems.

Sin duda, un momento que cambió nuestros entornos laborales fue la pandemia. De acuerdo con el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), previo al confinamiento sólo 34% de los mexicanos tenía opción de hacer trabajo remoto y por algunos días; mientras que la cifra subió a 68% en 2020 y el home office se volvió una actividad diaria. Lo que antes era sólo nuestro hogar, se convirtió en una extensión de las oficinas.

Para este 2025, se calcula que el 66% de los colaboradores mexicanos van a la oficina todos los días de la semana, aunque el llamado sistema híbrido hace que tanto las actividades unipersonales, como aquellas que se realizan en equipo, necesiten de una pantalla y del uso de la tecnología.

“Estamos ante el reto de diseñar entornos sostenibles, tanto físicos como mentales. El hogar, cuando se ocupe para home office, debe tener espacios delimitados, horarios respetados y pausas energéticas. El equilibrio para no caer en la hiperconexión implica trabajar por bloques y crear ‘rituales digitales’; es decir, agendar descansos, limitar las notificaciones y, en específico, entender que la casa no es una extensión del espacio laboral”, reitera Mársico.

Retrato de joven mujer bastante cansada con pegatinas de papel en vasos sentado a la mesa en camisa negra

Herramienta de transformación

Las empresas son quienes deben liderar el cambio cultural para que la productividad y el bienestar no compitan, sino que uno sea el potenciador del otro, y es en esta tarea donde Body Systems irrumpió en la escena corporativa desde 2007, al implementar programas de wellness para compañías, y cuyo objetivo es mejorar la salud mental y física de los colaboradores.

Que la tecnología sea una herramienta de transformación y no un agente de desgaste sí es posible, y para ello Body Systems lanza el programa Bye Bye Estrés, cuya duración es de 28 días y se puede incorporar a las empresas a través de suscripciones, donde con una inversión mínima participan un máximo de 100 empleados por período, para tener una opción totalmente personalizada que combina neurociencia, entrenamiento físico y pedagogía emocional, para enseñar a las personas a salir del modo supervivencia y recuperar su energía.

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Mujer de tiro medio trabajando tarde en la noche

“En Body Systems guiamos a las personas a reconectar con su bienestar a través de prácticas simples, accesibles y respaldadas por la ciencia. El programa Bye Bye Estrés incluye un día exclusivo para la desconexión digital, donde enseñamos a liberar al sistema nervioso de la sobrecarga tecnológica, además de otros períodos dedicados a la reconexión social, porque el verdadero antídoto al estrés no es solo la calma, sino la conexión humana. La clave está en usar la tecnología con intención: crear comunidad, fomentar hábitos de bienestar y liderar desde la conciencia”, comparte Mársico.

Aunque parecen prácticas constantes, ante las actividades diarias y la conexión a las pantallas se pierde de vista la respiración funcional, las pausas activas, el movimiento consciente de nuestro cuerpo y otras prácticas que regulan el sistema nervioso. Es real que en la actualidad no podemos desconectarnos del todo, pero más que resignarnos, es evolucionar para que las nuevas formas de trabajo también contengan opciones de cómo cuidarnos.

“Desde Body Systems formamos líderes y equipos que integran el bienestar en la cultura diaria de las empresas, para nosotros no se trata de un beneficio aislado, sino de una estrategia esencial para la salud organizacional y la innovación sostenible. Si la tecnología funciona para las labores diarias, también podemos sacar el provecho para aumentar nuestra salud, por ello formamos cápsulas adaptadas al trabajo remoto, con las que se activa el cuerpo, la mente y la respiración en minutos”, concluye Mársico.

Gente borrosa trabajando en la oficina
El tecnoestrés, síntomas y curiosidades 

también conocido como estrés tecnológico, es una condición que surge debido a la exposición constante y excesiva a las tecnologías digitales, como computadoras, teléfonos inteligentes, redes sociales y otros dispositivos electrónicos. Este fenómeno se ha vuelto cada vez más común en la era digital, afectando tanto a adultos como a jóvenes. Los síntomas del tecnoestrés pueden ser físicos, emocionales y conductuales, y su presencia puede variar en intensidad según la persona y el grado de exposición tecnológica.

Entre los síntomas físicos más frecuentes se encuentran dolores de cabeza, fatiga ocular, problemas de visión, insomnio y molestias musculares o de postura debido a largas horas frente a pantallas. La fatiga visual, conocida como síndrome de visión por computadora, provoca sensación de ardor, picazón o sequedad en los ojos. Además, algunas personas experimentan alteraciones en el sueño, como dificultad para conciliarlo o interrupciones frecuentes durante la noche.

Señorita en camiseta blanca auriculares negros con portátil gris en la mesa taza de café planta bolígrafos libros en gris

Plano emocional

el tecnoestrés puede generar ansiedad, irritabilidad, nerviosismo y sensación de agobio ante la constante conectividad. Muchas personas sienten que deben estar siempre disponibles y respondiendo mensajes o correos electrónicos rápidamente, lo que incrementa el estrés y reduce la capacidad de relajación. También puede presentarse una sensación de sobrecarga informativa o fatiga mental por la cantidad de datos que deben procesar diariamente.

Conductualmente, quienes padecen tecnoestrés pueden mostrar cambios en sus hábitos sociales y laborales. Es frecuente que eviten interacciones cara a cara o reduzcan su participación en actividades sociales presenciales debido al tiempo dedicado a las tecnologías. Además, puede haber un aumento en el uso compulsivo de dispositivos electrónicos como forma de escapar del estrés o la ansiedad generada por su dependencia tecnológica.

En resumen, el tecnoestrés presenta síntomas físicos como dolores y fatiga ocular; emocionales como ansiedad e irritabilidad; y conductuales relacionados con cambios en los hábitos sociales y laborales. Reconocer estos signos es fundamental para implementar estrategias que reduzcan su impacto y promuevan un uso saludable de las tecnologías digitales.

Finalmente, querida amiga KenaLovers, es escencial hacer una auto evaluación y conocer tu cuerpo. ¿Exceso de trabajo o tecnoestrés? Atenta a estas claves y vela por tu bienestar con estrategias efectivas y poderosas que te harán sentir tranquila.

Mujer buscando en su computadora portátil

Fotos Freepik
Info de Body Sistems, modificado por Mariel Gadaleta


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