Si compartes tu vida con un perro, conoces esa explosión de alegría pura que se manifiesta en el movimiento frenético de su cola, en sus saltos locos al oír la palabra «paseo» o en la mirada de devoción absoluta cuando te acercas con su plato de comida. La felicidad de un perro es una de las cosas más genuinas y contagiosas del mundo. El bienestar del perro, de tú perro, es lo mejor que puedes asegurar.

Lo maravilloso de nuestros compañeros caninos es que muchas de esas cosas que aman instintivamente no solo les traen alegría momentánea, sino que son pilares fundamentales para su salud física y mental a largo plazo. Entender el «porqué» detrás de sus actividades favoritas nos permite fomentarlas de manera consciente, convirtiéndonos en mejores guardianes de su bienestar.

Aquí te contamos 5 cosas que tu perro adora hacer y por qué son tan increíblemente buenas para él, junto con consejos para potenciar cada una de ellas.

5 cosas que tu perro ama (y que cuidan su salud)

1. Correr como si no hubiera mañana: el poder del ejercicio

Lo que ama. La explosión de libertad. Sentir el viento, perseguir una pelota, explorar un parque con todos sus fascinantes olores. Para un perro, correr no es una obligación, es la máxima expresión de su naturaleza.

Por qué le hace bien. El ejercicio regular es mucho más que una forma de quemar energía. Es la base de la salud canina.

  • Salud cardiovascular y control de peso. Mantenerse activo fortalece el corazón de tu perro, mejora la circulación y es la herramienta más eficaz para prevenir la obesidad, un problema creciente que puede derivar en diabetes, enfermedades cardíacas y una presión excesiva sobre sus articulaciones.
  • Bienestar mental. El ejercicio es el mejor antidepresivo y ansiolítico natural. Libera endorfinas (las hormonas de la felicidad), reduce el estrés acumulado y previene problemas de comportamiento como la destructividad o los ladridos excesivos, que a menudo son producto del aburrimiento y la energía reprimida.
  • Estimulación sensorial. Un paseo o una carrera no es solo movimiento; es una rica experiencia sensorial. Olfatear el entorno es la forma en que tu perro lee las «noticias» del vecindario, lo que mantiene su mente activa y estimulada.

Varía la rutina. Además de los paseos diarios, introduce juegos de buscar y traer, llévalo a caminar a la montaña los fines de semana o, si le gusta el agua, busca un lugar seguro donde pueda nadar. La variedad mantiene el ejercicio emocionante tanto para él como para ti.

2. Dormir en las posiciones más extrañas: la importancia del descanso

Lo que ama. Encontrar ese lugar perfecto, ya sea hecho bolita, estirado panza arriba con las patas al aire o con la lengua de fuera. Un perro se entrega al sueño con una confianza y un abandono totales.

Por qué le hace bien. El descanso de calidad es tan vital como el ejercicio. Durante el sueño, su cuerpo y su mente se regeneran. Es el momento en que:

  • El cuerpo se repara. Los tejidos se regeneran, los músculos se recuperan del ejercicio y el sistema inmunológico se fortalece.
  • El cerebro procesa información. El sueño ayuda a consolidar lo aprendido durante el día, ya sea un nuevo comando de entrenamiento o las reglas sociales que aprendió en el parque. Un perro bien descansado es un perro más equilibrado y receptivo.

Asegúrate de que tenga un espacio de descanso propio, cómodo y en un lugar tranquilo de la casa. Una buena cama que aísle del frío del suelo y le dé una sensación de seguridad puede mejorar drásticamente la calidad de su sueño.

3. Disfrutar de una comida deliciosa: la nutrición como pilar de la salud

Lo que ama. ¡La hora de la comida! Esa danza de felicidad y esos ojos expectantes son una de las demostraciones de amor más claras que existen. El sabor y la textura son una fuente de gran placer para ellos.

Por qué le hace bien. Una nutrición canina adecuada es el pilar sobre el que se construye su salud. Últimamente, ha ganado popularidad la tendencia de combinar el alimento seco (croquetas) con alimento húmedo, una práctica que ofrece múltiples beneficios:

  • Aporta hidratación extra. La comida húmeda tiene un alto contenido de agua, lo que ayuda a mantener a tu perro bien hidratado, favoreciendo la salud renal y del tracto urinario.
  • Es altamente palatable. Su aroma y textura suelen ser mucho más atractivos, lo que puede ser una gran ayuda para perros mayores, cachorros en transición o aquellos con un apetito más caprichoso.
  • Facilita la masticación. Es una opción ideal para perros con dientes sensibles o problemas dentales, ya que es mucho más suave y fácil de ingerir.
  • Ayuda en el control de peso. Gramo por gramo, el alimento húmedo suele tener menos calorías que el seco, lo que puede ayudar a que tu perro se sienta satisfecho con una menor ingesta calórica.

Si decides incorporar alimento húmedo a su dieta, hazlo de forma gradual para evitar problemas digestivos. Comienza mezclando una pequeña cantidad con sus croquetas y aumenta la proporción lentamente a lo largo de una semana. Y recuerda, asegúrate siempre de que tenga un recipiente con agua fresca y limpia disponible.

4. Tener una rutina (aunque no lo parezca)

Lo que ama. La seguridad de saber qué esperar. Aunque a veces parezca que vive en un adorable caos, tu perro es una criatura de hábitos y encuentra un profundo confort en la previsibilidad.

Por qué le hace bien. Una rutina para perros es el ancla de su estabilidad emocional. Saber a qué hora son los paseos, las comidas y los momentos de juego reduce su ansiedad y estrés. La incertidumbre puede generar nerviosismo en los perros, mientras que una rutina clara les da una sensación de control sobre su entorno, haciéndolos sentir más seguros y tranquilos.

Intenta mantener los horarios de sus paseos y comidas lo más consistentes posible, incluso los fines de semana. Esta estructura no solo regula su sistema digestivo y sus necesidades de ir al baño, sino que también le da un marco de tiempo a su día que lo ayuda a estar más relajado.

5. Recibir amor (y darlo a montones)

Lo que ama. Una caricia detrás de las orejas, una sesión de mimos en el sofá, tu voz diciéndole que es un «buen chico». El afecto es su lenguaje universal.

Por qué le hace bien. El vínculo humano-animal es una poderosa fuente de salud para ambos. Cuando interactúas afectuosamente con tu perro, los dos liberan oxitocina, la llamada «hormona del amor». Esta hormona reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés), disminuye la presión arterial y fortalece la confianza y el sentimiento de pertenencia en tu perro. Un perro que se siente amado y seguro es un perro menos propenso a desarrollar problemas de comportamiento basados en el miedo.

El amor también se demuestra con tiempo de calidad. Dedica al menos 15 minutos al día a una actividad enfocada exclusivamente en él, sin distracciones. Puede ser un juego de olfato en casa, una sesión de cepillado relajante o simplemente sentarte a su lado y observarlo. Esa atención plena es uno de los mayores regalos que puedes darle.

En definitiva, la felicidad y la salud de tu perro están intrínsecamente ligadas. Al fomentar estas simples alegrías, no solo estás llenando sus días de momentos felices, sino que estás construyendo activamente una vida más larga, sana y plena para tu mejor amigo.

Fotos Freepik
Fuente: Mars, modificado por Mariel Gadaleta 


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