Con la primavera a punto de tocar la puerta, es hora de dejar atrás los abrigos y dar la bienvenida a los días soleados. En este cambio de estación, es crucial recordar que nuestra piel también necesita adaptarse a las nuevas condiciones, ya que cuando pasamos del frío al calor, esta puede experimentar algunos cambios que la pueden afectar de varias maneras y necesitan atención especial.

Por ello, te compartimos 6 consejos fundamentales para cuidar de nuestra piel durante esta transición.

¿Qué pasa durante el invierno?

Durante el invierno, la piel tiende a resecarse debido al aire frío y seco, pero con la llegada del calor, comienza a generar más sebo.

Esto no es totalmente malo porque puede ayudar a mantener la barrera natural de la piel, pero al mismo tiempo puede convertirse en una pesadilla debido a que para algunas personas significa molestos brotes de acné que, aunados al incremento de sudor, pueden empeorar la apariencia de la piel.

Esto puede suceder por diversas causas. Ya sea debido a un aumento en la producción de grasa o a la obstrucción de los poros debido al sudor y la acumulación de células muertas de la piel. Por eso, ahora que ya viene la primavera, necesitas ajustar tu rutina de skincare.

Por otro lado, los días más soleados y cálidos nos obligan más que nunca a protegernos de los rayos UV, ya que la exposición al sol sin protección puede provocar un aumento en la pigmentación de la piel.

Además que este es el principal factor de envejecimiento cutáneo, lo que puede provocar una hiper pigmentación, especialmente en áreas como el rostro y las manos, manifestándose en forma de manchas oscuras o pecas.

Si eres una persona con piel clara o sensible, ¡Esta recomendación es doble! Entre más luz solar, es más importante protegerse.

Piel radiante en este cambio de estación

Piel radiante en este cambio de estación

Piel radiante en estos 6 pasos

Así que prepárate para consentir tu piel y darle el cariño que se merece durante la transición estacional con estos útiles consejos:

1- Limpieza suave. ¡No cometas el error de irte a dormir sin lavarte la cara!  La limpieza es sumamente importante ya que tiene numerosos beneficios, como; eliminar la suciedad, el exceso de grasa y los contaminantes ambientales que pueden obstruir los poros y causar imperfecciones como granos y puntos negros. Se recomienda realizar la limpieza dos veces al día con un limpiador suave.

2. Exfoliación regular. Te ayudará a tenerla fresca y limpia para la primavera, y te va a permitir dejar atrás las células muertas que acumuló tu piel durante el invierno.

La exfoliación estimula la circulación sanguínea y hace que la piel luzca más radiante, solo recuerda que es importante no exfoliar en exceso, ya que puede irritar tu piel y hacerla más sensible y propensa a quemarse con el sol.

3. Tonifica tu piel. Tonificar es importante para su salud por varias razones. En primer lugar, porque un tónico elimina el exceso de grasa y suciedad que puede quedar después de la limpieza, ayudando a prevenir la obstrucción de los poros y la formación de puntos negros y acné.

Además, el tónico ayuda a equilibrar el pH de la piel, lo que puede ayudar a prevenir la sequedad o la sobre producción de aceite. También puede ayudar a minimizar la apariencia de los poros, dejando la piel con un aspecto más uniforme y suave.

Recuerda también…

4. La hidratación es clave. Es vital asegurarte que tu piel esté bien hidratada con una crema ligera o un humectante sin aceite.

Una buena crema hidratante no solo agrega agua a tu piel, sino que también actúa como una barrera que evita que se evapore de tu cuerpo y permite mantener el equilibrio e impedir la sequedad y la irritación, especialmente cuando el clima se vuelve más cálido y soleado.

5- Más que nunca, protección solar. No te olvides de aplicar protector solar todos los días, incluso en días nublados. De acuerdo con la Skin Cancer Foundation, el uso regular diario de protector solar SPF 15, puede reducir el riesgo de desarrollar varios cánceres de piel hasta en 50%.

Además, ayuda a prevenir hasta en 25% el envejecimiento prematuro de la piel y los daños causados por el sol, incluidas las arrugas, la flacidez y las manchas de la edad.

6- Dieta equilibrada. Una dieta equilibrada es esencial para una piel radiante. Necesita nutrientes como las vitaminas A, C, E y D, junto con minerales como el zinc y el hierro, para producir colágeno, protegerla contra daños y darle hidratación adecuada.

Por ejemplo, la vitamina E es un antioxidante clave que retrasa el envejecimiento cutáneo y protege la piel de los radicales libres.

Desde la resequedad del invierno hasta el aumento de la producción de sebo con el calor, es crucial ajustar nuestra rutina de cuidado para mantenerla saludable y equilibrada. Con estos cuidados, estaremos listas para disfrutar al máximo de la temporada mientras lucimos una piel luminosa y revitalizada.

Fuente: Ringana


Mira este post: 3 tratamientos de belleza con remolacha


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: