¡Harry Potter! Ya sé que no es de mi generación, (¡tengo más de 50!) pero sí es de la generación de mi hija y, por lo tanto, se vuelve de mi generación, porque lo disfruté tanto como ella… y con ella. 

En HBO Max está un documental que nos regala una reunión de algunos de los actores, directores y productor, que participaron en todo o en alguno de los capítulos de la saga de ocho películas. Ayer la vi, y por supuesto que tuve un viaje al pasado ¡que disfruté muchísimo! Claro que recordé, reí y hasta lloré y me enteré de situaciones que vivieron los actores, los directores, y hasta la escritora de los libros que estuvo siempre muy involucrada en toda la experiencia fílmica, y comparte experiencias que ella vivió en esta travesía de diez años que empezó hace 20.

Se dice fácil, pero J. K. Rowling imaginó y escribió la historia más fantástica y maravillosa que cambió al mundo porque los niños ya no leían, y al disponer estos grandiosos libros, logró atrapar a millones de jóvenes en muchos idiomas entre sus hojas de papel y letras. Logró que se estuvieran quietos y sumergidos en estos lugares maravillosos como Hogwards, el estadio de Quidditch, la madriguera de los Weasley o el Bosque prohibido entre otros muchos, acompañando a Harry, Ron y Hermione.

Escuchar la historia que vivieron por diez años estos niños que crecieron junto con la saga, hace 20 años, en dónde hicieron de sus vidas Daniel, Rupert y Emma (y tantos más) la vida, sentimientos y pensamientos de los personajes que interpretaban, creo que debe generar una gran confusión de identidad. No debió haber sido nada fácil haberse comprometido a desarrollar un proyecto que los vería crecer, y hacerlo junto con los personajes y vivir una adolescencia en ese medio.

Creo que, si no es la primera vez que se hace esto en el mundo del cine, es de las pocas. Y además verlos ser personas sanas y “normales” me da gusto porque a pesar de todo lo que debió significar para ellos esta larga temporada de sus vidas que las marcó totalmente, puedo ver en el mundo a fuera de Harry Potter a una Emma Watson, un Daniel Radcliffe, o Rupert Grint personas haciendo una vida a su estilo y en general, pareciera que viviendo lo que quieren vivir. 

Me encantó ver este reencuentro, saber de las experiencias que vivieron unos y otros, todo lo que marcó para ellos esta experiencia, y que fueran conscientes de una pequeña parte de lo importante que fue para nosotros los espectadores y cómo marcó nuestras vidas; no solo en su entorno, sino en todo el mundo. 

Revivir momentos que viví con mi hija viendo las películas, o ella leyendo los libros haciendo un vínculo amoroso con su papá, disfrutando momentos que nos unían, ya sea compartiendo alguna premier, con disfraces y escobas Nimbus 2000, o repitiendo escenas de la película. O festejando su cumpleaños con una película de Harry Potter con una sala de cine solo para ella y sus invitados. Todo esto fue parte de nuestra vida y así crecimos por diez, hasta veinte años también nosotros. Con Harry, Hermione, Ron, Draco, Neville, Luna y todos los personajes que hicieron de sus vidas y su familia el equipo de cada película, y nosotros los dejamos que habitaran nuestros estantes, nuestros burós o nuestras teles, dejándonos llenar nuestras noches con una película o con un libro; se volvieron parte de nuestras vidas y hoy, a veinte años de la primera película en el cine y 24 del primer libro en Inglaterra, agradezco la oportunidad que buscó J. K. Rowling para publicar y hacer las películas y así llegar a los lugares más inimaginables.

Gracias por esta maravillosa historia que he amado y que cambió la historia de tantos seres que aprendieron a creer en la magia, en el amor, en la amistad… y en que, entre el bien y el mal, el bien y el amor prevalece. 


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