Aunque el minimalismo es una tendencia que se ha mantenido en el tiempo, los aparadores vienen en todos los tamaños, modelos y colores, así que no te detengas por temor a lucir desactualizado.
De vidrio o madera, con puertas o sin ellas, el aparador se ha convertido en un must have de tu hogar. Se trata de una pieza que funciona por sí sola, pero también resulta un excelente elemento decorativo.
El acabado puede ser en madera maciza o realizada en DM, así como con chapas naturales, de melamina, o laca, junto a frentes de cristal o metálicas. Todo depende del estilo que la persona le quiera dar o de los contrastes que estén presentes en la casa.
Aparadores: ¿Cómo los elijo?
Lo primero es definir con cuánto espacio cuentas, ya que generalmente suelen tener un fondo de 50 centímetros. Los más estrechos tienen unos 35 centímetros, pero son difíciles de encontrar y corres el riesgo de que no quepan algunas cosas.
Si el aparador es muy alto se verá más pesado o recargado el espacio, por eso si necesitas que tenga gran tamaño, lo más recomendable es buscar una pieza que pueda colgarse en la pared o que tenga patas altas. Piensa también en la calidad de los herrajes, para que dure muchos años.
Decoración e invención
Un aparador es una pieza con mucho peso estético, por eso es importante acompañarlo con elementos que le otorguen elegancia y estilo. Encima de los de diseño vertical puedes colocar una planta o adornos tipo deco no muy altos, incluso una lámpara baja puede aportarle personalidad.
No tengas miedo de jugar con las alturas y no busques la simetría, le aportará mucho carácter si en un extremo del aparador tienes un adorno bajo y en el otro uno más alto.
Recicla con estilo
Si tu aparador luce anticuado o se está dañando ¡no lo tires! Obsérvalo y piensa qué podrías hacer con él para que se vea más moderno. Puedes pintarlo, quitarle las puertas, añadirle repisas o actualizar los tirantes.
Versátil y hermoso
Lo bueno de los aparadores es que son multifuncionales y, aunque estamos acostumbrados a verlos en el comedor, también podemos colocar uno en la sala para que ocupe un puesto de transición entre esta y el comedor.
Dependiendo del modelo, los aparadores pueden funcionar como un mueble de audiovisuales para el salón o un mueble para el recibidor o zonas de paso, lo que debes considerar es el material, el color y la cantidad de compartimientos.
¿Cómo organizar los aparadores?
- Si tienes un aparador en el comedor para guardar la vajilla, lo mejor es clasificar los platos por clase y tamaño, así evitarás posibles quiebres.
- Otra forma de guardar los platos es exponerlos de forma frontal en el fondo del mueble para que puedan apreciarse sus diseños y colores a través del vidrio. En ese caso, necesitarías soportes especiales para que no se deslicen.
- La cristalería puedes organizarla en filas, de esa manera aprovecharás mejor el espacio y podrás acceder con facilidad a todos tus vasos y copas cuando la ocasión lo amerite. Una forma de potenciar cada rincón del aparador es incorporar ganchos para colgar las tazas.
- La mantelería la puedes almacenar en las gavetas o en los cajones. Lo importante es que no quede expuesta al polvo para que estén siempre listas para usar. Coloca primero los manteles o tapetes que uses con mayor frecuencia.
- Aprovecha las gavetas pequeñas para la cubertería. Opta por separadores que te permitan mantenerla organizada por tipos y tamaños.
Piensa para qué usarás el aparador, si como elemento decorativo o para guardar utensilios
A la hora de reciclar un viejo mueble, el cielo es el límite. Puedes tomar una cinta adhesiva y crear un estampado geométrico y divertido, lo que le aportará originalidad al pintarlo de diferentes colores
Lo ideal es que entre la pared y el mueble queden unos 10 o 15 centímetros. Así como en el lado contrario entre el aparador y el mueble.
Foto principal: Freepik
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