El verano en México, y en realidad cualquier época del año, es mucho más que una temporada de descanso: es una invitación a reconectar con una naturaleza salvaje, diversa y profundamente sanadora. Y aunque nuestras playas son famosas en todo el mundo, tierra adentro se esconden tesoros que ofrecen una experiencia diferente, una aventura que combina el poder del agua, la exuberancia de la selva y una profunda sensación de asombro: las cascadas.
Estudios recientes sobre tendencias de viaje muestran que los viajes en grupo, especialmente de millennials de entre 30 y 39 años, están marcando la pauta, con una clara preferencia por experiencias auténticas y memorables por encima del lujo tradicional. Y si de experiencias significativas se trata, pocas superan el impacto de estar frente a una imponente caída de agua.
Desde el norte hasta el sur del país, estos espectaculares escenarios se han convertido en el destino perfecto para quienes buscan aventura, descanso y belleza en estado puro. Esta es tu guía para descubrir cinco de las más increíbles cascadas en México, cada una con su propia personalidad y encanto.

Cascadas de México: Para escaparte este fin de…
1. Cola de Caballo, Nuevo León: la escapada perfecta desde Monterrey
A solo 40 kilómetros de la vibrante y moderna ciudad de Monterrey, la cascada Cola de Caballo es un verdadero oasis de frescura enclavado en las montañas del Parque Nacional Cumbres. Su caída de 25 metros de altura es famosa por la forma en que el agua se desliza por las rocas, asemejándose a la elegante y blanca cola de un caballo.
Es el destino ideal para una escapada de un día o un fin de semana lleno de actividades para grupos de amigos o familias. El parque ecoturístico que la rodea ofrece un circuito de tirolesas que te harán volar sobre el bosque, tranquilos paseos a caballo por senderos sombreados o simplemente la oportunidad de encontrar el rincón perfecto para un picnic junto al relajante sonido del agua.
Para una inmersión total en el ambiente de montaña, la mejor opción es hospedarse en el cercano Pueblo Mágico de Santiago. Allí encontrarás desde encantadoras cabañas rústicas hasta pequeños hoteles boutique que te permitirán despertar con el aire fresco de la sierra y explorar la cultura y gastronomía local.
2. Cascada de Tamul, San Luis Potosí: la joya monumental de la huasteca potosina
Prepárate para sentirte verdaderamente pequeño ante la majestuosidad de la naturaleza. Considerada una de las cascadas más impresionantes y hermosas de México, Tamul es una monumental cortina de agua de 105 metros de altura que nace de la unión de los ríos Gallinas y Santa María, formando el río Tampaón de un increíble color azul turquesa.
Llegar a Tamul es una aventura en sí misma. Desde el municipio de Aquismón, te embarcarás en una panga (una canoa tradicional de madera) y remarás río arriba a través de un cañón espectacular. El esfuerzo vale cada gota de sudor cuando, al doblar una curva del río, la imponente cascada aparece frente a ti. La experiencia a menudo incluye la oportunidad de nadar en la Cueva del Agua, una cenote de aguas cristalinas, y para los más audaces, practicar rappel junto a la inmensa caída de agua.
El punto estratégico para explorar esta y otras maravillas de la región es Ciudad Valles. Su ubicación la convierte en la base de operaciones perfecta, con una amplia oferta de hoteles y operadores turísticos que te pueden llevar a descubrir los secretos de la Huasteca.
3. Cascadas de Minas Viejas, San Luis Potosí: pozas turquesa en la selva
Si Tamul es poder y majestuosidad, Minas Viejas es un paraíso lúdico que parece sacado de una postal. También en la Huasteca, este lugar es un conjunto de varias cascadas de hasta 50 metros que se precipitan en una serie de pozas escalonadas de un intenso y brillante color turquesa, todo rodeado de una vegetación selvática exuberante.
Es el escenario ideal para pasar un día entero sumergido en sus refrescantes aguas. Puedes nadar de una poza a otra, saltar desde las rocas (siempre con precaución y siguiendo las indicaciones locales), o simplemente relajarte en la orilla escuchando el sonido del agua. El entorno también es perfecto para el senderismo y para los amantes de la adrenalina que deseen practicar rappel.
Al igual que con Tamul, Ciudad Valles sigue siendo el campamento base más conveniente por su cercanía y su infraestructura turística.
4. Salto de Eyipantla, Veracruz: la furia de Tláloc en los Tuxtlas
Siente el poder atronador del agua en el corazón de la selva de Los Tuxtlas. Alimentado por el río Grande de Catemaco, este impresionante salto de agua alcanza los 50 metros de altura y hasta 60 metros de ancho, creando una cortina de agua tan ancha y potente que la bruma te empapará a metros de distancia. El entorno está cargado de misticismo; se dice que aquí habitaba Tláloc, el dios mexica de la lluvia.
La experiencia principal consiste en bajar (y luego prepararte para subir) una larga escalinata de cientos de escalones que te lleva hasta la base misma de la cascada. Es un espectáculo sobrecogedor y un destino imperdible para los amantes de la fotografía de naturaleza y la biodiversidad de la región.
Para vivir una experiencia verdaderamente inmersiva y despertar con los sonidos de la selva, busca hospedaje en una de las muchas cabañas ecológicas que se ofrecen en la zona de Catemaco y Los Tuxtlas.
5. Hierve el Agua, Oaxaca: las cascadas que el tiempo detuvo
Una de las maravillas geológicas más raras y fotogénicas de México. A primera vista, parecen dos enormes cascadas blancas congeladas en el borde de un acantilado. Pero no son de agua, sino de roca. Se trata de formaciones petrificadas creadas a lo largo de miles de años por el escurrimiento de agua rica en carbonato de calcio.
Lo más increíble es que, en la cima de este acantilado, te esperan unas pozas naturales de agua templada y color turquesa, que actúan como albercas infinitas con vistas espectaculares al valle. Es el lugar perfecto para un momento de relajación total, una foto inolvidable y para maravillarse con la creatividad de la naturaleza.
La mejor base para visitar Hierve el Agua es la vibrante y mágica ciudad de Oaxaca, ubicada a solo 70 kilómetros de distancia. Esto te permite combinar la maravilla natural con la inigualable riqueza cultural, artística y gastronómica que ofrece la capital oaxaqueña.
Deja que la naturaleza diseñe tu próximo viaje
Este verano, o en tu próxima escapada, atrévete a cambiar la ruta y a seguir el sonido del agua. México está lleno de tesoros naturales que esperan ser descubiertos, lugares que nos recuerdan la belleza y el poder de nuestro planeta. Ya sea para vivir una aventura en grupo, tener una cita romántica inolvidable o simplemente regalarte un momento de paz contigo misma, la aventura te está esperando.
No sé si has tenido la oportunidad de visita alguna cascada, pero te cuento que, la energía que se siente es indescriptible. Es sin duda, un momento de recarga increíble, donde podrás conectar contigo misma y liberar tensiones de la semana. Disfruta del momento y toma las mejores fotos, ¡el recuerdo será necesario!

Fuente: Airbnb, modificado por Mariel Gadaleta
Fotos: Pinterest y Freepik
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