Con los cambios de temperaturas tan repentinos, nuestras rutinas cambian, pero también lo hacen nuestras necesidades de cuidado personal. Las bajas temperaturas, el aire seco y el calor repentino pueden tener efectos negativos en nuestra salud ocular, especialmente si se padece de ojo seco.

El síndrome de ojo seco se da cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o las que se generan no son de buena calidad. Las lágrimas son esenciales para: mantener la superficie ocular lubricada, eliminar partículas extrañas y prevenir infecciones. Cuando una persona padece de ojo seco puede presentar incomodidad al ver, irritación y, en algunos casos, daño a la superficie ocular.

Ojo seco: ¿Qué lo causa?

Diversos factores pueden desencadenar el ojo seco. En primer lugar, los cambios de temperatura en especial el frío y el aire seco que afectan la evaporación de las lágrimas.

Además, el aumento de la exposición a pantallas electrónicas durante las largas horas dentro de casa puede empeorar el problema, ya que al mirar fijamente una pantalla tendemos a parpadear menos, lo que reduce la distribución de las lágrimas en la superficie ocular. Otros factores incluyen: el envejecimiento, la toma de ciertos medicamentos (como antihistamínicos o antidepresivos) y el uso de lentes de contacto.

Según la Secretaría de Salud de México, aproximadamente el 20% de la población mundial sufre de algún tipo de ojo seco, y se estima que en México, alrededor de 8 millones de personas padecen esta afección, aunque muchas veces no lo saben. La prevalencia aumenta con la edad y es más frecuente en mujeres debido a los cambios hormonales.

Mujer de ojos azules y cabello rubio

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más comunes incluyen sensación de arenilla o cuerpo extraño en los ojos, picazón, enrojecimiento, visión borrosa, sensibilidad a la luz y fatiga ocular. A menudo, las personas sienten que sus ojos se "queman", lo que afecta su calidad de vida.

Consejos para aliviar el ojo seco

Afortunadamente, existen varias maneras de mejorar la lubricación ocular y mitigar los efectos del ojo seco, especialmente durante el frío. Es por ello que la Dra. Ainhoa de Federico, experta en educación visual, fundadora de Volver a Ver Claro y una de las autora de la antología “A New World of Seeing: Practice and Perspectives of Natural Vision Improvement”, aconseja las siguientes estrategias naturales y sencillas que pueden ayudar a combatir esta afección:

  • Hidratar el cuerpo y el ambiente. Además de asegurarse de beber suficiente agua, necesaria para la producción de lágrimas y muchos otros procesos saludables del cuerpo, puede ser útil incorporar un humidificador de ambiente en casa. La humedad óptima para los humanos en el ambiente es de al menos 40%, algo que los termómetros – higrómetros portátiles pueden indicar con facilidad. Si el ambiente no alcanza esta humedad, es posible agregar humidificadores a los radiadores o instalar humidificadores ambientales, que incluso se puede combinar con algún aroma agradable y relajante.

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  • Parpadeo consciente. Cuando estamos frente a pantallas por largos períodos, tendemos a parpadear menos, lo que afecta la producción y distribución de las lágrimas. Ainhoa de Federico aconseja realizar pausas periódicas (cada 20-30 minutos) cuando se está frente a una pantalla y parpadear conscientemente varias veces para asegurar que las lágrimas se distribuyan correctamente sobre la superficie ocular. Se puede poner un post-it en el marco de la pantalla que diga “¡Parpadea!” y hacer ráfagas de 30 segundos de parpadeos rápidos como el batir de alas de mariposas para que los ojos regresen al ritmo normal de parpadear cada 2-3 segundos.
  • Bostezar, suspirar y estirarse. Al bostezar se amplía la llegada de oxígeno al cerebro y los ojos (los cuales consumen el 25% del oxígeno del cuerpo) y estos se humedecen naturalmente. También al estirarse y suspirar, como haría un gato naturalmente al despertar, se relaja la zona alta del cuerpo liberando tensiones de los brazos, cuello y cabeza, cuyos músculos están muy conectados con los de los ojos, y se favorece igualmente la humectación de los ojos.
  • Llorar. Aunque pueda parecer una recomendación curiosa, llorar puede ser una forma natural y efectiva de humectar los ojos. Las lágrimas que producimos al llorar contienen una mayor cantidad de agua, electrolitos, proteínas y aceites que las lágrimas basales, y ayudan a lubricar más eficientemente la superficie ocular.

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Mujer eslava enferma rubia joven disgustada pone el dedo en el párpado aislado en verde

Además, llorar favorece el drenaje de las glándulas lagrimales y la distribución adecuada de las lágrimas en el ojo, lo que alivia la sensación de sequedad. Sin embargo, es importante que este proceso se haga de forma natural y no forzada.

Reír también lubrica naturalmente los ojos. Curiosamente la composición de la lágrima al reír es diferente de cuando lloramos, pero ambas permiten mantener los ojos naturalmente lubricados y reestablecer una mejor producción de lágrima. Liberar las emociones también relaja los ojos y permite ver mejor.

  • Palmeo. Este ejercicio consiste en cubrir los ojos con las palmas de las manos de manera que no haya presión sobre los globos oculares, sino un contacto suave y relajante. Se debe realizar con los ojos cerrados y en un ambiente oscuro o con poca luz. El palmeo permite relajar los músculos alrededor de los ojos, mejorar la circulación sanguínea y estimular la producción de lágrimas. Además, ayuda a reducir la fatiga ocular, un síntoma común del ojo seco.

Como podrás observar con algunos cambios simples en tus hábitos y cuidados adecuados, como los recomendados por la Dra. Ainhoa de Federico, es posible reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Si te interesa conocer más del tema puedes ver este video con más consejos o seguir el canal de Youtube de Volver a ver claro.

Además, es importante acudir a un profesional de la salud (oftalmólogos, optometristas o coaches visuales) si los síntomas persisten o empeoran. La prevención y el tratamiento oportuno son clave para mantener nuestros ojos saludables y cómodos durante toda la temporada de frío.

Fotos: Freepik
Fuente: Volver a ver claro


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