La menstruación, la regla, el periodo, Andrés, «lo que nos pasa a las mujeres», hay tantas maneras de llamarla pero tan poco que conocemos de ella.
Vamos casi a la mitad de la década de los 20 en el siglo XXI y aún muchas niñas están llegando a sus primeras menstruaciones (menarquia) sin tener conocimiento.
¿Has escuchado esa historia de que una niña que se había comido un dulce rojo pensó que estaba haciendo pipí roja por el dulce cuando le pasó?
¿O la de la niña que pensó que diosito la estaba castigando porque le había desobedecido a su mamá y tardó meses en saber que no era un castigo divino?
Yo he sabido de chicas a las que la madrastra (a la que no toleran) les explicó ya que la madre nunca lo habló en casa de manera sencilla, natural y realista.
Así están llegando nuestras niñas mexicanas (y en el mundo entero) a esta etapa en la que les dicen «Ya te convertiste en mujer», «ya no puedes jugar con tus hermanitos» y otros cuentos más que hacen que «odien» llegar a ese momento de desarrollo natural. Desarrollo natural, biológico y saludable.
De hecho, la menstruación es un claro indicador de nuestra salud y los médicos tendrían que preguntarnos cómo son nuestros periodos pues indican mucho de cómo estamos por dentro.
Y aún así seguimos pensando que es «privado», «secreto» y vergonzoso.
¿Cómo vivimos la menstruación? Los números hablan
El 2020 fue un año importantísimo para el tema de la salud menstrual ya que, por alguna razón, muchas personas estábamos ocupándonos de eso y decidimos unirnos en una colectiva muy grande llamada Menstruación Digna México. Y me incluyo porque con Fundación Femmex, somos parte de ella.
Lo impresionante de este despertar es que nos dimos cuenta que no solo éramos personas de a pie, activistas, fundaciones, colectivas, asociaciones, también había instituciones y empresas que estaban muy interesadas en tomar en serio el tema, ¡porque es un tema serio que ha estado durante tanto tiempo ignorado!
Así que poco tiempo después, se gestó una idea que se convirtió en acción: Unicef, Essity y Menstruación Digna México comenzaron a sacar datos e información sobre lo que se vive en México en temas de menstruación.
Se realizó una encuesta entre mujeres y personas menstruantes de entre 12 y 70 años a nivel nacional pero con más atención en los estados de Aguascalientes, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Tamaulipas.
Los datos son fuertes pero claros.
Cuando se realizó esta encuesta (a partir de 2021) todavía pagábamos el 16% de IVA en productos para gestionar la menstruación y como podemos ver, pocos lo sabían.
Y digo que todavía pagábamos porque a partir del 2022 ya no se tasan los productos, este logro ha sido de todas las personas que participamos en presionar para que se eliminara este cobro injusto por algo natural y biológico y que generaba aún más brecha entre los sexos.
Según los resultados, seguimos viendo que hay un rechazo a un proceso biológico
Otros datos que nos dejaron muy sorprendidas es que la infraestructura básica que damos por hecho en nuestras casas, centros de trabajo y de estudio, no son accesibles para todas las personas.
Ante todo esto, ¿cuáles son los retos?
Nos damos cuenta de que mucha de la investigación médica no tiene perspectiva de género (se notó claramente en el tema de las vacunas contra Covid-19), además de que hay otros retos que van más allá de lo físico y lo relacionado a la salud.
Quitar el estigma y la vergüenza
A la par de los retos que vemos en la encuesta, otros que nos deja conocer los datos y hacer una reflexión es cómo seguimos escondiendo temas, no solo a los hombres sino a nosotras mismas.
Debemos de dejar de escondernos y de sentirnos inadecuadas por un proceso natural. Debemos dejar de perpetuar mitos y mentiras que giran al rededor de la menstruación. Debemos comenzar a hablar de ella para que termine de ser un tabú y que las niñas que están por menstruar no lleguen a ese momento sin tener información, asustadas y solas. Además, de que deje de darnos vergüenza si en algún momento nos manchamos o necesitamos comprar unas toallas Saba en el supermercado.
Hay mucho por hacer, y también eso lo saben bien las personas involucradas en esta investigación.
Existe un manual muy completo para educadoras y formadoras sobre menstruación, desarrollado por UNICEF. Se creó una app muy linda para personas que lo necesitan, en colaboración con niñas y adolescentes mexicanas, se llama Oky. En el sitio de Saba también hay información al respecto y existe Mundo Saba Teens, que es un programa de educación que se lleva a las y los adolescentes con información de médicos y especialistas en el mundo.
¿Y yo qué puedo hacer?
Y bueno, si llegaste a este punto y te preguntas, ¿cómo puedo colaborar?, te tengo noticias: haciendo y no haciendo ciertas cosas. Hablemos y normalicemos la menstruación y dejemos de verla como algo sucio, de mujeres y que se tiene que callar. Estos cambios requieren de toda la cooperación posible y de un cambio de paradigma respecto a cómo nos vemos y nos vivimos como mujeres, ¿no crees?
Foto principal de Macrovector para Freepik
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