La marca austriaca de cosmética fresca lidera la sostenibilidad con su innovador sistema REuse, que transforma el reciclaje en una experiencia participativa y consciente.
Desde su fundación en 1996, RINGANA ha sido sinónimo de frescura, innovación y compromiso ambiental. Mucho antes de que la palabra sostenibilidad se pusiera de moda, la marca ya había adoptado una filosofía basada en tres pilares: reducir, reutilizar y reciclar.
Hoy, con presencia en 35 países, sigue demostrando que el lujo y la ética pueden coexistir. Su propuesta de valor se centra en fabricar productos veganos, sin conservantes sintéticos, ni aditivos, elaborados con ingredientes naturales de alta eficacia. Pero su compromiso va más allá de la fórmula: abarca también la forma en la que los envases vuelven al ciclo productivo.
Modelo circular real
La sostenibilidad no se queda en el discurso. El sistema REuse de RINGANA convierte a sus consumidores en aliados del planeta, recompensando su participación activa en la reducción de residuos.
El principio es simple: devolver diez frascos vacíos de productos FRESH equivale a recibir un producto gratis.
Cada frasco que vuelve a la fábrica de St. Johann in der Haide (Austria) tiene una nueva oportunidad de vida gracias al cuidadoso proceso de recuperación, limpieza y reutilización que la marca ha diseñado.
Cómo funciona REuse
El proceso es tan meticuloso como transparente:
Paso 1 – Disfrutar. Los clientes usan sus productos hasta la última gota y guardan los frascos vacíos.
Paso 2 – Envío a RINGANA. Una vez que se tienen diez envases, se colocan en la caja del último pedido —protegidos con material de maíz biodegradable— y se devuelven a la compañía.
Paso 3 – Control de seguridad. Cada frasco es inspeccionado manualmente. Los elementos dañados se separan para reciclaje y los que están en buen estado se seleccionan para limpieza.
Paso 4 – Limpieza y relleno. Los envases aprobados se lavan profesionalmente con detergentes suaves y se equipan con bombas y tapas nuevas antes de ser reintegrados a la línea de producción.
Paso 5 – Recompensa. RINGANA agradece el compromiso de los consumidores con un vale que permite elegir un producto gratis para la próxima compra.

Tecnología que cuida
El éxito del sistema REuse radica en el diseño del envase Airless de vidrio, que protege los ingredientes frescos y permite su reutilización sin comprometer la calidad ni la higiene.
Esta innovación elimina la entrada de aire en el producto, preservando la potencia de los activos naturales y garantizando una experiencia segura.
Además, los materiales utilizados —vidrio, bombas reciclables y embalajes compostables— reflejan un enfoque de sostenibilidad integral. Cada detalle del empaque se concibe para minimizar el impacto ambiental, desde la producción hasta el reciclaje.
Más allá del reciclaje
El principio de las 3R no es una simple estrategia ecológica, sino una filosofía de vida. La empresa no solo busca reutilizar envases, sino también repensar los procesos industriales, inspirando a otras marcas a adoptar modelos circulares.
Patrick Sonnleitner, Director de Responsabilidad Social y Medioambiental de RINGANA, ha señalado en varias ocasiones que “la verdadera sostenibilidad no consiste solo en reducir desechos, sino en crear sistemas que funcionen en armonía con la naturaleza”.
Esta mentalidad se refleja también en la arquitectura de su sede principal, un campus con energía 100% renovable, planta fotovoltaica y sistemas de aprovechamiento de agua de lluvia. Incluso los residuos de producción son tratados para convertirse en compost orgánico o energía limpia.
Educación y conciencia verde
La marca entiende que el cambio comienza con la educación. Por eso, en su página web y canales digitales, RINGANA comparte información sobre el impacto positivo del reciclaje, consejos de cuidado responsable y datos sobre la trazabilidad de sus ingredientes.
Su misión es clara: transformar la belleza en un acto consciente. Cada cliente que devuelve un frasco no solo recibe un producto nuevo, sino que participa en una cadena de responsabilidad ambiental.
Un sistema que inspira
En un mercado donde muchas empresas adoptan el “greenwashing” como estrategia de marketing, RINGANA demuestra que la sostenibilidad auténtica es posible y rentable.
Su modelo REuse ha sido reconocido en Europa como uno de los programas más completos de cosmética circular, gracias a su trazabilidad total y transparencia.
Además, al integrar la participación del consumidor, RINGANA convierte el reciclaje en una experiencia emocional: cuidar la piel y el planeta al mismo tiempo.

El futuro es circular
El éxito de REuse abre el camino hacia un futuro donde los productos no terminan en la basura, sino que regresan al origen para seguir existiendo.
La marca proyecta que, para 2026, más del 80% de sus frascos de vidrio se reintegren al ciclo productivo, reduciendo de forma significativa el uso de nuevos materiales.
En palabras de Andreas Wilfinger, fundador de la marca: “Cada frasco que regresa es una historia que continúa. No se trata de reciclar por obligación, sino de devolver algo al mundo con gratitud y propósito”.
Compromiso que se siente
Los usuarios que participan en el programa destacan la facilidad del proceso y la satisfacción de contribuir activamente a la causa.
En redes sociales, el hashtag #RinganaReuse reúne testimonios de personas que muestran sus envíos de frascos y comparten su “producto de agradecimiento”.
El éxito de esta dinámica refuerza la idea de que los consumidores buscan marcas con propósito, que ofrezcan resultados visibles no solo en la piel, sino también en el entorno.
Modelo exportable
El sistema REuse podría convertirse en referencia para la industria cosmética global. Su eficiencia, su impacto positivo y su sencillez lo hacen replicable en otros mercados.
RINGANA demuestra que el lujo puede tener conciencia y que la innovación no está reñida con la responsabilidad.
En un mundo saturado de envases desechables, su propuesta devuelve esperanza y propósito al acto cotidiano de cuidar la piel.

Belleza que vuelve
Con su programa REuse, RINGANA redefine lo que significa belleza sostenible. No se trata solo de productos veganos o fórmulas naturales, sino de crear un ciclo de vida completo que refleje respeto por las personas y el planeta.
Reducir, reutilizar y reciclar dejan de ser palabras de moda para convertirse en acciones concretas. Porque cuando una marca logra que la sostenibilidad sea parte de su ADN y no un accesorio publicitario, el cambio deja de ser tendencia… y se vuelve legado.
https://kena.com/ringana-la-belleza-fresca-segun-andreas-wilfinger/
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