Desmentimos cinco ideas preconcebidas alrededor de algunos de los ingredientes y cantidades que creemos deberíamos usar de nuestra rutina de belleza de skincare.
Derribando mitos sobre el skincare
Mito 1. Usar productos con retinol/retinal/retinoides SIEMPRE generan efectos adversos como descamación, resequedad, ardor, etc. FALSO. Para evitar la aparición de dichos efectos adversos es necesario empezar con pequeñas concentraciones de estos activos, por ejemplo 0.05 o 0.1% y utilizarlos 1 o 2 veces por semana al principio, posteriormente se puede ir aumentando la frecuencia de aplicación poco a poco.
De esta forma, la piel se adaptará paulatinamente y verás los beneficios de los mismos sin sufrir efectos secundarios. Para algunas personas ni siquiera será necesario subir la dosis ya que son activos altamente efectivos.
Mito 2. Mayor cantidad o concentraciones más altas de ingredientes siempre es mejor. FALSO. Existen muchos activos que a cantidades altas generan irritaciones y más desventajas que beneficios. Lo que mucha gente desconoce, es que irritar la piel constantemente nos llevará a un envejecimiento prematuro.
Las irritaciones (cuando la piel está muy roja, descamandose, arde y/o pica en exceso) pueden provocar reacciones inflamatorias en nuestra piel, que favorecen el desgaste de las fibras de colágeno y elastina e incluso pueden derivar en brotes de acné, sarpullido, entre otras cosas.
Lo ideal es utilizar productos correctamente formulados que jueguen con los principios activos de manera que se complementen entre ellos y sean efectivos, pero sin llegar a ser irritantes para la piel.
En cosmética la gran mayoría de las veces es mejor empezar poco a poco, con pequeñas concentraciones y siendo constantes, en lugar de tener prisas.
Hablando de químicos en el skincare
Mito 3. La cosmética casera es mejor que la profesional y no contiene químicos. FALSO. Los químicos están presentes en todo tipo de productos.
Por dar un ejemplo, el aire que respiramos es una mezcla de oxígeno y nitrógeno (elementos químicos) y al entrar en nuestro sistema dan lugar a una serie de reacciones químicas (en este caso bioquímicas) que nos permiten vivir.
Otro ejemplo es el agua, que claramente es un compuesto químico, conformado a su vez por hidrógeno y oxígeno. No existe la vida sin la química, por lo que es tiempo de dejar de tener miedo a esta palabra.
Ahora, respecto al tema cosmética casera versus la profesional, tampoco es cierto que sea mejor, principalmente porque dentro de estas empresas hay personas preparadas y con estudios específicos para formular productos efectivos.
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Muchos son químicos, ingenieros, biólogos, bioquímicos, graduados en ciencias médicas o farmacéuticas, entre otros, y los productos pasan por rigurosos procesos de calidad, desde cada materia prima hasta el producto final.
A su vez, prueban la efectividad y seguridad de los productos y cumplen normativas de la industria cosmética así como buenas prácticas laborales del país donde operen para cumplir con la ley. En los productos caseros, todas estas garantías no están presentes.
Es difícil, por no decir imposible, crear un cosmético efectivo pero sobre todo seguro sin los conocimientos necesarios y sin los procesos de calidad reglamentarios.
Mito 4. La piel se adapta a los cosméticos y hay que cambiarlos cada cierto tiempo. FALSO. El efecto de un producto será siempre el mismo, es decir si es un protector solar, protegerá frente al sol, si es un shampoo, será siempre un shampoo.
Lo que sí puede pasar es que las necesidades cambien, por ejemplo que se necesite menos hidratación o nutrición anteriormente y ahora sintamos que nuestro hidratante no es suficiente para lo que necesita en ese momento determinado nuestra piel.
Probablemente es que ahora nuestra piel necesite una hidratación más duradera o una textura más untuosa porque está más seca, más escamosa o más envejecida que antes. Puede ser también que se deba a un período de estrés, cambios en el clima o el estar en un ambiente distinto al habitual, etc.
Muchas veces las necesidades cambian por todo lo que mencionamos anteriormente e incluso por nuestros hábitos y alimentación y/o por temas hormonales; y esto requerirá que adaptemos nuestra rutina nuevamente.
Es importante recordar que es necesario “escuchar” a nuestra piel y sus necesidades en cada momento.
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Mito 5. Puedo saber la eficacia de un productos solo con su listado de ingredientes e incluso si veo dos listados iguales puedo saber si son la misma fórmula. FALSO. Un listado puede ayudar a saber lo que hay dentro del cosmético pero no exactamente la concentración de cada ingrediente.
Es decir, puede ayudar si se están buscando ingredientes en concreto como vitamina C y derivados, algún aceite específico, niacinamida, etc., pero no dirá la concentración exacta que hay dentro (al menos que en el envase venga ya indicado) ni cómo funciona en combinación con otros.
Sin ir más lejos, ni siquiera un formulador con amplia trayectoria puede leer dos listados y decir si los productos son exactamente lo mismo, puede tener una idea, sí, pero es imposible de afirmar categóricamente que son iguales.
Siempre es importante revisar los ingredientes que contienen los productos que nos aplicamos en la piel del skincare diariamente y conocer sus beneficios. Los productos de RINGANA están elaborados con activos libres de aditivos, aceites minerales y microplásticos, siendo su formulación 100% elaborada con sustancias activas naturales de alta calidad.
¡Listo, derribamos mitos sobre el skincare!
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