En el Día Mundial del Agua es propicio reflexionar sobre lo importante que este recurso es para nuestra vida. También es momento de tomar conciencia de su cuidado. Pero ¿qué puedes hacer para evitar la contaminación?

El tema de este año, “La naturaleza al servicio del agua”,  se centra en explorar cómo la naturaleza puede ayudarnos a superar los desafíos que plantea el agua en el siglo XXI

En el Día Mundial del Agua el llamado es a un cambio de paradigma. Según un informe de las Naciones Unidas publicado esta semana, a propósito del Día Mundial del Agua, señala que la infraestructura de agua moderna es mucho hormigón: presas, canales, embalses. Pero a medida que el mundo se calienta y la población crece, esos viejos enfoques no serán suficientes para evitar la catástrofe del agua potable. Por consiguiente, propone que la humanidad comience a adoptar técnicas que imiten los procesos naturales.

“Durante demasiado tiempo, el mundo ha recurrido primero a la infraestructura ‘gris’ para mejorar la gestión del agua. Al hacerlo, a menudo ha dejado de lado el conocimiento tradicional e indígena que adopta enfoques más ecológicos”, escribió Gilbert Houngbo, presidente de ONU Agua, en el prefacio del informe.

¿Conoces los objetivos de Naciones Unidas para la sostenibilidad del agua?

 

 

Escasez en México

En México, 10% de la población carece de agua potable y 43% no tiene instalaciones sanitarias mínimas, según datos del Consejo Consultivo del Agua, A.C. México es uno de los países con un pronóstico más preocupante para las próximas décadas. Dos tercios del territorio del país está formado por regiones áridas y semiáridas que albergan a 77% de la población. Se calcula que para 2030, 81% de la población mexicana se asentará en zonas urbanas y 70% del crecimiento poblacional será en zonas donde ya existe una sobreexplotación de los recursos.

Visión natural: la respuesta está en la naturaleza

Las “soluciones basadas en la naturaleza” que propone la ONU implican varios cambios: Proteger e instalar humedales para absorber las aguas de inundación. Rehabilitar suelos degradados para retener más agua. Recargar acuíferos subterráneos y la adopción generalizada de prácticas agrícolas que manejan el suelo para que retenga tanta agua de lluvia como sea posible.

Muchos de estos métodos se alinean estrechamente con las formas en que los pueblos indígenas han manejado las cuencas hidrográficas, pero que también han sido ignorados a favor de las intervenciones a escala industrial, como las represas.

Pero las “soluciones basadas en la naturaleza” actualmente solo representan 1% de la inversión a nivel mundial, según el informe. No obstante, están ganando fuerza. China está invirtiendo miles de millones para convertir 12 áreas urbanas en «ciudades de esponjas ” para 2020. Éstas estarán equipadas con pavimento permeable, techos verdes y humedales restaurados. El objetivo es conservar el exceso de agua de lluvia, que normalmente inunda las calles. En una “ciudad de esponjas”, la lluvia se filtraría a través de un sistema de amortiguadores vivos, que naturalmente eliminan los contaminantes. Debajo de éstos, sería un sistema de cuencas para capturar el agua para su reutilización.

http://worldwaterday.org/

 


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