México, por su ubicación geográfica, es un país altamente vulnerable a fenómenos naturales extremos. Desde sismos devastadores hasta huracanes e inundaciones recurrentes, los eventos naturales extremos son cada vez más frecuentes e intensos, y su impacto económico es monumental. Las cifras recientes de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) son claras: solo en el año 2024, los desastres naturales México causaron pérdidas económicas desastres por más de 85 mil millones de pesos (unos 5 mil millones de dólares). Eventos como las tormentas tropicales en el sureste y los sismos en el centro del país han dejado una estela de daños que evidencia una vulnerabilidad estructural.
Esta situación coloca a México en un lugar preocupante dentro del contexto regional. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el país ocupa el segundo lugar en América Latina en pérdidas económicas desastres, solo superado por Brasil.
El Banco Mundial estima que estos eventos le cuestan a la nación más del 1.5 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) anualmente, un costo que no solo incluye los daños materiales directos, sino también los gastos de reconstrucción y la interrupción de la productividad que afecta a miles de empresas y familias. La necesidad de una estrategia de reducción de riesgo de desastres nunca ha sido tan crítica.

La brecha de protección financiera: viviendas vulnerables
El problema central no es solo la frecuencia de los desastres, sino la alarmante desprotección de los ciudadanos ante ellos. La brecha de protección financiera en México es abismal, especialmente en el sector de la vivienda.
Andrés Ramírez, cofundador y CEO de Zebra Insurtech, señala con preocupación que la gran mayoría de las familias mexicanas no tienen cómo afrontar la pérdida de su patrimonio.
«En México, más del 80 por ciento de las viviendas ubicadas en zonas de alto riesgo no cuentan con seguro. Esto significa que millones de familias enfrentan solas la pérdida total de su patrimonio cuando ocurre un desastre. Es urgente cerrar esa brecha”, enfatiza Ramírez.
Este dato, consistentemente documentado por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), subraya que la falta de un seguro de vivienda México convierte cada evento natural en una catástrofe económica personal.
La industria aseguradora, a pesar de la baja penetración, ya está pagando 25 millones de pesos diarios por siniestros hidrometeorológicos, demostrando el nivel de exposición.
Cuando el hogar es la única posesión, su pérdida representa un retroceso económico de décadas para una familia. La reconstrucción sin un respaldo financiero adecuado se convierte en una misión casi imposible, llevando a la insolvencia y a la inestabilidad social.

Infraestructura y prevención: una inversión rentable
La desprotección no se limita a los hogares. La infraestructura pública —como hospitales, escuelas y carreteras— también sufre graves daños. Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), los daños anuales a la infraestructura superan los 40 mil millones de pesos.
Esta presión fiscal obliga a gobiernos locales y federal a desviar recursos destinados a otros servicios esenciales para la reconstrucción, ralentizando la recuperación de las comunidades afectadas.
Sin embargo, el CENAPRED también ofrece una perspectiva optimista sobre la prevención: por cada peso invertido en medidas preventivas y protección financiera, se pueden evitar hasta siete pesos en reconstrucción.
Esta rentabilidad social y económica es un argumento irrefutable a favor de la inversión en reducción de riesgo de desastres. El seguro de vivienda México y otros instrumentos de protección son, en este sentido, una herramienta fundamental de política pública para mitigar el impacto fiscal de las catástrofes.

La tecnología como aliada: la revolución de los seguros digitales
Históricamente, el proceso de contratar un seguro ha sido percibido como algo complejo, costoso y lleno de trámites burocráticos. Esta percepción ha sido una de las principales barreras para cerrar la brecha de protección financiera.
Hoy, el panorama está cambiando drásticamente gracias a la tecnología. Han surgido iniciativas de insurtech que están reimaginando la manera en que se ofrecen los seguros, facilitando un acceso real y masivo. En contraste con los métodos tradicionales, existen plataformas digitales que permiten obtener un seguro de hogar o negocio en cuestión de minutos, directamente desde un teléfono móvil. Esta accesibilidad y sencillez elimina barreras y permite que el seguro de vivienda México sea una opción viable para más personas.
En este contexto, la marca Zebra Insurtech se posiciona como un ejemplo de cómo la tecnología puede transformar un sector estancado. A través de su plataforma tecnológica Ztech, la compañía se asocia con diversas empresas para ofrecer seguros digitales embebidos. Este modelo facilita la suscripción, la atención y la gestión de siniestros de forma 100% digital, transformando el seguro en un respaldo cotidiano y tangible, en lugar de un trámite tedioso. La misión de estas empresas es clara: hacer que la protección financiera sea accesible, transparente y esté centrada en la persona.

Estrategia integral para la resiliencia nacional
El ejecutivo de Zebra Insurtech advierte que la combinación del cambio climático y un crecimiento urbano desordenado está elevando exponencialmente la exposición al riesgo. En este escenario, el seguro deja de ser un producto opcional para convertirse en una estrategia de resiliencia esencial. Proteger patrimonio familiar o empresarial con seguros digitales es, en esencia, proteger la estabilidad económica de la nación.
La reducción de riesgo de desastres en México exige una respuesta multifacética:
- Educación pública. Concientización sobre la amenaza latente y la importancia de la protección financiera.
- Planeación urbana sostenible. Evitar la construcción en zonas de alto riesgo.
- Inversión en tecnología preventiva. Sistemas de alerta temprana y monitoreo.
- Acceso a protección financiera. Fomentar el uso masivo del seguro de vivienda México y seguros de negocio mediante plataformas accesibles.
Mientras millones de hogares y negocios continúen desprotegidos, cada evento natural seguirá causando devastadoras pérdidas económicas desastres y sociales a las familias. La urgencia del llamado es evidente: para construir un México más resiliente, la tecnología debe ser la herramienta clave que permita a los ciudadanos tomar el control de su propia reducción de riesgo de desastres y asegurar la reconstrucción de su patrimonio. Es hora de que el seguro de vivienda México se convierta en la norma y no en la excepción.

Fotos: Freepik
Fuente: Zebra Insurtech, modificado por Mariel Gadaleta
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