Existe un mito muy extendido en nuestra cultura: la idea de que el buen sexo es algo que simplemente «sucede». Creemos que si hay suficiente «química», la conexión en la cama será mágica, instintiva y perfecta, sin necesidad de decir una palabra. Pero la verdad, el secreto mejor guardado de las parejas con una vida sexual increíble, no está en una técnica secreta ni en la suerte. Está en una conversación.

La comunicación sexual en pareja es el afrodisíaco más potente que existe. Es el puente que conecta dos mundos de deseos, fantasías y sensibilidades únicas. Sin embargo, para muchas de nosotras, hablar de sexo sigue siendo uno de los mayores tabúes. Nos frena el miedo a herir los sentimientos del otro, la vergüenza de expresar nuestros verdaderos anhelos o simplemente el no saber por dónde empezar.

Esta es tu guía práctica y sin prejuicios para aprender a hablar el idioma del placer. Te daremos 5 formas concretas y no intimidantes para iniciar el diálogo sexual, transformar tu intimidad, fortalecer la confianza y redescubrir el placer juntos.

Por qué nos cuesta tanto hablar de sexo (y por qué es vital hacerlo)

Nuestra reticencia a hablar de sexo con nuestra pareja tiene raíces profundas. Crecimos en una sociedad que a menudo trata la sexualidad, y especialmente el placer sexual femenino, con un velo de silencio y misterio. No se nos enseña a nombrar nuestros deseos, y mucho menos a pedirlos.

A esto se suma uno de los miedos más grandes en una relación: herir el ego de la persona que amamos. Tememos que un «me gustaría que probaras esto» se interprete como un «lo que haces no es suficiente».

Pero aquí está la verdad: el silencio es mucho más dañino. Cuando no hablamos, damos paso a la adivinanza, la frustración y la desconexión. Comunicarse es vital porque:

  • Destruye la presunción. Tu pareja no puede leerte la mente. Lo que para ti es obvio, para el otro puede ser un completo misterio. Hablar es el camino más directo para que ambos obtengan lo que desean.

  • Construye una intimidad a prueba de todo. La vulnerabilidad de compartir tus deseos y fantasías crea un nivel de sexo y confianza que trasciende lo físico. Es decir: «Confío en ti lo suficiente como para mostrarte esta parte tan íntima de mí».

  • Expande el universo del placer. La comunicación abre la puerta a la exploración. Quizás descubran que a ambos les excita algo que nunca se habían atrevido a mencionar, multiplicando las posibilidades de disfrutar.

5 formas prácticas para empezar a hablar el idioma del placer

No necesitas una gran charla seria y formal. La comunicación puede ser fluida, divertida e incluso sexy. Aquí tienes 5 estrategias para empezar.

1. La conversación fuera de la cama (el momento seguro)

Intentar dar una instrucción o tener una conversación profunda en medio del acto sexual puede cortar el ambiente y poner al otro a la defensiva. El mejor momento para hablar es en un contexto neutro, relajado y sin la presión del «rendimiento».

Elige un momento de conexión en el que ambos estén de buen humor. Puede ser mientras comparten una copa de vino, durante un paseo o acurrucados en el sofá. Inicia la conversación siempre desde un lugar positivo y colaborativo. Por ejemplo: «Amor, he estado pensando en lo mucho que me gusta nuestra intimidad, y me emociona la idea de que sigamos explorando y descubriendo cosas juntos». Esto abre la puerta de una forma inclusiva, no crítica.

2. El sándwich de retroalimentación positiva (la técnica infalible)

Esta es la herramienta de oro de la comunicación en la pareja, aplicada a la sexualidad. Es perfecta para pedir un cambio sin que suene a queja. La estructura es simple: Positivo – Sugerencia – Positivo.

En lugar de decir «No me gusta cuando vas tan rápido», prueba con: «Me encanta la pasión que tienes, me excita muchísimo (positivo). Últimamente he fantaseado con que al principio probáramos a ir un poco más despacio, con más caricias suaves (sugerencia). Siento que me conecto aún más contigo y me preparo mejor cuando nos tomamos ese tiempo (positivo)».

Enmarcas tu deseo como una forma de aumentar el placer y la conexión mutua, no como una crítica a lo que tu pareja está haciendo mal.

3. El lenguaje no verbal y los sonidos (comunicación en tiempo real)

No toda la comunicación es verbal. Durante la intimidad, tu cuerpo es tu mejor aliado para guiar a tu pareja en tiempo real, sin interrumpir la magia. ¿Cómo?:

  • Sonidos. Un gemido más intenso, un suspiro profundo o un «justo ahí» susurrado al oído cuando tu pareja hace algo que te encanta, es un refuerzo positivo inmediato y muy erótico.
  • Movimiento. Arquea la espalda o presiona tus caderas contra las suyas para indicar que vas por el buen camino.
  • Tacto. Usa tus manos. Guía suavemente su mano hacia donde quieres que te toque. O pon tu mano sobre la suya y aplica la presión o el ritmo que te gusta.
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4. El juego de las preguntas (la exploración divertida)

Una de las mejores formas de cómo hablar de sexo con mi pareja es quitándole el peso de la seriedad y convirtiéndolo en un juego.

Preparen una «caja de deseos» o un «frasco de preguntas». Escriban en papelitos preguntas o fantasías y, de vez en cuando, saquen uno al azar. Las preguntas pueden ir desde «¿Cuál es el mejor recuerdo sexual que tienes de nosotros?» hasta «¿Si pudieras probar cualquier cosa sin juicios, qué sería?».

Crea un espacio seguro y lúdico para hablar de fantasías sexuales y descubrir nuevas facetas el uno del otro, fomentando la curiosidad y la complicidad.

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5. El uso de referencias externas (el ‘rompehielos’ perfecto)

A veces, lo más difícil es dar el primer paso. Usar una película, una serie, un libro o incluso un artículo (¡como este!) puede ser el pretexto perfecto para iniciar la conversación.

Después de ver una escena erótica en una serie, puedes comentar casualmente: «Oye, esa idea me pareció interesante, ¿a ti qué te pareció?». O puedes compartirle este artículo y decirle: «Leí esto sobre la importancia de la comunicación y me hizo pensar en lo mucho que valoro la nuestra y en cómo podemos seguir creciendo juntos».

Utiliza una tercera fuente para romper el hielo, lo que hace que la conversación se sienta menos personal y confrontacional al principio.

La comunicación es el mayor acto de amor

Una vida sexual plena y satisfactoria no se encuentra por arte de magia; se construye. Y los cimientos de esa construcción son la confianza, la vulnerabilidad y una comunicación honesta y compasiva.

Atrévete a usar tu voz. Hablar de tus deseos no es un acto egoísta; es un regalo inmenso que le haces a tu relación. Es la invitación a un viaje de descubrimiento mutuo que hará que su conexión sea más profunda, su intimidad más fuerte y su placer, ilimitado.

Esto está genial para retroalimentar la íntimidad y la confianza en pareja. Pero más aún, para aquellas parejas que están empezando o en su defecto, no saben transmitir alguna idea por pena o algún tipo de tabú. SIgue estos tips y verás como todo fluye a tu favor, o bueno, a favor de los dos. 

Fotos: Freepik y Pinterest 


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