El país oficialmente ha envejecido, así lo reportó el INEGI. Con una población de más del 14% de personas con 60 años o más y una tasa de natalidad que continúa disminuyendo de manera gradual, México está entrando en una nueva etapa para su población. ¿Sabías que hay un reto del envejecimiento? Mira cómo vivir mejor después de los 60.

Esta fase o edad, por la que atraviesan cada vez más mexicanos, suele asociarse de manera exclusiva con factores negativos, tales como la aparición de enfermedades crónicas, dolores o miedo a volverse dependientes; sin embargo, es importante recordar que es precisamente esta edad donde las personas suelen atravesar un gran desarrollo y crecimiento personal.

El reto del envejecimiento en México

Existen algunas recomendaciones que pueden ayudar a reducir o prevenir los inconvenientes relacionados con una edad más avanzada y también a vivir una mejor calidad de vida, tales como: 

1. Come sano para vivir sano. Un consejo que nunca puede faltar es incorporar una dieta más completa, pues se ha comprobado que comer de manera equilibrada diversas frutas, verduras, proteínas y grasas saludables son esenciales para un funcionamiento correcto del cuerpo, especialmente durante la etapa de 60 y más.

Reducir o eliminar el consumo de azúcares añadidos y harinas refinadas es indispensable como medida preventiva de enfermedades relacionadas, tales como la diabetes, entre otras.

Más glutatión. ¿Sabías que esta molécula es un antioxidante clave que reduce el estrés oxidativo? Sus beneficios no se detienen ahí, pues realiza más de 1000 funciones en el organismo y protege a las células, ayudando a fortalecernos frente a padecimientos como el Alzheimer, cáncer o el Parkinson.

A pesar de que su producción disminuye con el paso de la edad, es posible ayudar al cuerpo a producir más a través del consumo de aislados de proteína no desnaturalizada de suero de leche, además de tener hábitos de vida y nutrición adecuados. Es importante comentar que la evidencia científica nos indica que consumir directamente glutatión no funciona.

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Mantén una mente estimulada. Para un envejecimiento sano es indispensable tener hábitos que impulsen la salud cognitiva, tales como aprender un nuevo hobby, leer, resolver crucigramas o rompecabezas, mantenerse activo socialmente o participar en actividades artísticas.

Las personas que mantienen un aprendizaje constante durante toda la vida tienen menor riesgo de padecer daños neurodegenerativos con el paso del tiempo.

El movimiento sí importa. Correr, nadar o trotar, el ejercicio elegido no importa, lo que es indispensable es mantenerse siempre activo, pues esto no solo mejorará la movilidad, el estado físico y la capacidad de resistencia, sino que además ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y a mejorar el bienestar mental.

Hacer ejercicio es tan importante como tomar agua, por lo que es clave mantenerse en movimiento, en medida de lo posible, en edades avanzadas.

Acude con tu especialista. Es importante programar revisiones periódicas con tu médico de cabecera para impulsar una cultura de prevención y detección temprana en caso de algún padecimiento, así como mantener un seguimiento activo y un registro de salud para una vejez más sana.

“De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los dolores de espalda, cuello, pérdida de la audición o de la vista o la aparición de enfermedades crónicas son algunas de las afectaciones más comunes de la vejez, sin embargo, gran parte de ellas son el resultado de malas costumbres durante la juventud, por lo que es indispensable tomar cartas en el asunto y poner en marcha nuevos hábitos para vivir una madurez más plena”, concluyó Hugo Palafox. 

Fuente: Immunotec
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Envejecer no es sinónimo de detenerse

Contrario a lo que muchos piensan, los 60 no son el final de nada: son el inicio de una etapa en la que por fin puedes vivir para ti, sin tantas prisas ni deberes ajenos. Estudios demuestran que las personas mayores de 60 que se mantienen activas social y físicamente tienen mejor salud mental y emocional. Así que sí: bailar salsa, aprender a pintar o empezar yoga a los 65 no solo es posible… ¡es deseable!

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 El cerebro también se ejercita

¿Sabías que el cerebro también necesita su «gimnasio»? Después de los 60, actividades como aprender un idioma nuevo, hacer crucigramas o tocar un instrumento musical ayudan a prevenir el deterioro cognitivo. La plasticidad cerebral sigue funcionando, y tú puedes seguir aprendiendo y desafiándote cada día. Nunca es tarde para empezar algo que te apasione, y mientras más uses tu mente, más aguda se mantendrá.

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 Las relaciones sociales son medicina

Una de las mayores curiosidades de esta etapa es que las personas con amistades sólidas viven más y mejor. El contacto humano, la risa compartida, el sentirse parte de una tribu… todo eso actúa como una vitamina para el alma. Rodéate de gente que te haga bien, busca nuevos grupos o actividades, y no temas reconectar con viejas amistades. ¡El cariño no tiene edad!

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Comer bien, sin complicaciones

Después de los 60, el metabolismo cambia y algunas necesidades nutricionales también. Lo curioso es que muchas personas redescubren el placer de comer sano en esta etapa, porque ya no se trata de “estar flaca”, sino de sentirse bien. Incorporar alimentos ricos en calcio, omega 3 y fibra no solo ayuda al cuerpo, también mejora el estado de ánimo y la energía diaria. ¡Y no necesitas dietas locas para lograrlo!

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El movimiento es libertad

Olvídate de la frase “estoy muy mayor para eso”. Está comprobado que la actividad física ligera, constante y placentera (como caminar, nadar, bailar o hacer tai chi) mejora la movilidad, previene enfermedades y hasta reduce el riesgo de caídas. No se trata de ir al gym todos los días, sino de moverse con alegría. Tu cuerpo te lo va a agradecer.

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 La autoestima florece (aunque nadie lo diga)

Una gran curiosidad: muchas mujeres descubren que su autoestima mejora después de los 60. Ya no hay tanta presión por gustarle a otros, y pueden centrarse en sentirse bien con ellas mismas. Aceptar las arrugas, dejar de teñirse el cabello si quieren, o usar el vestido que les hace feliz, sin importar qué opinen los demás… eso sí que es liberador. ¡Y hermoso!

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