¿Alguna vez has llegado al final del día tan exhausta que la simple idea de decidir qué cenar te parece una misión imposible? No es pereza ni desorganización: es fatiga de la decisión, un fenómeno psicológico real que nos afecta, especialmente a las mujeres que llevamos múltiples roles a diario.

Desde que despertamos, tomamos decisiones sin parar: ¿Qué me pongo? ¿Contesto ese mensaje ahora o después? ¿Qué desayuno? ¿Dejo a los niños primero o paso al súper? Cada elección —por mínima que parezca— agota tu energía mental. Y cuando tu mente se cansa de decidir, la calidad de tus decisiones baja, aparece la impulsividad y el estrés toma el control.

Hoy, en KENA, te ayudamos a entender este fenómeno y te damos estrategias prácticas para evitar que tu día se convierta en una maratón de elecciones desgastantes. Spoiler: no se trata de hacer menos, sino de decidir mejor.


¿Qué es la fatiga de la decisión y por qué te afecta?

La fatiga de la decisión es el deterioro de nuestra capacidad para tomar buenas decisiones después de enfrentar muchas elecciones a lo largo del día. Es como si la mente tuviera una batería limitada de “energía decisional” que se va agotando con cada elección, por mínima que sea.

Este fenómeno no solo afecta a CEOs o figuras públicas. También impacta a millones de mujeres que deben decidir sobre temas laborales, de crianza, de pareja, de casa, de salud… y también sobre sí mismas.

Ejemplos típicos de decisiones que agotan:

  • Elegir entre ropa, menús, tareas pendientes

  • Responder correos o mensajes sin parar

  • Priorizar actividades bajo presión

  • Atender a otros antes de ti misma

Este desgaste se manifiesta en forma de:

  • Impulsividad: eliges lo más fácil, aunque no sea lo mejor.

  • Procrastinación: postergas decisiones importantes porque no tienes claridad.

  • Agotamiento mental: sientes que ya no puedes pensar con claridad.


Estrategias KENA para combatir la fatiga de la decisión

No se trata de vivir en piloto automático, sino de aligerar la carga mental innecesaria para poder enfocarte en lo que realmente importa.

1. Automatiza decisiones menores

Crear “plantillas” para decisiones cotidianas te ahorra tiempo y energía. Ejemplos:

  • Menú semanal básico que repites con pequeñas variaciones

  • Outfit predefinido para el trabajo o para reuniones virtuales

  • Rutina de skincare sin improvisaciones

Cuanto menos tengas que pensar en las pequeñas cosas, más energía tendrás para lo importante.

2. Prioriza tus decisiones importantes

Decidir cuándo decidir también es clave. No tomes decisiones relevantes cuando estás cansada o emocionalmente saturada.

  • Agenda momentos específicos para elegir temas importantes (finanzas, proyectos, citas médicas).

  • Usa listas de prioridades: lo urgente y lo importante no siempre es lo mismo.

3. Crea una rutina de mañana

Tener una rutina matutina clara reduce el número de decisiones que tomas apenas despiertas. Además, te conecta contigo desde temprano.

Ejemplo estilo KENA:

  • Té o café favorito

  • Vestirte con prendas previamente elegidas

  • 5 minutos de meditación o journaling

  • Una afirmación del día: “Hoy me permito decidir con calma”

4. Aprende a delegar

A veces, la fatiga de la decisión viene de querer controlar todo. Delegar no es perder poder, es compartirlo.

  • Involucra a tu pareja en la toma de decisiones familiares.

  • Pide a tus hijos elegir entre 2 opciones (ropa, meriendas) y no entre infinitas.

  • Si vives sola, apóyate en apps o listas que decidan por ti (listas de súper predeterminadas, alarmas de hábitos, etc.).

 5. Practica la desconexión mental

Descansar no es perder el tiempo, es recuperar energía mental. Tómate micro pausas durante el día para no saturarte:

  • Caminatas sin celular

  • Respiración consciente 4-7-8

  • Escuchar música sin multitasking

  • Ver el cielo, sin propósito.


Tu desafío KENA

¿En qué parte de tu día sientes más fatiga de la decisión?

  • ¿Qué desayunar?

  • ¿Cómo responder un correo difícil?

  • ¿Elegir qué contenido ver por la noche?

El reto. Elige una de esas decisiones y automatízala esta semana. Cuéntanos cómo te fue en los comentarios o redes sociales. Porque aligerar la carga juntas se siente mejor.


El impacto de una mente más serena

Reducir la fatiga de la decisión no solo te permite tomar mejores elecciones. También mejora tu estado de ánimo, reduce el estrés y fortalece tu sensación de control sobre la vida. Las mujeres que organizan sus decisiones intencionalmente:

  • Duermen mejor

  • Tienen menos ansiedad

  • Procrastinan menos

  • Son más productivas y creativas

Y lo más importante: se sienten más en paz.

La fatiga de la decisión es real, pero no tienes que vivir dominada por ella. Con pequeñas estrategias como automatizar, priorizar, crear rutinas y darte descansos, puedes liberar espacio mental y tener más energía para ti, para tus sueños y para lo que realmente vale la pena.

Decisiones emocionales: otro tipo de desgaste

Muchas veces, la fatiga de la decisión no viene solo de lo cotidiano, sino de las decisiones emocionales que cargamos en silencio. Elegir poner límites, decidir terminar una relación, aceptar un nuevo proyecto o priorizar el autocuidado también requiere una gran inversión de energía mental y emocional. Estas decisiones suelen postergarse porque tememos al cambio, al juicio o al “¿y si me equivoco?”.

En estos casos, practicar la autocompasión y rodearte de apoyo emocional puede marcar una gran diferencia. Tomarte el tiempo de escuchar lo que realmente necesitas —no lo que los demás esperan de ti— te ayuda a tomar decisiones más alineadas con tu bienestar.

Además, la escritura terapéutica (como el journaling) puede ayudarte a liberar ruido mental. Hacer listas de pros y contras, escribir tus emociones sin filtro o incluso dialogar contigo misma por escrito puede darte claridad y reducir el estrés mental.

Recuerda: no todas las decisiones tienen que tomarse hoy. Algunas necesitan madurar. Aprender a posponer con conciencia, y no con miedo, también es una forma inteligente de cuidarte.

¿Te sientes identificada? Cuéntanos qué decisión se te hace mas díficil tomas y aliviemos juntas esa carga mental que no sabes manejar. Recuerda que tomar decisiones cambia el rumbo de tu vida, ¡es hora que  tomes ese timón al éxito personal! 

Fotos Freepik


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