Fue pionera en un mundo de hombres, dio un giro en la moda y creó una leyenda de su vida y su firma.
Pensar en iconos o personalidades que han influenciado nuestros estilos de vida a lo largo de la historia, nos lleva a recordar a aquellos que tras su paso por el mundo dieron una pizca de su ser para generar cambios notables en el orden como lo conocemos. Con sus peculiaridades son capaces de romper las normas no escritas de la sociedad, crear nuevas filosofías de vida, e incluso en la moda, ámbito en el que destaca la mujer de quien te contaremos en estas líneas.
Desde este punto partimos para recordar a una joven francesa, que con su figura desgarbada y singular manera de vestir, dio un nuevo rostro a la moda femenina, creando no solo un estilo distinto, si no que dio a las mujeres una nueva forma de expresión.
Fue una pionera en el mundo de la moda, pues en este gremio, las mentes creadoras más reconocidas fueron en su mayoría hombres. Ejemplo de ello son Georges Brummell y Charles Frederic Worth, quienes a finales siglo XIX iniciaron el mundo de la moda tal como la conocemos hoy -temporadas por estaciones-.
“Recorto, aligero y suprimo todo lo que molesta al cuerpo y lo que frena el gesto” – Coco
Gabrielle Bonheur Chanel, mejor conocida mundialmente como Coco Chanel, fue una reconocida diseñadora francesa que revolucionó la industria y ropa femenina a principio de siglo XX. Su estilo era una contraposición a la Belle Époque, una antítesis a esa tendencia social previa a la primera guerra mundial.
De un marcado carácter sobrio y cómodo, la imagen que propuso esta reconocida diseñadora era la de una mujer más sencilla. En cierta forma, fue oportuna por las condiciones extremas en la se sumió Europa debido a la guerra.
Al romper con la opulencia de la Belle Epoque, la estética de esta nueva mujer “Chanel”, se centraba en el uso de telas menos costosas, e ignoraba corsés y forros, por lo que el cuerpo obtuvo mayor movilidad, al mismo tiempo que mayor expresión. Una mujer delgada, con poco pecho, cabello corto y ropa holgada, convirtió el prototipo garçonne de Coco en el símbolo de la mujer moderna, activa y empoderada.
«Para ser irreemplazable, uno debe buscar siempre ser diferente» – Coco
Arranque del éxito
Fue en Moulins que Chanel conoció al joven francés, ex oficial de caballería y rico heredero textil, Étienne Balsan, en 1905. Tenía veintitrés años, cuando se convirtió en la amante de Balsan, suplantando a la cortesana Émilienne d’Alençon, como su nueva favorita. Durante este periodo de vida, Gabrielle conoció el mundo libertino de las fiestas y carreras de caballos de la alta sociedad. Él proveyó a Chanel de las bellezas de «la vida rica»-diamantes, vestidos y perlas-.
A pesar de las comodidades y el lujo con el que vivía con su primer amante, el espíritu siempre intranquilo de Coco la mantuvo con la esperanza de crear su propia fuente de trabajo.
Coco partió en 1909 a París y se instaló en un pequeño departamento en el Boulevard de Malesherbesy, adquirió las Galerías de Lafayette, donde rápidamente abrió su primera tienda de sombreros, llamada Modas Chanel. La iniciativa tuvo sus bases en una inversión de dinero que Coco consiguió de Balsan. Decidió comprar varias docenas de sombreros, que ella misma reformó y luego sacó a la venta, obteniendo una gran acogida por parte de sus clientas más allegadas.
El diseño de sombreros, que en un principio inició como una diversión mientras vivía con Balsan, evolucionó hasta convertirse en una empresa comercial. Pasó a ser una modista con licencia -fabricante de sombreros- en 1910, y abrió una boutique en el 21 rue Cambon, Paris. Coco tuvo otro apoyo, que le dio la orientación adecuada a su ambición empresarial. Se trata de la participación económica del socialité y jugador de polo Ingles Arthur “Boy” Capel.
Boy, el segundo amor de Coco, también era amigo de Balsan, y un frecuente invitado de Etienne por sus habilidades de negociante e inversionista. Esa es la razón por que ella lo conoció en 1909. Ambos se enamoraron perdidamente y se escaparon. Los rumores de infidelidad que corrían sobre Capel, se vieron confirmados cuando él le comunicó que la dejaba por una aristócrata, con quien se casó en 1918, Lady Diana Wyndham.
Se cree que Coco tuvo esperanzas de ser su esposa, pues de todos los amantes que Gabrielle tuvo, fue en Capel en el que encontró no solo un socio y asesor, sino que también un buen compañero, amigo, padre, hermano. Este romance encontró su término cuando Boy murió trágicamente en un accidente automovilístico en la carretera vía Fréjus, a finales de 1919.
Veinticinco años después del suceso, cuando Chanel residía en Suiza, confió a su amigo Paul Morand: «…su muerte fue un golpe terrible para mí. Al perder a Boy, lo perdí todo, lo que siguió, no fue una vida…” Se dice que el propio estilo sartorial de Capel, influyó en la concepción de la estética que creó Chanel.
Te recomendamos la película Coco Avant Chanel de 2009, dirigida por Anne Fontaine y protagonizada por Audrey Tautou y Alessandro Nivola, en el personaje de Boy Capel.
“Chanel nos aportó a ella misma” – Karl Lagerfeld
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