Te esfuerzas. Sigues tu rutina de ejercicio con disciplina, intentas comer de forma saludable y te mantienes activa. Sin embargo, los resultados que esperas simplemente no llegan. Mientras tanto, ves a otras personas que, con un esfuerzo aparentemente menor, logran sus objetivos con facilidad. ¿Te suena familiar? Esta frustrante situación es increíblemente común y puede llevar a la desmotivación y al abandono de los buenos hábitos. Nutrigenética y ejercicio es la clave

Pero, ¿y si el problema no fuera tu disciplina ni tu fuerza de voluntad? ¿Y si la respuesta a por qué tu cuerpo no responde como esperabas estuviera escrita en un lugar mucho más profundo? La respuesta podría estar en tu ADN.

Estamos entrando en una nueva era del bienestar, una donde los consejos genéricos y las dietas de moda están siendo reemplazados por un enfoque de ultra-personalización basado en la ciencia. La nutrigenética, el campo que estudia cómo nuestros genes interactúan con la nutrición y el ejercicio, se perfila como la clave para desbloquear nuestro verdadero potencial y transformar nuestra salud desde la raíz.

Adiós a los consejos genéricos: la revolución de la salud personalizada

Durante décadas, la industria del bienestar nos ha vendido la idea de que existe una fórmula mágica universal: una dieta que funciona para todos, una rutina de ejercicios que garantiza resultados. Sin embargo, la realidad es que cada cuerpo es un universo único. Lo que funciona de maravilla para una persona puede ser completamente ineficaz para otra.

Aquí es donde la nutrigenética cambia las reglas del juego. En lugar de seguir recomendaciones universales, esta disciplina científica nos permite acceder al «manual de instrucciones» de nuestro propio organismo. En el marco del Día del Nutriólogo, que se conmemora cada 11 de agosto, es crucial reconocer cómo los profesionales de la salud están adoptando estas herramientas de vanguardia para ofrecer un nivel de asesoramiento que antes era impensable, creando planes que respetan y optimizan nuestra biología única.

El mapa en tu saliva: ¿Cómo funciona una prueba de nutrigenética?

Acceder a esta información tan personal puede sonar a ciencia ficción, pero el proceso es sorprendentemente simple y no invasivo.

Todo comienza con una simple muestra de saliva que se toma en casa con un kit especial. Esta muestra se envía a un laboratorio especializado donde se extrae y analiza tu ADN. Los científicos no leen tu genoma completo, sino que se enfocan en estudiar variantes en genes específicos que han sido científicamente validados por su influencia en el metabolismo, la nutrición y el rendimiento físico. Algunas de las pruebas más avanzadas del mercado, por ejemplo, pueden analizar hasta 129 variantes genéticas para obtener un perfil increíblemente detallado.

Semanas después, recibes un informe completo que traduce esa compleja información genética en recomendaciones claras y accionables sobre cómo deberías comer, entrenar y vivir para estar en armonía con tu cuerpo.

Los secretos que tu ADN puede revelar: 4 áreas clave

Una prueba de nutrigenética y ejercicio puede darte respuestas a preguntas que llevas haciéndote años. Estos son los cuatro tipos de información más valiosos que puedes obtener:

1. Tus requerimientos nutricionales únicos. ¿Eres de los que se sienten mejor con una dieta alta en grasas saludables o necesitas más carbohidratos complejos para rendir? Tu ADN tiene la respuesta. Un análisis genético puede revelar cómo tu cuerpo metaboliza los macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos) y si tienes una predisposición a necesitar mayores cantidades de ciertas vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina D, las del complejo B o los antioxidantes.

2. Tus sensibilidades y tolerancias alimenticias. ¿Te sientes hinchada después de comer lácteos pero no estás segura si es una intolerancia real? ¿El café te pone súper productiva o te genera ansiedad? Tu genética puede darte pistas claras sobre si tienes una predisposición a la intolerancia a la lactosa, una mayor sensibilidad al gluten o cómo tu cuerpo procesa la cafeína y el alcohol. Esta información te permite eliminar las conjeturas y ajustar tu dieta para evitar malestares y optimizar tu digestión.

.

3. Tu perfil de ejercicio ideal. Esta es, quizás, la revelación más impactante para quienes se sienten estancados en el gimnasio. Tus genes influyen directamente en la composición de tus fibras musculares y, por lo tanto, en el tipo de actividad física para la que estás naturalmente «programado».

  • Predisposición a la resistencia. Si tus genes favorecen las fibras musculares de contracción lenta, es probable que tu cuerpo responda excepcionalmente bien a ejercicios de resistencia como correr largas distancias, el ciclismo o la natación.
  • Predisposición a la potencia. Si, por el contrario, tienes una predisposición a las fibras de contracción rápida, brillarás en actividades que requieran explosiones de fuerza y velocidad, como el levantamiento de pesas, los sprints o el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT).

Esto no significa que no puedas hacer el otro tipo de ejercicio, pero entender tu predisposición natural te permite enfocar tu entrenamiento en lo que te dará mejores y más rápidos resultados, aumentando tu motivación.

4. Tu respuesta al estrés y la calidad del sueño. El bienestar va más allá de la dieta y el ejercicio. Tu ADN también puede indicar cómo tu cuerpo gestiona el cortisol (la hormona del estrés) y cuál es tu cronotipo natural (si eres una «alondra» matutina o un «búho» nocturno). Saber esto te permite estructurar tu día, tus entrenamientos y tus rutinas de relajación de una forma que se alinee con tu ritmo biológico, mejorando la recuperación y el equilibrio emocional.

El bienestar basado en ti, no en tendencias

La era de seguir ciegamente la dieta de moda o la rutina de ejercicios de un influencer ha terminado. La nutrición de precisión y el entrenamiento personalizado basados en la genética representan un cambio de paradigma fundamental en la forma en que entendemos la salud.

Conocer tu mapa genético te da el poder de dejar de adivinar y empezar a tomar decisiones informadas. Te permite construir un estilo de vida que no solo sea saludable, sino verdaderamente sostenible, porque está, literalmente, hecho a tu medida. Es la oportunidad de dejar de luchar contra tu cuerpo y empezar a trabajar en equipo con él, honrando su diseño único para alcanzar, por fin, tu máximo potencial de bienestar.

Fuente: NutriADN, modificado por Mariel Gadaleta
Fotos: Freepik 


Mira este post: Estudio sobre semaglutida: una dosis mayor logra pérdida de peso de más del 25%


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: