
¿Alguna vez has soñado con tener un espacio en tu hogar donde puedas desconectar, relajarte y dejarte envolver por una sinfonía de aromas, colores y texturas? Los jardines sensoriales son esa respuesta perfecta. Diseñar un jardín que estimule todos los sentidos no solo embellece tu entorno, sino que también promueve el bienestar emocional y mental. En esta guía, te enseñaremos cómo crear un jardín sensorial lleno de vida, usando plantas con diferentes texturas, colores y aromas, para que puedas disfrutar de un espacio único y lleno de magia.
¿Qué es un jardín sensorial?
Un jardín sensorial es un espacio diseñado específicamente para activar todos nuestros sentidos: vista, olfato, tacto, oído e incluso el gusto (en algunos casos). La idea es crear un ambiente donde cada planta y elemento contribuya a una experiencia multisensorial. Estos jardines son ideales para personas de todas las edades, especialmente para niños pequeños y adultos mayores, ya que fomentan la exploración y el contacto con la naturaleza.

Beneficios de tener un jardín sensorial
- Relajación y reducción del estrés. Los aromas agradables y las texturas suaves ayudan a calmar la mente.
- Estimulación cognitiva. La variedad de colores y formas estimula la percepción visual.
- Mejora del estado de ánimo. Estar en contacto con la naturaleza aumenta la serotonina.
- Fomento de la creatividad. La diversidad en plantas y elementos invita a explorar y aprender.
- Inclusión. Es un espacio accesible para personas con diferentes capacidades.
Cómo diseñar tu propio jardín sensorial paso a paso
1. Planificación inicial. Antes de comenzar a plantar, define qué quieres lograr con tu jardín. ¿Será un espacio para relajarte? ¿Un lugar para jugar con niños? ¿O simplemente quieres crear un rincón hermoso que estimule todos los sentidos? Esto determinará el tamaño, el estilo y las plantas que escogerás.
2. Selección del lugar adecuado. Busca un espacio que reciba suficiente luz natural (al menos 4-6 horas diarias), tenga buen drenaje y esté protegido del viento fuerte. Considera también si deseas incluir elementos acuáticos o caminos accesibles.
3. Diseño basado en los sentidos. Divide tu jardín en zonas o áreas temáticas según los sentidos que quieras potenciar:
- Vista. Plantas con colores vibrantes o contrastantes.
- Olfato. Aromáticas como lavanda, menta o jazmín.
- Tacto. Plantas con diferentes texturas como helechos suaves o cactus rugosos.
- Oído. Elementos como fuentes de agua o campanas eólicas.
- Gusto. Hierbas comestibles o plantas frutales (si tienes espacio).
4. Selección de plantas. Aquí entra en juego la variedad. A continuación te comparto algunas ideas para cada sentido:
Para estimular la vista:
- Geranios: Colores vivos como rojo, rosa y blanco.
- Petunias: Flores grandes y coloridas.
- Caléndulas: Amarillas brillantes que alegran cualquier rincón.
El olfato:
- Lavanda: Aroma relajante y floral.
- Menta: Fresca y estimulante.
- Jazmín: Perfume intenso en las noches.
Para estimular el tacto:
- Helechos: Textura suave y frondosa.
- Cactus: Rugoso pero interesante al tacto.
- Hiedra: Hojas ásperas pero flexibles.
El oído:
- Fuentes pequeñas: El sonido relajante del agua en movimiento crea un ambiente tranquilo.
- Campanas eólicas: Añaden melodías suaves que invitan a la calma y la meditación.
- Plantas que atraen insectos beneficiosos: Como las lavandas, que atraen abejas y mariposas, enriqueciendo la experiencia auditiva con sus zumbidos y vuelos.
Para estimular el gusto (si tienes espacio y permisos):
- Hierbas aromáticas: Menta, albahaca, perejil y cilantro son fáciles de cultivar y aportan sabores frescos.
- Frutales pequeños: Fresas, limoneros o naranjos en macetas o áreas delimitadas.
- Tomates cherry: Además de ser comestibles, aportan color y textura.
Consejos para crear un jardín sensorial sostenible y ecológico
Para que tu jardín sensorial sea también respetuoso con el medio ambiente, opta por plantas nativas de tu región, ya que requieren menos agua y cuidados. Utiliza compost orgánico para fertilizar y evita pesticidas químicos, promoviendo un ecosistema saludable. Incorporar elementos reciclados, como macetas hechas con materiales reutilizados o decoraciones con objetos reciclados, aporta originalidad y sostenibilidad.
Además, recoge agua de lluvia para regar tus plantas y reduce el consumo de recursos. Así, no solo disfrutarás de un hermoso espacio multisensorial, sino que también contribuirás a cuidar nuestro planeta mientras creas un refugio lleno de vida y armonía.
Toma en cuenta lo siguiente:
- Variedad constante. Cambia plantas según la temporada para mantener el interés visual y olfativo.
- Cuidado regular. Riega, poda y fertiliza según las necesidades de cada planta.
- Incorpora elementos naturales. Piedras decorativas, troncos o ramas secas para añadir texturas variadas.
- Accesibilidad. Diseña caminos y zonas accesibles para todos los usuarios, incluyendo personas con movilidad reducida.
- Personalización. Añade objetos que te inspiren, como bancos cómodos, espejos o esculturas naturales.
Ideas adicionales para potenciar la experiencia sensorial
- Iluminación suave. Usa luces cálidas o velas para crear un ambiente acogedor en las tardes y noches.
- Música ambiental. Puedes incluir altavoces discretos con sonidos de la naturaleza o música relajante.
- Estaciones temáticas. Crea pequeños rincones dedicados a diferentes sentidos o actividades como yoga o meditación.
Cómo aprovechar al máximo tu jardín sensorial
Una vez creado tu espacio, dedícale tiempo. Pasea lentamente por él, tocando las plantas, oliendo sus aromas y observando los colores. Puedes incorporar actividades como:
- Meditación en medio de las plantas aromáticas.
- Juegos sensoriales con niños pequeños.
- Sesiones de relajación acompañadas del sonido del agua.
Este tipo de jardines no solo embellecen tu hogar sino que también se convierten en un refugio personal donde puedes desconectar del estrés diario y reconectar contigo misma.
Tu propio santuario multisensorial
Diseñar un jardín sensorial es una forma maravillosa de transformar un espacio exterior en un oasis lleno de vida y sensaciones. La clave está en escoger plantas que estimulen todos los sentidos y combinarlas con elementos que potencien la experiencia. No necesitas ser experta en jardinería; con paciencia, amor y creatividad podrás crear un rincón mágico donde cada visita sea una aventura sensorial.
¿Lista para comenzar? Inspírate en la naturaleza, escoge tus plantas favoritas y empieza a diseñar ese espacio especial que te hará sentir bien cada día. ¡Tu jardín sensorial te espera para ofrecerte momentos únicos llenos de belleza, calma y alegría!
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