¿Qué tienen en común un platillo cocinado al vapor dentro de una hoja de pozol en un pueblo de México y un sándwich de brisket con pan de papa fermentado en una metrópoli europea? Ambos son parte de un nuevo y emocionante panorama culinario, un reflejo de las tendencias gastronómicas de 2025 que están redefiniendo lo que comemos, cómo lo comemos y, sobre todo, por qué lo comemos.
Un influyente reporte anual, basado en los valiosos aportes de más de 1,600 chefs de 21 países, ha trazado el mapa de este nuevo territorio. Lejos de ser caprichos pasajeros, estas tendencias son el resultado de profundas fuerzas globales que están moldeando nuestros gustos y decisiones. La mesa se ha convertido en un espejo del mundo, y lo que vemos en ella es una fascinante mezcla de tradición, tecnología, conciencia social y una profunda necesidad de conexión emocional.
Prepárate para descubrir las cuatro macrotendencias que ya están en las cocinas más innovadoras y que muy pronto estarán en tu plato.

El contexto: las fuerzas que moldean nuestro apetito
Para entender hacia dónde va la comida, primero hay que entender el mundo que nos rodea. El estudio identifica tres grandes fuerzas de cambio global que actúan como telón de fondo para estas tendencias:
- Impacto demográfico y migratorio. El movimiento de personas a través del planeta está derribando las fronteras culinarias, creando fusiones orgánicas y emocionantes.
- Retos económicos. La inflación y la incertidumbre económica (en México, por ejemplo, el precio del kilo de tortilla se duplicó entre 2018 y 2024) impulsan la búsqueda de propuestas accesibles, creativas y de alto valor percibido.
- Tensiones geopolíticas. Las interrupciones en la cadena de suministro global obligan a los chefs a ser más resilientes, creativos y a mirar hacia los ingredientes locales.
En este escenario, emerge un actor clave: la Generación Z. Representando ya el 20% de la población en México, estos jóvenes consumidores, aunque preocupados por sus finanzas, no están dispuestos a sacrificar la calidad ni el significado. Buscan experiencias, autenticidad y propuestas que se alineen con sus valores, convirtiéndose en el principal motor de la innovación gastronómica.

Las 4 tendencias gastronómicas que definirán tu plato en 2025
1. Raíces culinarias: El regreso al origen con orgullo
En un mundo cada vez más homogéneo, hay un poderoso anhelo por lo auténtico, lo local y lo que tiene historia. Esta tendencia celebra el patrimonio culinario, rescatando recetas, ingredientes y técnicas ancestrales que estuvieron a punto de perderse. No se trata de nostalgia, sino de una revalorización consciente de la riqueza que se encuentra en nuestras propias raíces.
Chefs y cocineros de todo el mundo se están convirtiendo en arqueólogos culinarios, desenterrando los tesoros de sus regiones. Es un acto de preservación cultural que se traduce en platos con un profundo sentido de pertenencia.
- En el plato. Veremos un resurgimiento de ingredientes nativos como el amaranto, la quinoa, los nopales y los frijoles criollos. Las técnicas que dominan son aquellas que hablan de tiempo y paciencia: la fermentación, el ahumado, la cocción lenta, los curados y la preparación de conservas caseras.
2. Comida callejera reimaginada: de lo informal a lo icónico
Impulsada por la Gen Z y su búsqueda de experiencias vibrantes a buen precio, la comida callejera gourmet está viviendo su época dorada. Ha dejado de ser una opción informal para convertirse en una de las plataformas más excitantes para la innovación culinaria. Los chefs la utilizan como un laboratorio para experimentar, y los comensales la abrazan como una experiencia cultural en sí misma.
Se trata de tomar la esencia democrática y deliciosa de la comida de la calle y elevarla con ingredientes de alta calidad, técnicas depuradas y presentaciones creativas. Espacios en desuso, como viejos almacenes o mercados renovados, se convierten en los nuevos templos de esta tendencia.
- En el plato. El sabor es intenso y audaz. Ingredientes como la paprika, los chiles secos, la sal ahumada y el ajo rostizado son protagonistas. Las técnicas son directas y llenas de sabor: el grill al carbón, los estofados de cocción larga, el uso de masas madre para panes y, en el caso de México, la sagrada nixtamalización del maíz.
3. Cocina sin fronteras: el sabor de la fusión global
La globalización y los flujos migratorios han metido al mundo entero en una misma cocina. Los chefs de hoy son cada vez más multiculturales, con biografías que abarcan varios países, y sus platos son el delicioso resultado de esas experiencias. Esta tendencia de cocina de fusión responde al deseo de los comensales de viajar con el paladar y descubrir combinaciones de sabores inesperadas.
Las recetas tradicionales se deconstruyen y se reconstruyen con ingredientes y técnicas de otras latitudes. Es una cocina lúdica, curiosa y sin miedo a romper las reglas. En México, por ejemplo, la creciente influencia de las cocinas de Centro y Sudamérica está enriqueciendo la oferta local.
- En el plato. La despensa es global. Ingredientes como el miso, el yuzu japonés, el matcha, el chiltepín y las salsas de frutas tropicales como el mango se mezclan en platos sorprendentes. Las técnicas son de vanguardia y tradición a la vez: la cocción al vacío (sous vide), la caramelización, los curados y los marinados complejos.
4. Personalización culinaria: tu menú, a tu manera
Si la Generación Z es nativa digital, es lógico que exija el mismo nivel de personalización que encuentra en sus playlists o feeds de noticias, pero en su plato. La personalización en restaurantes ya no es un lujo, es una expectativa. La tecnología se convierte en la gran aliada para crear experiencias gastronómicas hiper-personalizadas.
Se trata de hacer que el comensal se sienta único. Desde menús que se adaptan a sus preferencias y restricciones dietéticas, hasta experiencias inmersivas que involucran todos los sentidos.
- En el plato. Esta tendencia abarca desde la cocina molecular, con espumas y esferificaciones, hasta tecnologías como la impresión 3D de alimentos. Pero también se manifiesta en formas más accesibles: el grill en la mesa donde el comensal participa en la cocción, el uso de la Inteligencia Artificial para recomendar platillos según el historial del cliente, o la posibilidad de ordenar y personalizar cada detalle de tu plato desde una tablet.
Innovar es volver a lo esencial (con un toque de futuro)
Como señala el director del estudio para Latinoamérica, «las tendencias que identificamos no son futuristas, ya están sucediendo en las cocinas que entienden a sus comensales». El futuro de la comida parece apuntar en una dirección clara: un equilibrio entre la revalorización de lo local y tradicional, y la adopción inteligente de la tecnología para crear experiencias más personales y sostenibles.
En un contexto de retos económicos y ambientales, la gastronomía sostenible ya no es una opción, sino una necesidad. Innovar ya no significa simplemente agregar ingredientes exóticos, sino hacerlo con propósito: conectar con el patrimonio, valorar lo que comemos y entender que cada plato tiene un impacto.
Fuente: Unilever Food Solutions, modificado por Mariel Gadaleta
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