Si eres una microemprendedora del mundo DIY y tu escritorio es un pequeño taller donde la magia sucede entre vinilos, telas y máquinas de corte, esta noticia te interesa. Hasta hace muy poco, vender en línea significaba armar una tienda digital estática, subir fotos perfectas y cruzar los dedos. Hoy, el e-commerce se mueve hacia una dirección mucho más dinámica y poderosa: el live commerce.
Esta tendencia no es solo una moda; es una revolución que está devolviendo el toque humano y la interacción a las ventas digitales. Se trata de dejar de mostrar los productos en fotos pulcras, pero frías, para presentarlos en sesiones en vivo. En estos streams puedes explorar todos los ángulos, formas y presentaciones del producto, en una experiencia interactiva que culmina con un clic en el botón de compra.
El live commerce ha demostrado ser la herramienta perfecta para quienes crean. Como explica Yanelly Reyes, directora de Comunidades de Cricut en Latinoamérica, “Los productos ya no solo se muestran, se cuentan, se explican, se construyen frente a los ojos del cliente potencial, y eso está cambiando por completo la forma de vender”.
Live commerce. Freepik
La magia del proceso en tiempo real
El éxito de esta modalidad radica en la transparencia y la narrativa. A diferencia de otros segmentos del comercio electrónico, donde el producto llega listo y empaquetado, el crafting vive su mejor versión en tiempo real. ¿Por qué? Porque la «magia» de tus productos reside en el proceso artesanal, en esa elaboración creativa que el cliente ansía ver.
Los datos recientes son abrumadores. Las sesiones en vivo están teniendo un éxito particular en plataformas como TikTok, donde los números son de ensueño: hay marcas que han elevado hasta 4000% su valor bruto de mercancía. Además, el volumen diario de ventas en esa plataforma se incrementó 34 veces en México entre febrero y septiembre de 2025. Aunque estos crecimientos extremos pueden sonar ajenos, son una muestra clara del poder de una venta que ya no es estática, sino profundamente interactiva y envolvente.
Esta tendencia representa una ventana de oportunidad inigualable para las microemprendedoras, pues pueden mostrar al usuario cómo se diseña, se corta, ensambla y personaliza un producto, como una tote bag bordada o un álbum de recortes único.
Ahora imagina esto, vendes tarjetas hechas a mano, pero en vez de colgar una foto o carrusel, haces un LIve. Empiezas hablar del por qué elegiste ese material, ese color, y con un sonido en tendencia Circut hace el corte perfecto. ¿Sabes qué pasa? Que las peronas no solo compran la tarjeta, sino tambien el tiempo y el amor que pones en detalle. Es cuando tu producto empieza a valer más de lo que crees.
E-commerce en vivo. Freepik
Una fórmula creativa que vende con conexión
En el e-commerce en vivo, cada minuto frente a la cámara cuenta. Cada segundo es una oportunidad de crear un vínculo emocional y explicar el porqué de cada pieza, mostrar los materiales y revelar el paso a paso. Para las creadoras del mundo DIY, esto no solo es posible, es su lenguaje natural.
La diferencia es abismal: mientras un artículo convencional se presenta con fondo blanco, sin historia, una etiqueta hecha a mano o un cartel decorado con vinilo puede mostrarse desde su primer trazo hasta su corte final. El usuario no solo ve el producto terminado, ve la historia, el cariño y, sí, también la tecnología –como las herramientas accesibles de Cricut– que lo hizo posible.
Esto convierte al live commerce en una herramienta narrativa y comercial a la vez. Para las crafters, no se trata de enseñar un catálogo; se trata de enamorar en vivo, de construir la confianza que solo la transparencia puede dar.
Crafting. Freepik
La clave: de gustar a convencer
Yanelly Reyes añade un punto crucial: “Una de las claves más importantes es saber que los productos que se venden no solo deben gustar; deben convencer. Y eso sucede cuando el espectador entiende cómo se hizo, cuánto esfuerzo implica, qué decisiones tomó el creador en cada paso”.
Para quienes crean desde casa, utilizando el poder de las máquinas de corte y el intuitivo software Design Space, la transmisión en vivo se convierte en una especie de taller compartido. Es un espacio donde el público no solo observa, sino que participa activamente: pregunta sobre los materiales, se interesa por la técnica y, al final del stream, se siente parte del proceso y con deseo de llevarse esa pieza única.
Ahora, si tu emprendimiento la deco de eventos, un Live Commerce es lo que necesitas amiga. Te sugiero esto: empieza el video mostrando un vaso de vidrio simple, pero al frende de la cámara colocas un vinilo metalizado grabado con un nombre en específico.
Es el momento exacto de crear el tan amado «antes y después». No vamos a negar que ese proceso de cambio nos deja impactadas frente a la cámara, y es cuando decimos: «quiero algo así». La personalización es lo más vendido en la actulidad, y tu sistema de venta puede impulsar en grandes escalas la ampliación de tu clientela feliz.
El live commerce ofrece justo lo que este tipo de creadores necesita: una plataforma donde el producto no solo se ve, se siente. Donde mostrar la textura, la dedicación y el diseño en tiempo real marca una diferencia de miles de puntos de porcentaje en las ventas. Esto, más allá de la derrama económica, se traduce en la construcción de una comunidad fiel y de confianza. Porque vender no es solo listar productos; es mostrar la dedicación detrás de cada corte, cada material, cada pieza. Y ahí, frente a la cámara, el crafting ha encontrado el escenario que estaba esperando para crecer exponencialmente. Es hora de encender la cámara y dejar que la magia suceda.
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Emprender en casa. Freepik
Fuente: Cricut Inc, modificado por Mariel Gadaleta
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