
La entrada a los 50 años marca mucho más que un cambio de década. Es el inicio de una etapa poderosa, llena de experiencia, sabiduría y nuevas oportunidades. Lejos de ser el comienzo de una pendiente descendente, los 50 representan el momento ideal para tomar decisiones proactivas que aseguren que las próximas décadas se vivan con energía, autonomía y un profundo sentido de bienestar. En México, una población de 25.9 millones de personas tiene 53 años o más, una cifra que resalta la importancia de concientizar sobre la salud en esta etapa de la vida. A partir de los 50, el cuerpo comienza a experimentar cambios significativos, algunos de ellos imperceptibles al principio, que impactan directamente en nuestra calidad de vida. Es por ello que la prevención se convierte en nuestra mejor aliada para garantizar un envejecimiento saludable y activo.
El reloj biológico: por qué la salud cambia a los 50
El paso del tiempo es un proceso natural que afecta a todos los sistemas de nuestro cuerpo, incluyendo el inmunológico. Con la edad, el sistema inmunológico edad disminuye su capacidad y velocidad para responder a las amenazas. Los científicos lo llaman inmunosenescencia, un fenómeno que hace que seamos más vulnerables a ciertas enfermedades, incluso a aquellas que ya hemos superado en el pasado. Un claro ejemplo de esto es el herpes zóster. Este padecimiento es causado por el mismo virus que provoca la varicela, una enfermedad que la mayoría asocia con la infancia. Tras manifestarse en la niñez, este virus permanece dormido en el organismo y, años después, puede reactivarse de manera inesperada. Se estima que un sorprendente 99% de los adultos de 50 años ya portan este virus en su cuerpo, aunque muchos no tienen conciencia de ello.
El herpes zóster no es solo una erupción cutánea molesta. Puede desencadenar complicaciones severas y debilitantes, como la neuralgia posherpética. Esta afección se caracteriza por un dolor persistente que puede durar semanas, meses o incluso años después de que la erupción inicial ha sanado. Este dolor crónico puede limitar la capacidad para realizar actividades cotidianas que damos por sentadas, como caminar, dormir, vestirse o disfrutar de tiempo de calidad con la familia. Es una condición que afecta profundamente la autonomía y el bienestar de las personas. Por esta razón, la mejor forma de prevenir el herpes zóster y sus terribles consecuencias es la vacunación, un escudo protector esencial en esta etapa de la vida.

Doctor vaccinating mature woman patient in clinic. Nurse holding syringe before inject Covid-19 or coronavirus vaccine.
Vacunación: el escudo invisible para tu futuro
La buena salud no ocurre por casualidad; es el resultado de decisiones informadas y acciones preventivas. Mantener completos los esquemas de vacunación adultos mayores es una de las medidas más efectivas que podemos tomar para proteger nuestro futuro. Las vacunas funcionan enseñándole a nuestro sistema inmunológico a reconocer y combatir virus específicos, dándole un impulso que lo prepara para defenderse de manera más eficiente.
A pesar de que la vacunación es una herramienta esencial para la prevención enfermedades, en México aún queda mucho trabajo por hacer en esta área. Las estadísticas muestran que, de las personas de 53 años o más, solo el 60% reporta haberse vacunado contra la influenza en el último año y apenas el 11% contra la neumonía. Estos datos subrayan la necesidad de fortalecer la conciencia sobre la importancia de la vacunación en la edad adulta y de la vacuna herpes zóster.
Más allá de la vacuna: hábitos que fortalecen tu salud
Si bien la vacunación es una herramienta fundamental, el bienestar en la tercera edad es una ecuación que requiere más que una sola solución. Un enfoque integral es la clave. Junto con los chequeos médicos periódicos, es vital adoptar hábitos saludables después de los 50 que fortalezcan el cuerpo y la mente desde adentro.
- Ejercicio regular. El movimiento es vida. Actividades como caminar, nadar, hacer yoga o ejercicios de fuerza moderada no solo mantienen flexibles las articulaciones y fuertes los músculos, sino que también mejoran el estado de ánimo y refuerzan el sistema inmunitario.
- Alimentación equilibrada. Nutrir tu cuerpo con alimentos ricos en nutrientes es esencial. Una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras proporciona los elementos necesarios para mantener las células sanas y los niveles de energía
- Sueño y gestión del estrés. Ambos son pilares de una buena Un sueño reparador permite que el cuerpo se recupere y repare, mientras que técnicas para manejar el estrés como la meditación, el mindfulness o los pasatiempos relajantes ayudan a regular las hormonas y disminuir la inflamación.
Tomar la iniciativa: una decisión informada
Asumir un papel activo en el cuidado de la salud es un acto de amor propio y una de las mejores inversiones que puedes hacer. El conocimiento es poder, y decisiones informadas, junto con la orientación de un médico, son el camino para preservar tu bienestar en el futuro. Informarse sobre la cartilla de vacunación ideal para cada persona es un paso crucial. La Dra. Gloria Huerta, gerente médico Sr. de Vacunas en GSK México, señala que: “Hablar de prevención en adultos es indispensable para promover un envejecimiento saludable. La calidad de vida no depende solo de la edad, sino de las decisiones que tomamos a tiempo”.
En ese sentido, GSK contribuye al cuidado de la población mexicana, trabajando en soluciones innovadoras para proteger la salud a lo largo de la vida. La vacunación es una de esas soluciones que puede ayudar a evitar las complicaciones de enfermedades como el herpes zóster, incluso en personas que hoy se perciben como saludables.
Concluyendo con este tema taaaan importante para nosotras, podemos ratificar, por medio de la vocería de los expertos, que la vacunación es necesaria para vivir una vida plena y sin muchas preocupaciones, aparte, esta década es clave para asegurar una vejez lo más saludable posible.
Fuente: GSK, modificado por Mariel Gadaleta
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