El polvo compacto no únicamente sella el maquillaje o nos ayuda a matizar, acabar con el brillo o contornear, sino que puede convertirse en blush o sombra, siempre y cuando sepamos cómo usarlo y hoy, develaremos sus muchos usos para que puedas sacarle todo el jugo posible.

La magia del polvo compacto: el maquillaje perfecto

A veces creemos que el polvo solo nos sirve como sustituto del polvo traslúcido, pero el segundo, como su nombre lo indica, no coloca color alguno sobre la piel y sirve para sellar el maquillaje, a diferencia del compacto que puede brindarnos tonos sutiles o más dramáticos al aplicarlo en nuestro rostro.

  • Puedes utilizarlo en varios tonos para crear en el rostro zonas de luz, sombra y unificación en el tono de la piel.
  • Un polvo dos o tres tonos más del tono natural de tu piel, ayudará a esculpir el rostro y a generar la famosa técnica de contorno. Todo dependerá de que tan marcadas quieras estas zonas de sombra.
  • Un polvo un tono o dos más claro, te ayudará a sellar el corrector o darle un aspecto de luz en zonas centrales y altas de tu cara.
  • Un tono que haga match perfecto con la piel, dará un toque sutil de color, ideal para resaltar tu color, cubrir imperfecciones y así crear un look natural, radiante y unificado.
  • En los párpados, a forma de sombra permite crear un maquillaje en tonalidades nude y ahumados naturales, esto si usas tonos más oscuros que tu tono de piel.
  • En las mejillas para dar un efecto bronceado o de blush, dando un toque de color en zona media de los pómulos, para lograrlo aplica tonos más dorados y encendidos.
  • Prolonga el acabado impecable, natural y unificado del maquillaje.
  • Anula o controla el brillo que se genera en la zona T (frente, nariz y barbilla).
  • Da a tu piel un acabado aterciopelado y suaviza la textura de la piel.

Alberto comenta que hay que tener cuidado al aplicarlo, porque podemos excedernos en su aplicación “generar un aspecto de piel extremadamente seca y recargada, que marque las líneas de expresión, y sí cuidar que el tono sea similar al natural, para evitar el efecto de máscara que nos hace vernos artificiales”.

Polvo compacto, el producto mágico. Foto vika-pavlyuk en Depositphoto

Polvo compacto, el producto mágico. Foto vika-pavlyuk en Depositphoto

El tono importa 

El también diseñador de imagen nos sugiere que, para encontrar el verdadero tono que se asemeje a nuestra tez, debemos:
1. Saber identificar la pigmentación de nuestra piel: si es clara, media o más profunda.
2. Después, revisar el subtono, que es el que hace referencia a la temperatura, porque esto, es fundamental para encontrar el que realmente se funda con nuestra piel.

Los subtonos fríos

son aquellos en que la piel se ve más rosada o salmón, pieles que al contacto con el sol se enrojecen y donde el tono de sus venas se ve más azulado.

Cálidos

Son en los que la piel se ve más bronceada, con tonos amarillos y oliva. Son pieles con efecto dorado y que, al contacto con el sol se broncean. En general, sus venas tienen una apariencia verdosa.

Neutros

Donde la apariencia puede ser tanto bronceada como rosada, tienden a tener un tono beige natural y las venas tienen una apariencia más violeta, o se encuentra una dualidad conjunta de verdes y azules.

Toma en cuenta que, en pieles normales, el polvo unificará el tono y minimizará los poros; en el mixtas o grasas, ayudará también a matificar y regular la secreción de grasa; y en pieles secas, dará un acabado uniforme, ligero y difuminado.

Fuente: By Apple


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