Había escuchado de la filosofía, la alimentación pero… ¿un masaje ayurvédico? No, nunca. Así que cuando me dijeron que el Spa Sua de Centro Qi los daba, tuve que ir a probarlos y esto fue lo que pasó.
Masaje ayurvédico: principios
La base de este tipo de técnica es la personalización, así como toda la filosofía. Es decir, según nuestro temperamento o Doshas, se nos da el tratamiento. En este caso, la selección de aceites es lo que se elige de esta manera.
Según Avant Medic, «El enfoque fundamental de Ayurveda para el bienestar, es que se debe llegar a un estado único de equilibrio de todo nuestro ser: cuerpo, mente y espíritu. Ayurveda ve el mundo a la luz de tres principios constitucionales o Dohas: Vata, Pitta y Kapha. La primera línea de defensa en la lucha contra los desequilibrios es eliminar la causa del problema. Si el problema se identifica fuera del individuo, el cuerpo comienza a ser capaz de curarse a sí mismo.»
«La coordinación inteligente de nuestras cuatro partes: el alma, la mente, los sentidos y el cuerpo, con la totalidad de la naturaleza y el cosmos, restablece el equilibrio natural de tu dosha mediante la estimulación de puntos marma usando aceites y esencias conforme a tu dosha y elimina ama», explica Centro Qi.
Así que lo primero que hay que hacer para recibir un tratamiento y/o masaje ayurvédico es conocer la naturaleza del paciente, pero si no la conoces, aquí se utilizan aceites y aromas neutros, que le quedan bien a cualquier persona.
Paso a paso: un masaje distinto
Ya que entendemos un poco mejor de qué va esta filosofía, nos adentramos al proceso. Lo primero que se hace, es quitarte la ropa y en tu bata y pantuflas, te metes a un vapor. Ahí te das masaje con una mascarilla personalizada que exfolia la piel y funciona muy bien ya que por el calor, los poros están abiertos.
Ahora viene una parte divertida: shock de temperatura. Del vapor pasas a una ducha de agua fría para enjuagarte y de nuevo, al vapor. La verdad pensé que iba a ser doloroso pero para nada, de hecho, se sintió muy bien.
En total, este proceso dura como 25 minutos y después de volverte a enjuagar, ahora sí vas a un masaje de relajación, descontracturante y estimulante. Puedes elegir entre 60 o 120 minutos.
Los aromas y los aceites se unen para darte una relajación increíble, además de que la terapeuta aplica la presión que tú prefieras para que el masaje funcione a profundidad. En mi caso fue largo y toco casi todas partes de mi cuerpo, fue muy bueno.
¿Cómo me sentí después de la experiencia? ¡VOLANDO! Fue una muy buena experiencia y sin duda, volvería a tomarla.
Sua Center, Medical & holistic SPA. Avenida Ámsterdam 317, Col. Hipódromo Condesa.
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