El fin de semana, Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry, decidió tomar un breve descanso de la extenuante gira por Australia que realiza junto a su marido.
La exactriz, que el lunes pasado anunció que esperaba su primer hijo, decidió apartarse de varios eventos debido al cansancio acumulado. Sin embargo, Meghan reapareció este lunes para saludar a la multitud que la esperaba en la isla Fraser.
Para la ocasión, la duquesa de Sussex llamó la atención por volver a romper el estricto protocolo real de vestuario. Markle llegó al lugar luciendo un vestido largo con líneas verticales ajustado, que no cubría sus hombros y que además contaba con aberturas hasta el muslo, dos características prohibidas para las integrantes de la familia real.
Sin embargo, lo que más llamó la atención del look de Meghan Markle fue que mostraba orgullosamente su pancita de embarazo, que puede apreciarse a pesar de que apenas hace días hizo el anuncio oficial.
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