Es la única explicación que se le puede dar al outfit que llevó la vestuarista británica, Sandy Powell, a la 88va entrega de los premios Oscar. Un conjunto de sastre -blazer y pantalón- híper grande, con estampado geométrico en verde y plata, que contrastaba terriblemente con el color anaranjado de su cabello. La diseñadora estuvo nominada por sus trabajos en Cinderella y Carol, pero aunque fue una de la protagonista de la noche, parece que rendir tributo a Bowie fue su objetivo ese día. Y ni hablar del collar sadomasoquista, ¿en qué pensaba?
Por: Lid Barrientos
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