A veces, el ajetreo de la vida diaria y distintos factores son un impedimento para que concretes una cita en el salón o en tu nail studio favorito; sin embargo, eso no significa que no quieras unas uñas bonitas, ¿o no?

Momentos así son una buena oportunidad para probar un kit para hacer uñas de gel, pero no cualquiera. Si bien el mercado está repleto de opciones, lo ideal es que elijas un producto de calidad, equipado con todas las herramientas que puedas necesitar y fórmulas que te beneficien, en lugar de perjudicarte.

Pero entonces, ¿qué es lo que distingue a un buen set de uno que no lo es? En los próximos párrafos, te compartiremos cuáles son los elementos que no tienen que faltar para que obtengas los resultados que esperas.

La lámpara perfecta

No es algo opcional, pues es la encargada de activar el fotoiniciador del esmalte en gel para lograr su curado completo. Cuando una lámpara brinda una potencia insuficiente, genera resultados frágiles, con capas que no se sellan por completo y que acaban por despegarse o agrietarse en poco tiempo.

Los modelos que combinan tecnología LED y UV, por ejemplo, permiten el curado de una amplia gama de esmaltes; cuando poseen una potencia de 48W o más, logran tiempos de secado razonables sin comprometer la fijación.

Además, algunas lámparas cuentan un temporizador integrado y sensores de encendido automático que evitan la sobreexposición y contribuyen a preservar tanto la salud de la uña natural como la calidad del esmalte aplicado.

Y, más allá del diseño, lo importante es que la lámpara proporcione un curado completo en todos los ángulos de la uña, incluso en los bordes, que distribuya la luz de forma uniforme y esté diseñada para trabajar de manera cómoda.

Esmaltes en gel

La calidad del esmalte se define por características como su composición y comportamiento al aplicar: distribución sencilla, no hay burbujas y pigmentación sin decolorarse con el paso de los días. Eso sí, deben ser compatibles con lámparas LED/UV para que el curado sea eficiente.

Asimismo, es fundamental que las fórmulas estén libres de ingredientes agresivos que puedan causar reacciones adversas. Marcas como Crême han desarrollado esmaltes en gel que respetan la salud de las uñas, pues no contienen plomo, HEMA, ni parabenos.

¿Y los colores? Lo mejor es que la selección incluya tonos versátiles y un equilibrio entre alternativas neutras y de mayor saturación que faciliten la experimentación sin necesidad de adquirir productos adicionales.

Base y sellador

La base y el top coat son los dos productos que definen la durabilidad, la adherencia y la estabilidad del resultado. Por un lado, la base crea una capa que impide el contacto directo del gel con la uña, lo cual reduce el riesgo de pigmentación, debilitamiento o desprendimiento prematuro, y, mejora la fijación sin necesidad de limado excesivo.

El top coat, por su parte, sella el color y protege contra el desgaste mecánico y la exposición a agentes externos. Si es de buena calidad, no tendrás que preocuparte de que se cuartee, pierda el brillo con el tiempo o se vuelva opaca ante el contacto con agua o productos de limpieza.

También existen versiones con funciones específicas: bases con agentes fortalecedores, top coats con acabado mate o extra brillo, e incluso, opciones que aceleran el secado sin alterar la textura del gel.

Herramientas indispensables

  • Empujador de cutículas. Te ayudará a despejar con cuidado la base de la uña, de tal forma que el esmalte no invada la piel.
  • Limas sponge 100/180 y la lima 180/180. Perfectas para dar forma y preparar la superficie de la uña para una buena adherencia del gel.
  • Pinceles. A pesar de que los esmaltes ya incluyen aplicador, los pinceles te permitirán trabajar detalles o corregir bordes.
  • Pads sin pelusa y nail cleanser. Son los encargados de eliminar residuos y aceites naturales para crear una superficie limpia que favorezca la adherencia del esmalte y prevenir imperfecciones.
  • Dispensador de acetona. Útil para controlar el retiro del de gel.
  • Ojo. Estas son solo las herramientas básicas que se aconseja tener para que tus primeras experiencias sean satisfactorias; sin embargo, existen muchas más que podrás integrar conforme tu técnica se vaya perfeccionando.

En sí, el número de piezas no es relevante, sino, como ya se especificó, la calidad y el propósito de cada componente. Explora los kits que llamen tu atención y selecciona aquel que refleje un compromiso claro con el cuidado de tus uñas y te dé todo lo necesario para que crees los diseños de tu preferencia desde la comodidad de tu hogar.



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