Viajar por las antiguas rutas que conectaban el lejano Oriente con el Occidente es posible a través de la famosa ruta de la seda en Turquía, un trayecto cargado de historia, cultura y tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos.

Esta travesía lleva a los viajeros por Anatolia, en donde las civilizaciones dejaron una huella indeleble en la cultura local, marcada por el paso de comerciantes, exploradores y viajeros de todos los rincones del mundo.

La Ruta de la Seda en Turquía: un enlace entre el este y el oeste 

Desde la antigüedad, Anatolia ha sido un puente vital entre continentes, culturas y mercados. Su situación estratégica hizo de esta región una parada clave para los mercaderes que transportaban seda, especias, piedras preciosas y otros productos entre China, Persia, el mundo árabe y Europa.

Desde tiempos antiguos, Anatolia ha sido un puente vital. Su ubicación estratégica hizo de esta región un punto de paso esencial para los mercaderes que transportaban seda, especias, piedras preciosas y otros productos entre China, Persia, el mundo árabe y Europa.

Durante la Edad Media, la Ruta de la Seda se extendió a través de múltiples itinerarios que conectaban Asia Central con Anatolia y, desde allí, se abrían caminos hacia Europa.

En la costa del Egeo, los puertos de Éfeso y Mileto eran clave para el comercio marítimo, mientras que en la región del Mar Negro, Trabzon y Sinop jugaban un papel fundamental.

Los comerciantes que transitaban por tierra pasaban por importantes ciudades de Anatolia, como Trabzon, Erzurum, Sivas, Amasya, Konya e incluso Estambul, las cuales en la actualidad aún forman parte de itinerarios en Turquía en los que se pueden comprar productos de seda 100% artesanal y auténtica, tal es el caso del Gran Bazar en la capital turca.

Un legado cultural y milenario  

La Ruta de la Seda también es una rica mezcla de culturas, religiones y costumbres que se reflejan en las tradiciones turcas contemporáneas. Tal es el caso del arte del meddah, una forma de narración oral improvisada que ha sido parte fundamental de la cultura turca desde tiempos antiguos.

Los meddahs entretenían a los viajeros con historias de amor, aventuras y sátiras sociales, transmitiendo el conocimiento popular de generación en generación.

Esta tradición fue inscrita en 2008 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, y sigue siendo una de las artes más apreciadas en Turquía.

El Mevlevi Sema, el famoso ritual de los derviches giradores, es otra de las tradiciones que destaca en la Ruta de la Seda.

Este acto de meditación en movimiento es una manifestación profunda de la espiritualidad, que se lleva a cabo al ritmo de música tradicional y poesía, y que representa la búsqueda de la conexión con lo divino. Esta ceremonia también fue incluida en la Lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y es una experiencia imperdible para los viajeros.

Además de su rica herencia cultural, la Ruta de la Seda en Turquía es un testimonio vivo de las artes y oficios tradicionales que han resistido el paso del tiempo. Por ejemplo, los tapices y alfombras turcas, que en su momento fueron productos de intercambio, siguen siendo uno de los mayores orgullos artesanales de este país.

Las alfombras turcas, tejidas a mano, no solo son apreciadas por su calidad, sino también por los complejos motivos y patrones que narran historias ancestrales.

¿Qué ciudades visitar en la Ruta de la Seda?  

Varias ciudades turcas han conservado su patrimonio arquitectónico, lo que permite a los visitantes adentrarse en la historia de las civilizaciones que pasaron por Anatolia.

La Gran Mezquita y Hospital de Divriği, inscrita en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO, es uno de los ejemplos más impresionantes de la arquitectura selyúcida.

La ciudad de Safranbolu, famosa por sus bien conservadas casas otomanas, es también un punto destacado de la ruta, al igual que Konya, lugar de nacimiento de la Orden Sufi Mevlevi.

Otra parada es Erzurum con su impresionante Mezquita de Ulu, construida en 1179, y la Torre del Reloj, un antiguo minarete del siglo XII. Además, puedes explorar el Museo Islámico de Arte y Etnografía en la histórica Madrasa de Yakutiye, mientras disfrutas de parques naturales.

¿Cómo llegar desde México?

Una recomendación es comenzar el itinerario de la Ruta de la Seda en Estambul. Para ello, Turkish Airlines, con su mundialmente famosa hospitalidad turca junto con su galardonado servicio, ofrece rutas diarias desde Ciudad de México a Cancún y después a Estambul.

Al llegar a Estambul, los viajeros pueden explorar la capital turca y luego continuar con la famosa ruta. Para el regreso, Estambul sigue siendo la opción más óptima, ya que la ciudad y sus atractivos superan con creces el alcance de una sola visita.

Fuente: Turkish Airlines


Mira este post: 5 razones imperdibles para tus próximas vacaciones en Turquía


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: