
Olvida todo lo que sabías sobre aplicar el rubor tímidamente en las manzanas de las mejillas. Las redes sociales, nuestro laboratorio de belleza favorito, nos han regalado una de las tendencias de maquillaje de 2025 más espectaculares y favorecedoras: la técnica sunset blush.
¿De qué se trata? Imagina los colores cálidos y vibrantes de un atardecer de verano —naranjas, duraznos, fucsias— aplicados no solo en tus pómulos, sino extendidos hacia las sienes en un gradiente de color que esculpe, ilumina y proporciona un efecto lifting instantáneo.
Esta no es solo una moda pasajera; es una forma artística y moderna de usar el color para realzar nuestros rasgos. Combina dos conceptos poderosos: la paleta de colores del «sunset blush» y la técnica del «blush draping«. Esta es tu guía definitiva, paso a paso, para dominar este look besado por el sol que te hará sentir radiante y llena de luz.
El regreso del ‘blush draping’: qué es y por qué tiene un efecto lifting
Aunque parezca una novedad de TikTok, la técnica de aplicar el rubor en las sienes —conocida como blush draping— tiene una historia fascinante. Fue popularizada en los años 70 y 80 por íconos como Cher y Madonna, quienes usaban el rubor para esculpir y dramatizar sus pómulos. Hoy, la técnica ha vuelto, pero con un giro mucho más suave, natural y luminoso.
El secreto de su magia reside en la ilusión óptica. Al aplicar el color en una forma de «C», desde la parte más alta de los pómulos y difuminándolo hacia las sienes (e incluso ligeramente hacia el arco de la ceja), estás creando una línea diagonal ascendente. Nuestros ojos interpretan esta línea como un levantamiento, lo que define los pómulos y estiliza el rostro de forma inmediata, sin necesidad de las complejas técnicas de contouring con tonos marrones. Es una forma de esculpir con color y luz.
Los colores del atardecer: la paleta perfecta para el ‘sunset blush’
La clave de esta tendencia es la elección de los colores. La inspiración es literal: piensa en el cielo justo cuando el sol se está poniendo. Para recrearlo, necesitarás dos tonos de rubor y un iluminador.
- Tono base (el naranja del cielo). Un rubor en tono durazno o anaranjado cálido. Este color aporta una calidez saludable y juvenil, imitando el primer toque de color del atardecer.
- Tono de acento (el rosa de las nubes). Un rubor en tono rosa vibrante o fucsia. Este color añade un pop de vitalidad y simula un sonrojo natural y romántico.
- El toque de sol (el último rayo). Un iluminador líquido o en crema de tono dorado. Este será el punto de luz que unifique los colores y aporte ese brillo de «hora mágica».
Para un acabado más natural y fácil de difuminar, los rubores líquidos o en crema son tus mejores amigos en esta técnica. Permiten que los colores se fundan entre sí y con la piel de una manera mucho más orgánica que los polvos.
Guía paso a paso para lograr el look sunset blush perfecto
No te intimides por los colores. La clave está en la aplicación y el difuminado.
1. Prepara el lienzo. Este look brilla sobre una piel fresca y luminosa. Empieza con tu rostro bien hidratado y aplica una base de maquillaje ligera o una BB cream para unificar el tono sin recargar.
2. La ubicación estratégica de los puntos. Este es el mapa del atardecer en tu rostro.
- Punto 1 (el color base). Toma tu rubor líquido o en crema de tono durazno/naranja. Aplica uno o dos pequeños puntos en la parte más alta de tu pómulo. Piensa en una línea imaginaria que va desde la comisura de tu boca hasta la parte superior de tu oreja; el punto debe estar sobre el hueso, un poco más arriba y más atrás de donde aplicarías el rubor tradicionalmente.
- Punto 2 (el color de acento). Ahora, toma tu rubor fucsia/rosa. Aplica un punto justo por encima y ligeramente detrás del punto anterior, casi en la sien.
- Punto 3 (el toque de sol). Finalmente, aplica un pequeño punto de tu iluminador dorado justo en el medio de los dos puntos de rubor, en el punto más prominente del hueso del pómulo.
3. La magia del difuminado (‘draping’). Este es el paso crucial y donde ocurre la transformación. Puedes usar tus dedos, una esponja de maquillaje húmeda o una brocha de fibra óptica.
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- El movimiento. Comienza a difuminar los tres puntos con pequeños toquecitos, siempre con un movimiento ascendente y hacia afuera, siguiendo la línea del pómulo hacia la sien en una forma de «C».
- La fusión. La idea es que los colores no se mezclen por completo, sino que se fundan suavemente en los bordes, creando un gradiente natural. El durazno debe quedar en la parte más carnosa del pómulo, el fucsia debe elevarse hacia la sien y el iluminador debe crear un punto de luz radiante en el centro.
- El secreto. Sigue difuminando hasta que no haya líneas duras. El color debe parecer que emana de tu piel y se pierde sutilmente en la línea del cabello.
4. El toque final cohesivo. Para que el look se vea verdaderamente natural y «besado por el sol», toma el producto sobrante que quedó en tu esponja o brocha (sin añadir más) y aplícalo con un toque muy ligero en el puente de la nariz y en el pliegue de tus párpados. Esto unifica la paleta de colores en todo el rostro y potencia el efecto veraniego.
Consejos pro para un acabado impecable
- Menos es más. Especialmente con los rubores líquidos, que suelen ser muy pigmentados. Es mejor empezar con puntos muy pequeños y añadir más si es necesario. Siempre puedes construir el color, pero es más difícil quitarlo.
- Si usas polvos. La técnica es la misma, pero aplícalos con una brocha de rubor suave y angulada. Sacude el exceso de producto antes de aplicarlo y construye la intensidad en capas ligeras.
- Sella el look. Si usaste productos en crema, puedes aplicar una capa muy fina de polvo traslúcido en el resto del rostro (evitando la zona del rubor para no apagar el brillo) o usar un spray fijador para que tu atardecer personal dure todo el día.
El atardecer a tu alcance
La técnica sunset blush es mucho más que una tendencia; es una invitación a jugar con el color de una forma nueva y liberadora. Es un recordatorio de que el maquillaje no tiene reglas fijas y que su propósito principal es la expresión y la diversión.
Sin dudas, y sin remordimiento te invito a que te animes hacerte la técnica del sunset blush. Es una fusión perfecta entre la magia, la calidez y la intensidad del verano en tus mejillas. Podrás darle a tu rostro ese toque de luz y color natural, como un bello atardecer. ¡Es hermoso!
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