Cuando estamos embarazadas parece que nos convertimos en un irresistible imán para las historias y las opiniones de los demás, da prácticamente lo mismo si queremos o no escuchar esas historias y opiniones, simplemente llegan.
Yo estoy cierta de que las mujeres sanas, con embarazos y bebés sanos, pueden crear un bello y saludable embarazo si creemos que lo tenemos, así también será muy importante todo lo que hagamos: los buenos hábitos de nutrición, sueño, ejercicio, actividades diarias y el ambiente y las personas de las que decidimos rodearnos.
Personalmente considero que las mujeres queremos y necesitamos escuchar y conocer historias positivas de embarazos y nacimientos, que vengan de otras mujeres que quieran compartir sus buenas experiencias y no solo por la romántica idea de que lo natural siempre es lo mejor, sino porque orgánicamente es real que los bebés nacidos vaginal y naturalmente, es decir; sin intervenciones, tienen mejores ventajas de salud conforme crecen. Siendo que no podemos controlar todo lo que va a suceder en el momento en que nuestro bebé vaya a nacer, y teniendo en cuenta que existen intervenciones que a veces son necesarias y salvan vidas, existen ciertos pensamientos o ideas que puedes hacer tuyos para construirte un mejor estado de salud para ti y tu bebé.
Aquí 10 ideas que siempre comparto con mis alumnas embarazadas y que me ayudaron a mí a tener a mis cuatro hijos de manera natural y libre de intervenciones, a lograr embarazos sanos y a término, por eso las quiero compartir contigo:
1. El nacimiento es una experiencia espiritual y primal
El nacimiento de nuestros hijos es y será siempre una intensa experiencia física y emocional. El parto nos lleva tan al límite que nos permite descubrir ciertas fortalezas que no conocíamos de nosotras mismas. Es primal porque sucede desde lo más instintivo, de pronto nos podemos encontrar haciendo ciertos ruidos que antes nunca habíamos emitido, en posturas que son muy sexuales, con la ropa estorbando y las palabras sobrando, el nacimiento sucede en un estado alterado de consciencia y saberlo nos puede llevar a navegar ese momento con curiosidad, con necesidad de crecer física y emocionalmente.
2. No te acuestes
Acostarte sobre tu espalda para parir no permite que la gravedad haga su trabajo para ayudarle a tu bebé a descender fuera de tu útero. Caminar, deambular, mover las caderas en círculos, gatear, lo que sea pero permanecer en movimiento permite que tu bebé se mueva hacia abajo y por tu canal de parto. El mantenerte quieta incrementa las posibilidades de cesárea porque se considera que el parto no progresa si el útero no dilata. De hecho es muy saludable tener una vida activa durante el embarazo, ya que el movimiento también facilita el desarrollo neurológico del bebé y apoya para que se acomode en la buena posición para nacer.
3. Las contracciones son sensaciones extraordinarias que harán nacer a tu bebé
Sí, las contracciones son incómodas, pero no siempre dolorosas. Y aunque algunas lo sean, no quiere decir que todas lo serán, pero cuando el dolor está presente, es una señal saludable de que el cuerpo está modificándose lo suficiente como para lograr hacer nacer al bebé. Con esta consciencia, sentir y rendirse ante las contracciones puede mejorar la percepción del dolor. Ante el dolor, el cerebro se desorganiza y no le es fácil acomodar en palabras y necesidades lo que interpreta, por eso es importante prepararte para ese momento, incluso cambiar tu vocabulario, por ejemplo, usar incomodidad en lugar de dolor, expansiones en lugar de contracciones, visualizar sirve mucho, imaginar que estás en un lugar placentero, experimentando la calma, eso vuelve poderosa tu experiencia y no solo dolorosa. La doula es una herramienta poderosa a la cual recurrir para ese momento.
4. El miedo detiene el parto
No olvidemos que somos mamíferas y que nuestro instinto protector nos permite poner a nuestras crías a salvo de situaciones de peligro. En nuestro cuerpo durante el trabajo de parto se producen hormonas que son antagonistas: la oxitocina promoviendo el parto y la adrenalina alertando nuestros sentidos. Es muy importante poder transformar nuestro miedo en confianza para que nuestro parto fluya suavemente y que no domine la adrenalina. Sentirnos seguras y a cargo de nuestras elecciones y decisiones es muy importante, hablar de nuestros miedos antes de que llegue el momento del nacimiento.
5. Reta y cuestiona lo que te impongan
En nuestros tiempos sigue existiendo el mito de la niña-mujer buena. A la mujer de parto se le ha infantilizado por años y la verdad es que la mayoría son mujeres de parto que pueden y deben hacer todas las preguntas necesarias y en muchos casos rechazar o decir no a ciertos procedimientos. Las prácticas obstétricas no siempre se justifican, es importante que cada intervención sea necesaria y que estemos de acuerdo en llevarla a cabo, se trata de nuestro bebé y solo hay una oportunidad para que nazca, así que incluso cuando las indicaciones vengan del médico o de la partera, siente la consciencia de asegurarte que es la buena elección para ti y tu bebé y si algo no te hace sentido, rétalo.
6. Puedes comer y beber durante el nacimiento de tu bebé
Estar hidratada y bien alimentada mantendrán bien tu nivel de energía y los de glucosa en sangre. Te harán sentir más cómoda y en control de lo que sucede y evitarán que legues al cansancio por hambre o sed.
7. Tu cuerpo está perfectamente diseñado por la naturaleza para parir
Creer en ti misma es una medicina poderosa. Tu cuerpo es perfecto, fue creado por la naturaleza y si ha concebido y gestado un bebé tiene inmensas posibilidades de hacerlo nacer. La naturaleza y sus fuerzas funcionan en sincronía cuando se le da espacio, tu cuerpo es un medio poderoso.
8. La obstetricia es un gran negocio
Y la ignorancia un gran enemigo de la mujer embarazada. Lee, infórmate, investiga, pregunta. Asegúrate de que tu equipo de profesionales de la salud apoyan tus elecciones y decisiones.
9. La labor de parto si se hace
No se llama “labor” por nada, hay mucho que hacer durante el trabajo de parto, toma tiempo, esfuerzo, dedicación, consciencia, concentración y hasta sudor y lágrimas hacer nacer a un bebé, pero todo vale la pena. El manejo de expectativas es muy importante para lograr el objetivo, definir muchos elementos como el lugar, la compañía, el médico, el tipo de ambiente que quiero, etc., todo ayuda para lograr que mi labor suceda a un ritmo que pueda ser llevadero para mi. Dos constantes infalibles: verticalidad y movimiento.
10. El parto puede ser placentero
El parto pertenece a la esfera sexual femenina, es un momento profundamente sexual y con ello también tiene una alta carga de placer y de gozo. Ponerte a cargo, hacerte responsable de tus sensaciones, de tus emociones, de tus necesidades, escuchar tu cuerpo, seguir tu instinto. Si planeas todo lo que es importante en tu vida como bodas, graduaciones, eventos especiales, ¿por qué no planear y dedicar mucho tiempo a preparar la llegada del bebé?, y no me refiero a las compras y adquisiciones materiales que nos hacen creer que son necesarias para criar y cuidar a un bebé, sino a preparar tu cuerpo, tu mente y tu espíritu para el viaje transformador de la maternidad.
Si has tenido una buena experiencia, quiero escucharla, queremos saber todo lo bueno que tengas que contar, las mujeres queremos eso, escucharnos y enseñarles a las mujeres por aparecer en nuestro camino que el embarazo y el parto nos hacen poderosas.
Karla Lara
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