
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, ya que es un factor de riesgo importante para otras enfermedades no transmisibles (ENT), como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y el cáncer. 1 – 2 Según el Atlas Mundial de Obesidad 2023, se estima que para 2035, el 51% de la población mundial (más de 4 mil millones de personas) padecerá sobrepeso u obesidad, un alarmante aumento respecto a los 2,600 millones de 2020.
Obesidad reduce 4.2 años de vida en México
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2023 (ENSANUT) 4 , el 76.2% de la población adulta mexicana padece sobrepeso u obesidad (37.3% presentaron sobrepeso y 38.9% obesidad); lo que supera en más de 14 puntos el promedio del
Continente Americano (62.5%). 5 Estos datos colocan a México como uno de los países con mayor prevalencia a nivel global.
«La obesidad no es sólo una cuestión estética; es una enfermedad crónica con graves repercusiones en la salud física y mental de millones de personas. En ese sentido, no basta con programas de prevención para mejorar la nutrición y la actividad física, es necesario establecer estrategias integrales que combinen educación, atención clínica y políticas públicas eficaces», afirma el Dr. José Sergio Verboonen, presidente del CMCOEM.

Freepik
Calidad de vida en México
Según la OCDE, la obesidad tiene un impacto profundo en la calidad de vida en México, ya que reduce la esperanza de vida en 4.2 años. 6 Asimismo, la obesidad y sus enfermedades relacionadas se traducen en una reducción del 3.3% del PIB de los países que integran esta agrupación, lo que se traduce en una pesada carga para los presupuestos familiares, con un gasto que asciende a los 360 USD por persona cada año (más de 7 mil 200 pesos MXN al tipo de cambio actual).
“El tratamiento para la obesidad requiere un enfoque integral, no sólo centrado en la nutrición o el ejercicio. Es fundamental entender que se trata de una condición multifactorial que afecta la biología del paciente y daña también su bienestar psicológico, social y económico”, afirma el Dr. Verboonen.
Las cirugías más comunes, como la manga gástrica y el bypass gástrico, actualmente se realizan mediante procedimientos de mínima invasión mediante laparoscopía, con ayuda de tecnología avanzada que permite maximizar la seguridad, y tener una recuperación más rápida. Sin embargo, los especialistas advierten que dichas intervenciones deben ser realizadas por cirujanos certificados en instalaciones clínicas y hospitalarias adecuadas para garantizar su seguridad y eficacia.
Fuente: CMCOEM
Consecuencias de la obesidad
La obesidad es un problema de salud pública que tiene diversas consecuencias físicas, psicológicas y sociales. A continuación, se detallan algunas de las principales consecuencias de la obesidad.
1. Consecuencias físicas. La obesidad está asociada con un aumento significativo en el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Entre ellas se encuentran la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer. La acumulación de grasa en el cuerpo puede afectar el funcionamiento del sistema endocrino, lo que contribuye a la resistencia a la insulina y, en última instancia, a la diabetes. Además, las personas obesas suelen experimentar problemas articulares, como la osteoartritis, debido al exceso de peso que ejerce presión sobre las articulaciones.
2. Consecuencias psicológicas. Las personas que sufren de obesidad a menudo enfrentan problemas de salud mental. La estigmatización social y la discriminación pueden llevar a sentimientos de baja autoestima, ansiedad y depresión. La obesidad puede afectar la calidad de vida, ya que las personas pueden sentirse limitadas en sus actividades diarias y en su capacidad para interactuar socialmente. Esto puede crear un ciclo negativo, donde la falta de actividad física y el aislamiento social perpetúan el problema.
Consecuencias sociales. También tiene implicaciones sociales y económicas. Las personas obesas pueden enfrentar discriminación en el lugar de trabajo, lo que puede afectar sus oportunidades laborales y su desarrollo profesional. Además, los costos asociados con el tratamiento de enfermedades relacionadas con la obesidad pueden ser significativos, tanto para los individuos como para los sistemas de salud pública. Esto genera una carga económica que afecta a la sociedad en su conjunto.
Obesidad en mujeres mayores de 40 años
La obesidad en mujeres a partir de los 40 años es un tema de creciente preocupación debido a sus múltiples implicaciones para la salud. A esta edad, las mujeres experimentan cambios hormonales significativos, especialmente durante la perimenopausia y la menopausia, que pueden contribuir al aumento de peso. La disminución de los niveles de estrógeno puede afectar la distribución de la grasa corporal, favoreciendo su acumulación en la zona abdominal. Este cambio no solo tiene un impacto estético, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Además, la obesidad en esta etapa de la vida está relacionada con problemas de salud mental. Las mujeres pueden sentirse más vulnerables a la ansiedad y la depresión, en parte debido a los cambios físicos y hormonales que experimentan. La presión social y los estándares de belleza pueden intensificar estos sentimientos, llevando a una disminución de la autoestima y a un mayor aislamiento social. Este ciclo puede dificultar la adopción de hábitos saludables, como la actividad física y una alimentación equilibrada.
Desde una perspectiva social
También puede influir en su calidad de vida. Las limitaciones físicas asociadas con el sobrepeso pueden restringir la participación en actividades diarias y sociales, lo que puede llevar a un estilo de vida más sedentario. Además, las mujeres en esta franja de edad pueden enfrentar discriminación en el lugar de trabajo, lo que afecta sus oportunidades profesionales y su bienestar emocional.
Es decir, la obesidad en mujeres a partir de los 40 años es un fenómeno complejo que involucra factores biológicos, psicológicos y sociales. Abordar esta problemática requiere un enfoque integral que considere la salud física y mental, así como el apoyo social necesario para fomentar un estilo de vida saludable y mejorar la calidad de vida.
En resumen, la obesidad es una condición compleja que tiene múltiples consecuencias que abarcan desde la salud física hasta el bienestar mental y social. Abordar este problema requiere un enfoque integral que incluya la promoción de estilos de vida saludables, la educación y el apoyo social para ayudar a las personas a manejar su peso de manera efectiva.
Estás a tiempo de combatir la obesidad. Un plan de dieta y una rutina de ejercicios, siempre serán la clave para desaparecer esos kilitos de más.
Mira este post: Más allá del peso: el vínculo entre la obesidad y la salud mental
Síguenos en redes sociales como @KENArevista: