A nivel nacional se estima que 3% de la población mexicana padece trastorno bipolar y se estima que cerca del 20% de las personas que sufren esta enfermedad, y que no son medicadas, corren el riesgo de quitarse la vida.
En el marco del Día Mundial del Trastorno Bipolar, que se conmemora el próximo 30 de marzo, el especialista menciona que esta enfermedad mental es de origen neuro bioquímico, donde se presentan ciclos donde varía el nivel de energía de la persona, oscilando entre el nivel máximo de aceleramiento llamado manía y el enlentecimiento conocido como depresión.
En la mayoría de los casos se hereda y es incurable, sin embargo, los medicamentos actuales logran equilibrarlo y permitir que la persona afectada mantenga una buena calidad de vida.
“En el extremo de la manía el paciente deja de dormir y puede manifestar síntomas fuera de la realidad con graves consecuencias a su vida”, advierte Manuel Sánchez de Carmona, quien actualmente dirige el Programa Balance en Grupo Punto de Partida, un tratamiento de vanguardia y único en toda América Latina que brinda atención especializada a las personas con depresión y trastornos bipolares.
Según la American Psychiatric Association, el 80 al 90% de las personas con trastorno bipolar tiene un familiar con el mismo problema o sufre de depresión. El estrés, la interrupción del sueño, además del consumo de drogas y el alcohol, pueden desencadenar episodios de estado de ánimo en personas vulnerables.
¿Cuáles son los algunos de los síntomas mas comunes de un episodio maniaco?
Las personas en un episodio de manía necesitan dormir menos horas, despiertan llenos de energía y actividades. Toman más riesgos en su vida diaria, gastan más dinero y sus compras no tienen mucho sentido. Están con más proyectos y son mayormente creativos. Se les encuentra más sociables al punto de llegar a tener problemas por ser disruptivos y fácilmente irritables.
En la fase depresiva los síntomas son diferentes
Hay una falta de energía, tristeza, facilidad al llanto, mala concentración, disfrutan poco estar con su familia y el entorno. Además pierden el apetito, tienen insomnio y permanecen poco activos. En esta fase el ausentismo laboral y la falta de actividad son muy comunes.
Algunos tipos y sus manifestaciones
- Trastorno bipolar I. Quienes lo padecen, experimentan uno o más episodios de manía. La mayoría de las personas con trastorno bipolar tipo 1, tendrán síntomas que oscilan entre la manía y la depresión.
- Trastorno bipolar II. Tienen episodios depresivos e hipomaníacos. Si bien la hipomanía es menos perjudicial que la manía, el trastorno bipolar II a menudo es más debilitante por la depresión crónica que padecen.
Tratamiento
En México, los pacientes son diagnosticados tardíamente. “Existe un retraso de hasta 10 años debido a que todavía hay un importante desconocimiento de este grupo de padecimientos; además hay pacientes que desafortunadamente no le dan la seriedad a su tratamiento y lo suspenden, la adherencia a los
medicamentos es fundamental para estar bien”, destaca Sánchez de Carmona, profesor adjunto de la
McGovern Medical School, University of Texas Health Science Center en Houston, Estados Unidos.
Aunque en la actualidad el trastorno bipolar no tiene cura con un diagnóstico y tratamiento personalizado el paciente tiene mejor calidad de vida. “Se toman medicamentos de por vida, con éstos se logra estabilizar el estado de ánimo y se previenen recaídas”.
Los expertos en salud mental con experiencia pueden hacer un diagnóstico preciso a fin de mantener una
recuperación estable. Sin embargo, es necesario que los pacientes tengan un sistema de apoyo sólido y que tomen decisiones de estilo de vida saludables (como ejercitarse o evitar sustancias como el alcohol y drogas, por ejemplo), pues la recuperación del trastorno bipolar no ocurre de la noche a la mañana.
Es importante que quienes padecen trastorno bipolar reconozcan las señales de advertencia de un episodio maníaco o depresivo que se avecina. Elaborar una lista de los primeros síntomas que precedieron a los episodios de estado de ánimo anteriores ayuda en el proceso.
Además, se debe identificar los desencadenantes o influencias externas, que han llevado a la manía o la depresión en el pasado como el estrés, dificultad financiera, falta de sueño o diversos problemas en el trabajo o la escuela.
Fuente: Grupo Punto de Partida
Foto Principal: Freepik
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