El panorama del mundo laboral está en constante evolución. En el año 2025, nuevas dinámicas han surgido, revelando una tensión palpable entre la necesidad de estabilidad y el anhelo de bienestar personal y salud mental. Estas conductas, lejos de ser simples curiosidades, reflejan un cambio estructural que está redefiniendo cómo trabajamos. Fenómenos como el task masking, el craqueo silencioso y el job hugging son el espejo de esta nueva realidad y están moldeando la última parte del año.

Los reportes globales muestran una cifra preocupante: casi la mitad de los empleados en el mundo reporta sentirse insatisfecho o desconectado con su empleo. Esta desconexión es un desafío directo para la productividad laboral y el compromiso. A la par, la confianza para buscar nuevas oportunidades ha disminuido en los últimos tres años, reflejando un clima de incertidumbre económica que se siente con fuerza en la región latinoamericana. Según Haydeé Jaime, una de las voces expertas de Pandapé, “estas tendencias exponen una contradicción: por un lado, las personas buscan seguridad en un mercado incierto; por otro, exigen entornos laborales que cuiden su bienestar y ofrezcan desarrollo. Las empresas que encuentren el equilibrio, a través de una cultura organizacional sólida y el uso de herramientas de gestión del talento adecuadas, no solo atraerán a los mejores, sino que también construirán equipos resilientes y listos para crecer a largo plazo”.

3 tendencias laborales que definen este 2025

1. Productividad en apariencia o el auge del task masking

El task masking es una práctica que se ha vuelto común, describiendo la acción de dar señales de estar ocupado sin que esto se traduzca en un impacto real. Esto incluye enviar correos a horas inusuales, tener calendarios llenos de reuniones y afirmar constantemente que se está sobrecargado de trabajo. Se estima que en algunos países, uno de cada tres trabajadores reconoce haberlo hecho. Este fenómeno ha tomado fuerza, sobre todo en esquemas de regreso a la oficina, donde la presencia física se confunde con el compromiso.

El verdadero desafío es lograr un equilibrio entre las apariencias y los resultados medibles. En un contexto donde la automatización y la inteligencia artificial (IA) están avanzando a pasos agigantados, la clave para el crecimiento profesional será demostrar contribuciones tangibles. La autenticidad y la transparencia se convierten en pilares para una gestión del talento efectiva. El futuro del trabajo exige que las empresas se enfoquen en los resultados y no en las horas de presencia, premiando el valor real que cada persona aporta.

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2. Fatiga invisible: el craqueo silencioso

A diferencia del conocido quiet quitting, el craqueo silencioso es un desgaste progresivo, no una renuncia intencional. El trabajador sigue cumpliendo con sus deberes, pero lo hace con un nivel creciente de agotamiento emocional y frustración. Cifras globales indican que el porcentaje de empleados comprometidos ha caído de un 23% a un 21% en el último año, una situación que se refleja en los altos niveles de fatiga reportados en países de Latinoamérica.

Los síntomas son sutiles pero impactantes: desmotivación, irritabilidad y una pérdida de confianza general. Este problema puede pasar desapercibido para los líderes hasta que afecta la cohesión y el rendimiento de los equipos. Afortunadamente, hay estrategias para revertirlo, y aquí el liderazgo cercano juega un papel crucial. Programas de capacitación, trayectorias de crecimiento claras y una comunicación abierta y empática pueden ser la diferencia entre recuperar el compromiso de un equipo o perder talento valioso de forma silenciosa.

3. Del salto al apego, llega el job hugging

La alta movilidad laboral que caracterizó a los últimos años parece haber disminuido. En 2025, el job hugging explica el apego al empleo actual como una reacción a un mercado laboral menos dinámico. Las tasas de renuncias voluntarias se mantienen en mínimos históricos en países como Estados Unidos y, en economías latinoamericanas como México, Brasil o Argentina, también se observa una disminución en la movilidad laboral, motivada por la incertidumbre económica.

Este fenómeno, aunque responde a una necesidad de seguridad, no está exento de riesgos. Quedarse por mucho tiempo en un mismo puesto puede limitar el crecimiento profesional y frenar la adquisición de nuevas habilidades. A largo plazo, esta tendencia podría afectar la capacidad de innovación de las compañías, a menos que se acompañe de una formación continua y de esquemas de movilidad interna. Para las empresas, la clave está en ofrecer un ambiente de crecimiento y desarrollo para que sus empleados sientan que su carrera avanza, incluso sin cambiar de organización.

«Lo que vemos en estas tres tendencias no es un capricho generacional, sino un reflejo de la incertidumbre global. Fingir productividad, resistir en silencio o aferrarse a un empleo son respuestas naturales, aunque insostenibles a largo plazo», concluye Haydeé Jaime de Pandapé.

«Por lo tanto, las empresas que sepan interpretar estas señales y las aborden con un enfoque en el bienestar real, un liderazgo cercano y herramientas de gestión eficaces, estarán mejor preparadas para construir un futuro más equilibrado, competitivo y, sobre todo, centrado en las personas».

Un dato extra Kena: Hay dos clave fundamentales para lograr prosperar en tus labores empresariales y lograr queel trabajo en equipo sea todo un éxito: la empatía y la adaptación. Si puedes lograr cumplir con esto, tendrás un exito inminente a nivel profesional.

Fotos Freepik
Fuente: Pandapé, modificado por Mariel Gadaleta 


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