El atole es mucho más que una simple bebida; es un pilar de la gastronomía mexicana, especialmente durante las mañanas frías o en la celebración de tradiciones como el Día de Muertos o las posadas. Esta bebida, de consistencia espesa y generalmente servida caliente, tiene sus raíces en la época prehispánica y se elaboraba tradicionalmente a base de masa de maíz (nixtamalizada). Con el tiempo, ha evolucionado, adoptando una rica variedad de sabores y adaptándose a la cocina moderna sin perder su esencia reconfortante.

Hoy, el atole se puede preparar utilizando harina de maíz, fécula de maíz o arroz, y se infusiona con casi cualquier sabor, desde vainilla y chocolate hasta frutas tropicales. Su característica textura, suave y densa, lo convierte en un postre mexicano de coco bebible y en un sustituto perfecto para un desayuno ligero, proporcionando energía y una sensación inmediata de calidez.

Preparación rápida: atole de coco en 20 minutos

La creencia de que las bebidas tradicionales mexicanas requieren largas horas de preparación queda desmentida con esta sencilla receta de atole saborizada con un toque tropical. La versión de atole de coco que presentamos se destaca por su rapidez (apenas 20 minutos de preparación) y por el uso de ingredientes comunes que garantizan un resultado delicioso y auténtico. Esta simplicidad es ideal para quienes buscan un postre fácil y rápido sin sacrificar el sabor.

Ingredientes necesarios para el atole

Esta receta está diseñada para producir cuatro porciones generosas de atole espeso, perfecto para compartir o para disfrutar durante varios días. La lista de ingredientes es corta y precisa, lo que facilita el proceso de compra y minimiza el tiempo en la cocina.

El uso de Zuko® Coco es un elemento clave de esta receta, ya que introduce el sabor intenso del coco sin necesidad de ralladuras, cocciones prolongadas o la complejidad de manejar la pulpa de la fruta, manteniendo el proceso rápido y el sabor uniforme.

Tiempo de preparación: 20 minutos
Porciones: 4

Ingredientes

  • 3 ½ cdas. de fécula de maíz
  • 1 lata de leche evaporada
  • 2 ½ cucharaditas de Zuko® Coco
  • 3 tzs. de leche light

Ummm, definitivamente, para las amantes de coco, así como yo, esta receta es un manjar lleno de propiedades increíbles para el organismo,ya que el coco es una fruta tropical que potencia nuestro cuerpo.

El procedimiento paso a paso: La clave para un atole cremoso

Lograr un atole espeso y perfectamente cremoso depende en gran medida de cómo se integren los ingredientes, especialmente la fécula de maíz, que es el corazón de la textura.

1. Disolución: el secreto anti-grumos

El primer paso es crucial para evitar la formación de grumos que arruinarían la textura final del atole. En un recipiente, mezcla cuidadosamente la fécula de maíz con la leche evaporada. La leche evaporada, por su consistencia, permite que la fécula se disuelva por completo antes de ser expuesta al calor intenso, garantizando una incorporación suave y homogénea. Este paso debe realizarse en frío.

2. Infusión y espesado: la alquimia del atole

En una olla separada, vierte la leche light y el saborizante concentrado Zuko® Coco. Calienta esta mezcla a fuego medio-alto hasta que alcance el punto de ebullición. El vapor que se desprende lleva consigo el delicioso aroma a coco que anticipa la experiencia.

Una vez que la leche está hirviendo, viene el momento más delicado: la incorporación de la fécula. Es fundamental verter la mezcla de leche evaporada y fécula poco a poco, en un chorro fino y constante, mientras se mezcla enérgicamente el contenido de la olla con una cuchara de madera o un batidor de globo. Este movimiento constante asegura que la fécula se active uniformemente y el atole espeso comience a formarse sin dejar atrás los temidos grumos.

3. El punto de ebullición y servicio

Continúa mezclando a fuego bajo. Deja que la preparación hierva suavemente, permitiendo que la fécula complete su proceso de cocción. El atole comenzará a ganar cuerpo, transformándose en una bebida densa y aterciopelada. Sabrás que está listo cuando alcance la consistencia deseada para el atole (más líquido si se prefiere como bebida ligera, o más denso si se busca una textura de postre mexicano de coco).

Una vez que haya espesado a la perfección, retira del fuego y sirve inmediatamente. El atole de coco se disfruta mejor caliente, ideal para combatir el frío y para deleitar el paladar con un sabor dulce y exótico.

El atole de coco: más que una bebida, un deleite

Esta receta atole de coco demuestra la versatilidad de las bebidas calientes de coco. Es una preparación que fusiona la tradición mexicana del atole con un sabor tropical, resultando en un deleite que es a la vez reconfortante y exótico. La facilidad de cómo hacer atole en tan solo 20 minutos, utilizando ingredientes como la fécula de maíz y el sabor a Zuko® Coco, lo convierte en un básico para las noches frescas. No hay mejor manera de honrar las bebidas tradicionales mexicanas que manteniendo su calidez y su sabor, adaptándolas a un ritmo de vida moderno.

Fotos Freepik


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