El bronceador e iluminador son dos must en tu rutina de maquillaje. Aportan oscuridad y luz al rostro sin ser desmedido y en los lugares y cantidades exactas. El tono dependerá de tu tipo de piel y el efecto que deseas lograr.
Bronceador
El primero es el bronceador. Es un producto cremoso que da el aspecto de un rostro bronceado. Es un poco oleoso y brillante para que además de lucir una piel hidratada, pueda tener ese toque glow a pesar de ser un tono un poco más oscuro.
Aplicación
Lo ideal es aplicarlo en las zonas donde solemos broncearnos de manera natural. La primera zona es la frente, siguiendo la línea del crecimiento del cabello. La segunda las mejillas, justo por debajo del pómulo. Para la nariz lo mejor es aplicar en ambos lados para esculpir esa zona. Finalmente crea una pequeña sombra justo por debajo de la mandíbula y no te olvides de difuminar todo muy bien.
Iluminador
El iluminador crea el efecto contrario. Ilumina todas esas zonas que naturalmente son tocadas por la luz. Esto armoniza más tu piel y crea un efecto mucho más natural en tu rostro, salvo que no cambiará de lugar a medida que la luz se mueva.
Aplicación
Su aplicación es muy sencilla, tan solo deberás hacerlo en donde la luz toca de manera natural tu rostro. La primera es sobre los pómulos, lo mejor es aplicar de abajo hacia arriba. La segunda parada es en la nariz, en el tabique y el puente. Sigue la línea del hueso justo debajo del arco de las cejas para iluminar. A un lado de los lagrimales, la más conocida y finalmente agrega un poco en el arco de cupido y el mentón.
¿Conocías la manera correcta de aplicar bronceador e iluminador?
Fuente: Mary Kay
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