Cabo Pulmo es conocido como ‘El acuario del mundo’ y su historia es un ejemplo internacional de conservación ambiental.  Ubicado a 90 kilómetros de San José del Cabo, su impresionante arrecife de coral -con 20,000 años de antigüedad- alberga a más de 800 especies marinas como tortugas, mantarrayas, tiburones toro y, entre diciembre y marzo, las majestuosas ballenas jorobadas.

Con su encanto rústico y su vibrante biodiversidad, la historia de este paraíso es un ejemplo mundial de conservación. A finales de los años 80, Cabo Pulmo enfrentaba una crisis ambiental causada por la sobrepesca. Fue entonces cuando las familias locales decidieron dar un giro al destino, optando por proteger su riqueza natural.

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Cabo Pulmo: Ejemplo de conservación 

Este esfuerzo culminó en 1995 con su nombramiento como Parque Nacional Marino. Desde entonces, su ecosistema ha florecido: la biomasa de peces aumentó en 463% en solo una década, un logro reconocido en todo el mundo.

Es el destino obligatorio para quienes buscan aventura bajo el agua. Sus aguas cristalinas, con temperaturas que oscilan entre 20°C y 30°C dependiendo de la temporada, ofrecen visibilidad de hasta 20 metros, lo que lo convierte en un espacio ideal para bucear o hacer snorkel para explorar su impresionante biodiversidad, donde tiburones toro, mantarrayas y coloridos peces tropicales conviven en perfecta armonía.

Cabo Pulmo es un modelo de turismo sostenible. Su comunidad controla cuidadosamente el número de visitantes diarios, garantizando que el impacto ambiental sea mínimo. Muchos de los operadores turísticos y restaurantes locales adoptan prácticas ecológicas, como el uso de energías renovables y la eliminación de plásticos desechables.

Gastronomía

La gastronomía, por ejemplo, refleja este compromiso. Los visitantes pueden disfrutar de platillos frescos preparados con ingredientes locales, como ceviches, mariscos a la parrilla y tacos de pescado, mientras apoyan la economía comunitaria.

La tranquilidad y belleza de Cabo Pulmo han capturado la atención de medios internacionales como National Geographic, que lo calificó como uno de los mejores destinos de buceo del mundo. Este reconocimiento, junto con su inclusión como Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO en 2005, lo posiciona como un lugar único en el mapa turístico global.

Sin embargo, es mucho más que un lugar para visitar. Es un recordatorio de que la colaboración entre comunidades, científicos y gobiernos puede lograr lo impensable: revertir el daño ambiental y devolver la vida a un ecosistema en peligro.

Visitar Cabo Pulmo no solo es un regalo para el alma, sino también una forma de apoyar la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos del planeta. Porque aquí, cada arrecife, cada pez y cada amanecer cuentan una historia de resiliencia y amor por la naturaleza.

Fuente: Los Cabos


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