Las redes sociales nos invaden cada día (y hoy más) con temas sobre deconstrucción para alejarnos de viejos (y muy arraigados) hábitos que nos condicionan para tener actitudes y comportamientos racistas, clasistas y, claro, machistas. Discriminatorias.
Ajá, también las mujeres, si el machismo no es sólo cosa de hombres.
Creo que es importante decir que nadie nacimos con estos conocimientos, ni de una cosa ni de otra. Nadie nace con el chip misógino o machista… nos vamos convirtiendo en seres que reproducen comportamientos que vemos en casa, en la escuela, en los medios, pelis, series y en todos lados. Aprendemos que tal cosa es, por ejemplo, «de mujeres», tales «de hombres» y así vamos generando una ideología que lleva a poner a las mujeres en una jerarquía menor que la de los hombres. Esto viene del patriarcado, que es el sistema en el que básicamente todo lo «masculino» es mejor, más valioso e importante que lo «femenino». Y lo pongo entre comillas justo por lo que acabo de escribir: esto no «es», se ha creado.
Entonces viene la deconstrucción
El término deconstrucción se ha vuelvo muy popular y significa destruir nuestras creencias para sembrar nuevas. Si bien puede aplicar para lo que queramos, actualmente se entiende para derribar el sistema de creencias machistas y discriminatorias para caminar a una sociedad en donde haya más igualdad real.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y como activista, les quiero platicar que para mí ha sido un camino al principio solitario y luego, acompañado por mis amigas queridas. Este viaje de deconstrucción no sé bien cómo empieza realmente pero creo que es con el gusanito de que no te gusta cómo están las cosas en cuanto a igualdad y equidad de género. Cuando sentimos que no es «justo» y «no está bien» que a los hombres se les dé más oportunidades que a las mujeres, que exista tanta desigualdad de trato y que nosotras tengamos que ser las encargadas de los cuidados, por ejemplo, sin dejar de lado la parte de también salir a trabajar.
Cuando te das cuenta de que no, no está bien, es cuando empieza el proceso de deconstrucción. Y esta es mi experiencia y espero les sirva, es un listado práctico de cómo empezar a dar pasos para construir una versión de nosotras mismas que nos guste más.
Pasos prácticos para la deconstrucción
Cuestionarte
Si damos por hecho que somos productos terminados no nos cuestionaremos nada, así que bajémosle dos rayitas a la soberbia y veamos que quizá no seamos perfectas, quizá no siempre tenemos la razón y quizá no está chido eso que has creído y repetido durante tanto tiempo. Esto implica ver, escuchar a las otra personas. Si conocemos personas y escuchamos lo que tienen que decir (o hasta vemos tiktoks) con ese muro arrogante un poco más bajo de lo normal, escucharemos las historias o lo que tienen que decir y ahí viene el momento de cuestionar: ¿será que como yo he sido/lo que yo creo no esté del todo ok?
Observarte
Ya que ves todo lo que está afuera es momento de ver adentro. Este es un gran proceso de escucha a ti misma, de auto observación. Y cuando tú misma no te das cuenta, sirve volver a escuchar. Una vez dije en un «en vivo» la frase «me fui como gorda en tobogán» (muy popular en México) y una amiga muy querida me hizo ver que era una frase llena de gordofobia. Auch. Totalmente cierto.
Aceptar
Mi frase gordófoba y yo nos quedamos calladitas porque era real: lo había dicho y me salió facilito. Alguna vez (hace muuuuchos años) le pregunté a una amiga recién casada «¿y para cuándo los hijos?» e inmediatamente me di cuenta de lo que había dicho. Estaba perpetuando la creencia de que la mujer había nacido para parir y NO ERA ALGO QUE YO CREYERA al menos de manera consciente, pero estaba ahí en mi inconsciente, tanto que salió soliiiiiiita, como una autómata. Le pedí disculpas y me di cuenta que había que tachar esa pregunta de mi lista de preguntas poco prudentes que he descubierto a lo largo de la vida. Pero también volver a cuestionarme: ¿por qué creí eso?, ¿dónde lo aprendí?, ¿qué tanto me afectó a mí misma y a mi vida, a cómo la viví o la vivo hasta ahora? Duele, pero ¡eso pasa cuando quieres crecer!
Aprender
Con humildad, aprender que no soy producto terminado y que lo que dije o hice, no está chido. No aporta y ya no va por ahí. Como sociedad estamos evolucionando y actitudes discriminatorias son inaceptables en mi vida actual. Y si bien son inaceptables, no significa que esté exenta de volver a cometerlas, no, pero paso a paso, haciéndolo consciente, voy creciendo y cambiando.
Apoyarte
Para mí esto es fundamental: tener una red que te muestre el camino. Además de tener varios grupitos de amigas feministas, he encontrado grupos de deconstrucción de hombres, redes sociales que nos hacen cuestionarnos mucho respecto al machismo y el feminismo. Te dejo varias que me gustan mucho para que les eches ojo al final.
El que la otra nos vea nos ayuda, como les decía de mi frase y mi amiga que me la hizo ver, pero también el ver sus reflexiones y aprendizajes, las vuelven maestras para que nosotras vayamos siguiendo el camino que van trazando.
Compartir
Justo para que las demás personas no se sientan solas o, en una de esas, se inspiren o aprendan algo de lo que tú ya aprendiste, creo que es importante compartir. En las mesas de la comida, en el trabajo, con amigas y en redes. Y la mejor manera de compartir es con el ejemplo. Así que si eres congruente con lo que has aprendido y con lo que dices y haces, es más fácil que sin saberlo, estés compartiendo tu experiencia y deconstrucción.
Como en cualquier proceso de cambio o evolución -como me gusta llamarle- hay que ser pacientes y compasivas con nosotras mismas. Tenemos creencias tan pero TAN arraigadas que es altamente probable que sigamos viendo una por aquí, otra por allá.
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Seguramente habrá muchas maneras de llegar a deconstruirnos pero espero que estas letras te sirvan y te hagan sentir acompañada, que no estás sola.
Estas son las cuentas que me gustan y que nos ayudan a nuestro proceso de deconstrucción:
Malvestida. Estxs muchachxs me hacen reflexionar mucho sobre… ¡casi todo! De manera muy abierta y creativa nos cuentan experiencias tanto personales como sociales. Su IG es imperdible.
Más allá del rosa. En realidad este es podcast y tiene episodios imperdibles, aunque para mi gusto, MUY largos. Hay que escucharlos divididos, je. Pero las redes sociales de la creadora, Jessica Fernández, es una GRAN aproximación, generalmente es lo que yo consumo. Su Tiktok te dejará queriendo más.
De machos a hombres. Todo lo que debió haber sido Machos Alfa (lo siento, me pareció muy mala, ja). Esta es deconstrucción masculina que va muy bien con los tiempos actuales. También les dejo su IG.
La fatshionista. Activista enfocada en gordofobia, Priscila comenzó como generadora de contenido «curvy», enfocándose en moda y estilo de vida. Pero el camino que ha tomado se ha ido hacia el activismo en contra del odio hacia las personas gordas. No siempre habla de eso, de hecho, es muy divertida también. Así que entre risas y reflexiones, su perfil se ha vuelto imperdible para mí.
Somos Jacarandas. Si queremos aprender de racismo, este perfil me parece muy bueno. Eran las afrofeministas que desaparecieron y nos hacen reflexionar mucho sobre eso, el racismo, en especial en nuestra sociedad latinoamericana. Su Tiktok es muy bueno.
Rubén Avilés. Este joven español nos da clases sobre la comunidad LGBTQ+, espero haber incluido a todo mundo. Con él aprendo mucho y además, también tiene storytime divertido. Me gusta que sea español ya que dicen que hay ahorita muy mala fama del movimiento feminismo en aquel país. Esperemos pase esta racha. Les va a gustar su Tiktok.
Fundación Femmex. Si bien se enfocan en activismo menstrual, para esto también hay que deconstruirse. Además, comparten reflexiones unas serias, otras divertidas, sobre actitudes machistas que debemos dejar atrás. Acá el Tiktok.
Herly: famosísima por crear un personaje del típico machirrín mexicano, burlándose de sus actitudes. Pero a mí me gusta mucho que nos abre los ojos a otras realidades, al clasismo que se vive en México, a las muchísimas desigualdades y habla de todo, incluyendo de gordofobia. A mí me conmueve e inspira un montón, porque es abierta y te cuenta su vida, cómo ha pasado de una familia humilde a ir cumplir sus sueños, en serio, muy inspiradora y puede ser muy divertida. Les dejo su Tiktok.
Bueno, que ya les he hablado mucho sobre todo un poco, je. Me falta darles perfiles de deconstrucción sobre la edad (edadismo: discriminación por la edad) pero ese merece un post aparte, mientras, podemos comenzar con todo esto, porque hay mucho camino por recorrer aún.
Ah, ¡y bienvenida al camino de construir la nueva tú!, no estás sola. =)
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