En un mundo donde la mujer moderna está redefiniendo los tiempos de su vida personal y profesional, la decisión de preservar la fertilidad mediante la congelación de óvulos se ha convertido en una poderosa herramienta de empoderamiento y planificación. Sin embargo, es esencial comprender una verdad fundamental: este crucial procedimiento de criopreservación no inicia en la sala de quirófano o en el laboratorio. Comienza mucho antes, silenciosamente, en el interior de tu cuerpo, con la meticulosa selección de cada alimento nutritivo que consumes. La ciencia nos demuestra que tu bienestar reproductivo se cultiva desde la mesa.

Congelación de óvulos

Congelación de óvulos

La nutrición impacta la calidad de tus óvulos

La dieta diaria que llevas influye de manera directa y profunda en la calidad del líquido folicular, que es el medio vital que nutre y rodea cada óvulo en desarrollo. Este líquido es, en esencia, la primera “cuna” de tu potencial genético.

“Se ha demostrado consistentemente que una alimentación diseñada estratégicamente, rica en ácidos grasos omega-3, así como en nutrientes clave como la vitamina D, la Coenzima Q10 (CoQ10) y una vasta gama de antioxidantes, tiene el poder de mejorar significativamente el proceso de maduración ovular. Además, esta nutrición optimizada también aumenta el número de óvulos que serán viables para ser guardados con éxito mediante un proceso de criopreservación”, indica Priscilla Soler, una nutrióloga experta en hormonas y salud femenina. La palabra clave aquí es preparación.

La nutrióloga Priscilla Soler enfatiza la importancia de la diversidad en la dieta: “Lo más importante es alimentarse con una gran diversidad de frutas, verduras de distintos colores y carnes magras de alta calidad, así como incorporar salmón y otros pescados con altos contenidos de grasas sanas esenciales”.

Preservar la fertilidad

Preservar la fertilidad

Un dato crucial que subraya es la ventana de tiempo

El ciclo completo de maduración de un óvulo desde su estado inmaduro hasta estar listo para la ovulación dura alrededor de 90 días. Por ello, se sugiere adoptar estos hábitos alimenticios de alto impacto al menos tres meses antes de iniciar cualquier tratamiento de preservación.

Por su parte, el doctor Gustavo Cruz Alarcón, especialista en ginecología y obstetricia con sub-especialidad en biología de la reproducción Humana por el Instituto Nacional de Perinatología (INPeR), refuerza esta visión holística. Él explica que: “La nutrición tiene un papel irremplazable en la ovulación y la fertilidad de las mujeres. La biodisponibilidad de los nutrientes, el balance hormonal fino y el estado metabólico general influyen directamente en la función ovárica, en la calidad intrínseca de los óvulos e, incluso, en la regulación precisa del ciclo menstrual”.

Te cuento algo muuuuy personal, cuando inicié este proceso de peservación de óvulos pensé que era algo sencillo, solo ir al médico y ya, pero la sorpresa fue otra. Es cuando me explican el ciclo de los 90 días, si, ¡quedé como tú al leer esto! ¿Y qué rayos es esto?

Sustituir mi anhelado café con leche por los famosos batidos poderosos, (mi fav el de espinaca y frutos rojos) toooodos los días amiga Kena. ¿Y sabes cuál fue mi sorpresa? Que la calidad de los óvulos, al pasar el tiempo, era a1 tomando en cuenta mi edad. ¡Me senti una chica super poderosa!

De esta manera, “cuando las mujeres llegan o superan los 35 años de edad, su reserva ovárica y la calidad ovocitaria disminuyen considerablemente. No obstante, si se cuenta con una nutrición equilibrada junto con un estilo de vida saludable que incluya ejercicio físico regular, así como evitar el consumo de tabaco y alcohol, las posibilidades de obtener óvulos sanos se incrementan significativamente. Y con ello, los biólogos de la reproducción lograremos, llegado el momento, embarazos a término con mayores tasas de éxito”, destaca el experto Cruz Alarcón.

Nutrición y calidad ovular

Nutrición y calidad ovular

La despensa de la fertilidad: Alimentos que nutren

La inversión en la salud ovular se traduce en una selección consciente en el supermercado. Aquí están los grupos de alimentos que actúan como guardianes y potenciadores de la calidad ovocitaria, vitales para el proceso de congelación de óvulos:

Grasas saludables (protegen la membrana celular del óvulo)

  • Aguacate, fuente inigualable de grasas monoinsaturadas.

  • Aceite de oliva extra virgen, siempre prensado en frío para conservar sus antioxidantes.

  • Nueces, almendras y pistaches, en su versión natural sin tostar ni salar.

  • Semillas de chía y linaza, ideales para integrar el omega-3.

  • Pescados grasos como el salmón salvaje, sardina y atún fresco, potencias de omega-3.

Antioxidantes (reducen el daño oxidativo en el ovario)

  • Frutos rojos: arándanos, fresas, frambuesas y moras, llenos de vitamina C y flavonoides.

  • Uvas negras, especialmente la piel, rica en resveratrol.

  • Granada, un superalimento con propiedades antiinflamatorias únicas.

  • Verduras de hoja oscura: brócoli, espinaca y kale.

  • Té verde, por su alto contenido de catequinas.

  • Párrafo de ejemplo a adaptar:

    • Mi desayuno ideal ahora es un tazón de yogur griego con un puñado de nueces, chía y arándanos. Me aseguro de tomar mi aceite de oliva en las ensaladas de la comida y un trozo de salmón dos veces por semana. Se siente delicioso, no como una dieta restrictiva, sino como un plan de bienestar que me da energía y me acerca a mi meta.

Proteínas de alta calidad (favorecen la producción hormonal)

  • Huevo, especialmente la yema por su alta concentración de colina, esencial para la célula.

  • Pavo y pollo orgánico, proteínas magras y limpias.

  • Legumbres: lentejas, frijoles y garbanzos, fuente de proteína vegetal y fibra.

  • Quinoa y amaranto, proteínas completas libres de gluten.

Vitaminas y minerales clave

  • Folato (Ácido Fólico): Presente en espinaca, acelga, espárragos, y lentejas. Es vital para la división celular.

  • Vitamina D: Se encuentra en huevo, pescado azul, pero también es crucial obtenerla mediante exposición solar controlada.

  • Hierro y zinc: Carne magra, hígado y semillas de calabaza. Necesarios para la salud metabólica del óvulo.

  • Selenio: Nueces de Brasil (solo una o dos al día son suficientes).

  • Coenzima Q10 (CoQ10): Un potente antioxidante que se encuentra en carne magra, pescado, espinaca y brócoli, y es esencial para la energía mitocondrial del óvulo.

Nutrición y fertilidad

Nutrición y fertilidad

Evita estos alimentos porque afectan la calidad ovocitaria

Así como hay alimentos potenciadores, hay villanos nutricionales que deben ser limitados o eliminados, especialmente en esos 90 días críticos previos al tratamiento:

  • Ultraprocesados y frituras, que promueven la inflamación y el estrés oxidativo.

  • Azúcares refinados y refrescos, que desequilibran el metabolismo y la producción hormonal.

  • Exceso de alcohol, que puede alterar el balance hormonal.

  • Grasas trans (presentes en galletas, palomitas de microondas y pan industrial), que afectan negativamente la salud celular.

El camino hacia la preservación de óvulos es un viaje de planificación y autoconocimiento. Al tomar la decisión de congelar, estás eligiendo tu futuro. Al tomar la decisión de nutrir tus óvulos con excelencia, estás maximizando las posibilidades de ese futuro.

La nutrióloga Priscilla Soler y el doctor Cruz Alarcón concuerdan: la salud reproductiva es el reflejo de la salud general. Por ello, planificar la dieta es el primer y más poderoso paso que puedes dar hoy para asegurar la calidad de los óvulos que guardarás mañana.

Te invito a compartir este post a todas tus amigas y correr la voz de este interesante tema. Recuerda que Kena siempre estará en todas las tendencias ayudándote a tomar decisiones. Síguenos en nuestras redes sociales, y está al tanto de lo más top y actual. 

Dieta para óvulos sanos

Dieta para óvulos sanos

Fuente: Spread, modificado  por Mariel Gadaleta 


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