Ante las presiones sociales, el qué dirán, o incluso a fin de “proteger” nuestra carrera profesional, solemos caer en el consentimiento de situaciones, tareas o compromisos que no queríamos, ya sea porque no tenemos tiempo o porque son actividades que no se alinean con nuestros perfiles.
Esto no solo afecta en el ámbito profesional, sino que impacta en cada una de las relaciones, incluyendo las de pareja, de amistad o familiares. Como te imaginarás, el decir NO conlleva una alta confianza en uno mismo, de nuestras capacidades y el valor de nuestro tiempo, por lo que resulta indispensable aprender a poner límites. Esto tiene grandes beneficios para ti, como reducción del estrés y mejor calidad de vida, además te sorprenderás de cómo cada vez se vuelve más sencillo con la práctica el decir NO. También te darás cuenta de que la reacción de las personas ante una negativa es mucho menos catastrófica de lo que piensas. Recuerda: le estas diciendo NO a la actividad, sí a la persona.
A fin de decidir mejor cuándo decir no, te recomiendo analizar lo siguiente antes de hacerlo:
- ¿Quieres decir no a alguna actividad en el trabajo porque no te gusta o porque luce demasiado intrincada?, piénsalo dos veces porque podrías parecer poco profesional.
- Analiza tu carga de trabajo y tus tiempos de entrega. No debes aceptar más trabajo o compromisos sociales si para cumplir con ellos debes sacrificar tu bienestar y rendimiento, ya que ambos se relacionan también con tu nivel de productividad, por ello en mi sitio web AFE-Liderazgo Consciente te hablo de la importancia del equilibrio vida-trabajo.
- Analiza también si la tarea en cuestión se relaciona con tus metas y objetivos, ya que tal vez sea una buena forma de ganar experiencia en algún tema o área profesional de tu interés. Por el contrario, si tiene poco o nada que ver contigo, entonces tal vez debas plantearte la posibilidad de decir no.
- También, revisa si eres la persona idónea para realizar la tarea, ya que puede haber personas más calificadas para realizarla.
En el tema de las relaciones más íntimas, recomiendo seguir el consejo de proteger el bienestar de los involucrados; la ventaja es que suele haber más libertad para programar una cita o una salida con amigos en un día de descanso o un día en el que sepas que la carga de trabajo será menor, sin embargo, es mejor tomarse el tiempo para atender este tipo de necesidades, ya que precisamente son parte del mencionado equilibrio vida-trabajo.
Estrategias para decir NO
Decidido que diremos NO, te comparto ahora algunos consejos que puedes aplicar:
Agradece la consideración. “Gracias por considerarme, pero en este momento tengo las manos llenas”, es una forma adecuada de rechazar alguna actividad o trabajo extra.
Proponer verlo en otro momento . “Estoy muy justa con mis plazos de entrega y no puedo revisarlo ahora, ¿te parece si lo posponemos a x día”, de esta manera te muestras abierta a apoyar más tarde sin alterar tus actividades del día.
Sé honesta. Si aceptas el trabajo o la actividad de mala gana, entonces tarde o temprano se notará en tu actitud o en los resultados de tu trabajo. Si sales con tus amigos o tu pareja y bostezas todo el tiempo porque estás muy cansada, pero aceptaste salir para no quedar mal, entonces el tiempo que entregues no será de calidad y eso se sentirá. Lo mejor es ser honesta.
Da razones. “No puedo atender tu solicitud porque tengo cinco proyectos más en los que estoy trabajando que son de carácter urgente”, o, “me encantaría ayudarte, pero tengo un compromiso más tarde y no puedo faltar”, son algunos ejemplos de cómo puedes dar tus razones de forma clara y sincera.
Finalmente, no demores demasiado en dar tu respuesta, ya que puede ser tiempo valioso en el que tus compañeros o familiares pueden encontrar a alguien con el tiempo y disposición para ayudar, ¡tú puedes!
Fuente AFE
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