Entre las muchas cosas que nos dejó la pandemia, la incertidumbre es una de las más molestas. Y parece que tendremos que lidiar con ella por largo tiempo. Convivir con la incertidumbre, ¿puedes?
Si hay algo seguro en la vida, es que todo cambia. Sin embargo, parece que no estamos preparados para aceptar tal afirmación. Una de las consecuencias que llega con los acontecimientos que nos rompen los esquemas, es la entrada triunfal de lo desconocido, de lo incierto.
Para muchos, acostumbrados a controlarlo todo, especialmente su futuro, lo vivido con la aparición del covid-19 ha sido un trago más que amargo. Han tenido que enfrentarse a no saber si ellos o sus familiares enfermarán, cómo cuidarse efectivamente al lidiar con un enemigo invisible, aprender a trabajar desde casa y olvidarse del camino a la oficina. Además, en algunos casos (más de los que nos gustaría contabilizar) se han visto obligados a reinventarse porque han cerrado sus empresas, o han caído en la temida reducción de personal.
Sin embargo, hay quienes no han tenido que pasar por lo anterior, pero el no saber cómo será realmente la “nueva normalidad”, también ha dejado huella negativa en su emocionalidad.
Sobrellevarla
Es complicado lidiar con la falta de certeza, pero quien se niegue a poner manos a la obra para lograrlo verá afectado su cuerpo, física, mental y emocionalmente.
¿Algunas acciones que pueden seguirse?
- Aceptar que cada quien tiene su propio ritmo para adecuarse a lo nuevo. Ser tolerantes con nosotros mismos cuando la ansiedad nos gane.
- Reconocer que es normal sentir temor ante lo desconocido.
- Comprender que no todo lo podemos controlar y que dejarnos llevar resulta mejor que nadar contracorriente.
- Manejar el estrés con herramientas naturales y sencillas como meditar, orar, caminar, hacer yoga o practicar alguna actividad que nos guste y nos relaje.
- Tratar de estar más en el aquí y en el ahora. Vivir en el presente y dejar de querer planificar cada detalle del futuro.
- Rebeca Muñoz, experta en coaching de pensamiento, asegura que controlar los: “¿Y si?” de la mente ayuda un montón. Se refiere a esos momentos en que pensamos: “¿Y si me botan del trabajo?, ¿Y si mi emprendimiento no funciona?”. Inmediatamente se manifiestan los peores escenarios por cosas que no sabemos si sucederán y eso lleva a la ansiedad. Por eso debemos evitar los “¿Y si?”. Mejor será trabajar los escenarios negativos que surjan para que actúen a nuestro favor.
Desarrollar la fe
En tiempos inciertos, abrazar nuestra fe y convicción de que el futuro nos depara cosas maravillosas, ayuda a superar las situaciones difíciles.
Aquí también entra el famoso pensamiento de: “Esto también pasará”. Cuando lo logramos decir sintiéndolo desde el estómago y pasándolo por el corazón, todas las dudas y temores por lo que viene se diluye en más de un 80%.
Bájale dos
Cuando los tiempos son tan extraños como los de este año 2020, una recomendación es cuidar la información que consumimos.
Se trata de no pasar el día viendo noticias o leyendo sobre el covid-19 en cuanta plataforma encontremos, sino que debemos abrirnos a investigar sobre temas que enriquezcan el alma, bajen los niveles de estrés y nos conecten con lo positivo.
Convivir con la incertidumbre, ¿puedes? Foto Freepik
Fortalece tu autoestima
Mientras más seguro estés de ti mismo, de quién eres, tus capacidades y límites, mejor lograrás campear las épocas de incertidumbre.
Cuando confías plenamente en que eres capaz de generar cosas buenas a pesar de lo que suceda a tu alrededor, tienes la mitad del camino andado para superar con éxito las adversidades.
Si te has descubierto saboteándote con pensamientos que debiliten tu autoestima, detente y analízalos. No los pases por alto ni les restes importancia. Recuerda que mientras más firme tengas tus bases psicológicas, más preparado estarás para salir adelante en el 2021.
Crea tu mapa
Francisco Sáez, en facilethings.com, propone que ante la incertidumbre lo ideal es crear un mapa y diseñar tu waze para el 2021.
En ese mapa debes reflejar claramente el punto al que quieres llegar, cuánto tiempo te tomará lograrlo, tus metas, las paradas, los obstáculos a los que te enfrentarás, el camino que seguirás, las rutas alternas y lo que debes llevar contigo para el viaje. Esto te servirá de guía, pero tal como haces con un GPS, si ves que esa ruta no es la correcta, cámbiala y permite que rediseñe la vía a seguir.
La incertidumbre siempre estará presente en nuestras vidas. Solo debemos limitarla para que no nos controle. A menor incertidumbre mayor felicidad (y viceversa).
Aprende a minimizar los riesgos y acepta aquello que no puedes cambiar. Si te paralizas jamás podrás salir de la incertidumbre. Si te equivocas, no pasa nada. Así que… ¡Muévete!
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