David Beckham tiene una vida que muchos considerarían perfecta: éxito, fama, familia y disciplina. Sin embargo, el exfutbolista británico ha confesado en distintas ocasiones que convive con un trastorno que le impide relajarse del todo. Su fama mundial y aparente control de su vida ocultan una lucha diaria con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), una condición que, aunque suele permanecer oculta, afecta la vida diaria de millones de personas en el mundo.

“Cuando todos duermen, yo limpio las velas usadas y me aseguro de que todo esté ordenado”, contó en una entrevista, refiriéndose a su TOC, el cual le exige mantener una estructura y simetría rigurosa en su entorno. En México, se estima que el TOC afecta a cerca del 2% de la población adulta, lo que equivale a cerca de dos millones de personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque suele manifestarse entre la adolescencia y los 25 años, muchas personas tardan años en recibir un diagnóstico. Comprender cómo controlar el TOC a tiempo es esencial para evitar que se cronifique y lograr una mejor calidad de vida.

“Si usted o un familiar tiene TOC, sepa que hay esperanza”, afirma Sabine Wilhelm, PhD, psicóloga de Mass General Brigham y directora del Centro para el TOC y Trastornos Relacionados (CORD) en Massachusetts General Hospital. “Hoy contamos con tratamientos eficaces para el TOC”.

Qué es el TOC y cómo afecta el día a día

El trastorno obsesivo compulsivo es una condición de salud mental que combina obsesiones (pensamientos repetitivos e intrusivos) y compulsiones (acciones que se realizan para aliviar la ansiedad que esos pensamientos provocan). Es una espiral de ansiedad y alivio temporal que consume tiempo y energía.

David Beckham, por ejemplo, ha contado que siente la necesidad de mantener todo perfectamente alineado o en números pares. “Si hay tres latas, pongo una más para que sean cuatro”, dijo en su documental. Este tipo de patrones son comunes en el TOC: el cerebro busca aliviar una sensación de incomodidad o peligro a través de rituales. Es importante notar que los síntomas del TOC varían mucho. Las obsesiones y compulsiones pueden ser sobre contaminación, orden, simetría, o temor a causar daño, lo que subraya la complejidad de esta condición.

“Las obsesiones suelen causar una gran angustia, por lo que la persona intenta reducirla realizando una compulsión”, explica la Dra. Wilhelm. Estas pueden ir desde revisar cerraduras varias veces hasta lavarse las manos de forma repetitiva o contar objetos. Comprender la raíz de estas obsesiones y compulsiones es el primer paso para aprender cómo controlar el TOC.

Causas y factores que influyen en el TOC

No existe una causa única para el TOC, pero los expertos coinciden en que se trata de una combinación de factores genéticos, biológicos y psicológicos. No es una cuestión de falta de voluntad, sino una condición médica real.

“Sabemos que el TOC puede ser hereditario, por lo que, si un familiar lo padece, el riesgo de desarrollarlo aumenta”, señala Wilhelm. Los antecedentes familiares son un factor de riesgo significativo para el trastorno obsesivo compulsivo.

Además, los estudios muestran que las personas con TOC presentan sobreactividad en ciertas áreas del cerebro y un desequilibrio en los niveles de serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo. Eventos estresantes o traumáticos también pueden detonar o agravar los síntomas del TOC. El vivir con TOC a menudo implica una batalla constante contra la química cerebral y los patrones de pensamiento arraigados.

Tratamientos más efectivos para controlar el TOC

Existen dos enfoques principales de tratamiento TOC que han demostrado eficacia científica y que son la base para aprender cómo controlar el TOC: la farmacoterapia y la terapia cognitivo-conductual (TCC).

  1. Farmacoterapia. Implica el uso de medicamentos, principalmente inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que ayudan a estabilizar los niveles de serotonina en el cerebro. Estos fármacos suelen ser prescritos por un psiquiatra y, en muchos casos, se combinan con terapia psicológica para obtener mejores resultados.

  2. Terapia cognitivo-conductual (TCC). Es considerada una de las terapias efectivas para el TOC y el control de pensamientos obsesivos. En ella, el paciente aprende a identificar los patrones mentales que disparan las compulsiones y desarrolla herramientas para enfrentarlos sin recurrir a rituales.

“Durante la terapia para el TOC, ayudamos a las personas a exponerse gradualmente a los estímulos que les provocan ansiedad, y a resistir la compulsión que normalmente seguiría”, explica Wilhelm. Este enfoque, conocido como Exposición y Prevención de Respuesta (EPR), suele completarse en 16 a 20 sesiones. En algunos casos, combinar medicación y TCC resulta más efectivo, sobre todo en adultos que presentan síntomas del TOC más arraigados o que han convivido muchos años con el trastorno.

¿Cómo se diagnostica el TOC?

Si piensa que usted o alguien cercano podría tener TOC u otra condición de salud mental, hable con su médico. Generalmente, el diagnóstico se inicia con una entrevista en la que se hacen preguntas al paciente sobre sus obsesiones y compulsiones, y luego se comparan los resultados con criterios específicos. Muchas personas con TOC también tienen otros trastornos, tales como trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación o trastornos compulsivos como arrancarse el cabello (tricotilomanía) y rascarse la piel (excoriación). Un diagnóstico preciso es la clave para iniciar un tratamiento TOC adecuado.

Cómo ayudar a una persona con TOC

El apoyo de familiares y amigos es clave. Muchas veces, sin querer, los allegados pueden reforzar los rituales o las compulsiones de la persona. Por eso, aprender cómo ayudar a una persona con TOC desde casa es fundamental.

“La mejor forma de apoyar es mostrando empatía, no juicio, y alentando a la persona a seguir su tratamiento TOC”, señala Wilhelm.

Establecer rutinas predecibles, reducir el estrés en casa y evitar comentarios como “solo relájate” o “no pienses en eso” puede marcar una gran diferencia. Además, acompañar al paciente a sus sesiones de terapia para el TOC o participar en ejercicios terapéuticos recomendados por el especialista ayuda a fortalecer la adherencia al tratamiento.

Vivir con TOC: equilibrio y bienestar

David Beckham ha dicho que, aunque su TOC le exige disciplina y puede ser agotador, ha aprendido a sobrellevarlo con estructura, apoyo profesional y hábitos saludables. “Siempre busco que todo esté perfecto, pero he aprendido a no dejar que eso controle mi vida”, confesó en su documental.

Esa búsqueda de equilibrio es clave para quienes deben vivir con TOC. Aprender cómo controlar el TOC con terapia psicológica, mantener una vida activa, dormir bien y practicar técnicas de relajación como la respiración consciente o el mindfulness son herramientas que ayudan a reducir la ansiedad y mejorar el bienestar emocional. La meta no es eliminar por completo las obsesiones y compulsiones, sino reducir su impacto y recuperar el control.

“El TOC no define a la persona. Con el tratamiento adecuado y apoyo constante, es posible recuperar el control de la mente y de la vida diaria”, concluye Wilhelm.

¿Cononoces a alguien con TOC?, te recomiendo compartirle este post para que descubra el transfondo del trastorno y las medicaciones efectivas para aprender a vivir con esto. Son consejos aprobados por especialistas, por lo tanto, es bueno tenerlos en cuenta para el día a día.

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Fuente: Mass General Birgham


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