Madonna es y será la reina y diva del POP por siempre. Fin. Así podría empezar y concluir la nota y con ello decirlo todo. Pero quiero ir más amplio.

Recientemente vimos a Madonna asistir a la ceremonia de premiación de los Grammy y ser víctima de innumerables críticas y comentarios lascivos debido a su aspecto, sobre los cuales ella comentó a los medios: “una vez más, estoy atrapada en el resplandor de la edad y la misoginia que impregna el mundo en el que vivimos”.

Madonna a sus 64 años y al frente de una carrera profesional llena de éxitos y controversias, decidió dar respuesta a través de su cuenta de Instagram a todas las personas que opinaron de manera negativa sobre su aspecto y agregó que la sociedad “se niega a celebrar a las mujeres que han pasado los 45 años, hasta el punto en que siente la necesidad de castigarla si sigue siendo fuerte, trabajadora y aventurera”.

«Nunca me he disculpado por ninguna de las decisiones creativas que he tomado ni por la forma en que me veo o visto, y no voy a empezar (…) pero entiendo que todo esto es una prueba y estoy feliz de ser pionera para que todas las mujeres detrás de mí puedan tener un tiempo más fácil en los años venideros”.

En mi nunca humilde opinión celebro que Madonna no dé explicaciones de nada de su vida y menos sobre lo que decide usar o ponerse y de cómo se ve frente a los demás. Su talento, su fuerza creativa, sus éxitos le dan TODA la pauta para hacer lo que le dé la gana con su apariencia. Y todas, todos y todes, tenemos el mismo derecho. Ya basta de dar espacio a la negatividad, sobre todo cuando viene de personas que no se arriesgan, de aquellas que prefieren vivir en el estereotipo sin cambios, en la zona segura que no representa ni peligro, ni éxito, sino solo una zona gris desde donde asumen que pueden criticar a los demás.

Cada día y gracias a las mismas redes sociales, podemos apreciar a cientos y miles de mujeres que a diario rompen con la expectativa de envejecer a la «antigua» a partir de los 45 años, porque no solo vemos a celebridades, actrices, cantantes, atletlas, empresarias, hay mujeres de a pie, madres, abuelas y mujeres que decidieron NO optar por criar a una familia, que pasan de los 50 o 60 años, empoderadas a más, no solo sobre su aspecto, pero figura, talla, estilo de vida y mensajes que comunican a través de cómo se ven y que para nada son el modelo de vejez esperado para descartar, sino el referente de que a cualquier edad y mientras estemos vivas podemos hacer cambios, ajustes, intentos, seguir con la prueba y el error pero llenas de experiencia y sabiduría que solo nos dan, ¿qué creen?, los años.

En realidad, si nos ponemos a pensar, lo que vemos en alguien literalmente es lo de menos: lo realmente importante es la aportación que hacemos desde nuestra vida a la vida de alguien más, lo que sabemos, lo que podemos mostrar y compartir en forma de conocimiento; lo que somos por la historia personal que hemos recorrido, lo que pensamos y sentimos y la manera en la que actuamos; porque no es una acción, un acierto o un error lo que nos define; es el promedio de nuestras acciones, omisiones y aciertos y errores. Yo adoro las prendas de vestir, me parecen un medio de comunicación, una manifestación de lo que quiero decir a los demás, un accesorio y me pienso poner lo que me venga en gana mientras esté y me sienta viva, sin reglas ni límites absurdos que dicta quién sabe quién, sobre el cómo debemos vivir nuestros años.

Madonna también advirtió que espera “muchos años más de comportamiento subversivo, empujando los límites, enfrentándome al patriarcado y, sobre todo, disfrutando de mi vida”.

Entonces, una cosa que aprendí de Madonna es a NO explicarme, así que en nombre del sentido común (que es el menos común de los sentidos), ahorremos los comentarios sobre la apariencia de alguien más que no suman nada, quédense con las ganas de ser opinólogos y dejen de usar la bandera de la franqueza para dar su punto de vista, que por cierto, nadie les preguntó.

Y este fin de semana también pudimos ver a Rihanna como la estrella del medio tiempo en el SuperBowl XXIII y las críticas y opiniones tampoco se hicieron esperar, porque a pesar de ser una gran cantante y una inmensa empresaria; todo se centró en sobre si su panza era o no de embarazo, lo cual confirmó que sí; pero la verdad es algo que resulta irrelevante y además, es en México donde amanecimos con el evento de trending topic habiendo tanto de qué hablar.

El mensaje es que la maternidad y la crianza (porque es su segundo embarazo) son perfectamente compatibles con lo que nos dé la gana hacer profesionalmente y si acaso representan un impulso pero no un obstáculo, porque la maternidad, al igual que la edad, suele ser suficiente para invisibilizar a las mujeres y ya basta.

Gracias a Su Majestad Madonna y a Rihanna por un fin de semana que nos hizo levantar la ceja y que nos dió de qué hablar para cambiar al mundo,

Un abrazo,

Karla Lara

Mira este video en el que hablan de cómo la juzgamos… o no, y por qué… porque es mucho más profundo que hablar de Madonna:

@somosjacarandas ¿Ustedes qué dicen? #choicefeminism #feminismo #madonna #estandaresdebelleza #belleza #envejecimiento #critica #debate ♬ Honwaka Ukulele(985838) – Asteroid Creative

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