Si hay un valor que se ha puesto en evidencia en los últimos años es la empatía. A veces se confunde con tolerancia, por eso hay que saber diferenciarlos.

La empatía se refiere a la capacidad que tiene una persona de percibir, como si fuera propio, el sentimiento experimentado por otro ser humano.

Por su parte, la tolerancia es respetar lo que piensa y dice otra persona. Ambos valores son importantes para alcanzar la armonía social. Sin embargo, la empatía va mucho más allá.

¿La empatía se aprende?

Algunos piensan que la empatía ya viene con la persona desde el momento de nacer. Que es una especie de don, pero no es nada de eso. Claro que hay quienes la traen implícita, pero la mayor parte de la gente la desarrolla a medida que va madurando.

Hay evidencias que sustentan que la empatía se aprende más rápidamente cuando, desde pequeño, el niño se relaciona con otros que son totalmente diferentes a él. Eso hace que a medida que crece, pueda ponerse fácilmente en los zapatos de otros, lo que lo lleva a ser más comprensivo y entender mejor al prójimo.

8 muestras de empatía

Para entender de qué se trata la empatía, te mostramos algunos casos en los que prevalece este valor. Ojalá hayas experimentado la mayoría de ellos:

  1. Éxito sentido. Cuando un ser querido triunfa en algo, obtiene un ascenso o logra una beca, y uno siente como si fuera nuestro propio éxito.
  1. Allá y aquí. Si estás leyendo un libro, viendo una película o una serie y descubres que lo que le sucede al protagonista te llega hasta los huesos.
  1. Ayuda incondicional. Las veces en que has cedido tu asiento a una mujer embarazada, o has ayudado a alguien con capacidades especiales.
  1. Llanto compartido. Cuando ves a alguien llorar y comienzas a hacerlo sin poder contenerte.
  1. En peligro. Cuando te lanzas a ayudar a alguien que está a punto de sufrir un accidente o ya lo ha vivido. Puede ser alguien ahogándose o que sufrió un accidente automovilístico.
  1. Bullying. Abogar por un niño que esté sometido a un acoso físico o psicológico, sin que necesariamente sea tu familiar.
  1. Abrazar. Dedicar tiempo a escuchar o sencillamente darle un abrazo a una persona que está atravesando un momento difícil.
  2. Sin tiempo. Si se trata de ayudar a alguien le prestas no solo toda tu atención, sino también tu tiempo y tus oídos. Sabes escuchar y dices lo indicado en el momento oportuno.

¿Eres empática?

Puedes determinarlo si tienes más de la mitad de estas características:

  • Eres sensible y lloras por cualquier cosa.
  • Te preocupa mucho lo que le suceda a otras personas.
  • Posees una intuición desarrollada.
  • Eres introvertido.
  • Te es fácil descubrir (y experimentar en ti) lo que sienten los demás.
  • Prefieres estar solo o en reuniones con pocas personas.
  • Sobreproteges a tus seres queridos.
  • Dicen que eres una “buena persona”.

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Foto principal: wayhomestudio en Freepik 


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