El mejor abono para las plantas depende de varios factores, como el tipo de planta, las condiciones del suelo y tus preferencias personales. ¡Entérate con precisión de todo!

Abono para las plantas

  1. Abono orgánico. Ideal para mejorar la estructura del suelo y proporcionar nutrientes gradualmente. Ejemplos incluyen compost, estiércol, humus de lombriz, entre otros. Son ideales para un crecimiento a largo plazo y una mejora sostenible del suelo.
  2. Abono químico. Proporciona nutrientes de manera rápida y específica. Pueden ser útiles para corregir deficiencias nutricionales inmediatas en las plantas. Sin embargo, deben usarse con moderación para evitar la acumulación de sales y el desequilibrio en el suelo.
  3. Abono de liberación lenta. Una opción intermedia que combina características de los abonos orgánicos y químicos. Proporciona nutrientes de manera gradual, pero con una liberación controlada que puede durar semanas o incluso meses.
  4. Abono foliar. Se aplica directamente sobre las hojas de las plantas y se absorbe a través de ellas. Es útil para corregir deficiencias rápidamente y proporcionar nutrientes en momentos críticos de crecimiento.

La elección del mejor abono dependerá de tus preferencias personales, el tipo de planta que estés cultivando y las condiciones específicas de tu suelo y entorno.

Abono de plantas. Foto Freepik

Abono de plantas. Foto Freepik

¡Haz abono orgánico en casa!

¿Por qué con el orgánico?, porque es mas accesible y más económico. Presta atención:

Compostaje. Recicla materia orgánica como restos de vegetales, cáscaras de huevo, café molido, papel, entre otros, en un contenedor o compostera. Asegúrate de equilibrar los materiales húmedos y secos y de voltear regularmente el compost para facilitar la descomposición.

Humus de lombriz. Crea un sistema de lombricompostaje utilizando lombrices rojas californianas. Coloca restos de alimentos frescos (sin grasa ni lácteos) en una bandeja con papel triturado y las lombrices se encargarán de convertirlos en humus de alta calidad.

Estiércol. Si tienes acceso a estiércol animal (como de vaca, caballo o gallina) puedes usarlo como abono. Asegúrate de compostarlo primero para eliminar cualquier patógeno y reducir el olor.

Reciclaje de restos de poda. Tritura los restos de poda de tus plantas y úsalos como cobertura orgánica para el suelo. Con el tiempo se descompondrán y enriquecerán el suelo con nutrientes.

Recuerda que la clave para un buen abono orgánico es mantener un equilibrio entre los materiales húmedos y secos, asegurarte de que se descompongan correctamente y utilizar el abono resultante de manera responsable para nutrir tus plantas.

Foto principal: Freepik


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